UP IN THE AIR
Bajo el nombre de GOLD LAKE encontramos al dúo formado por Carlos del Amo y Lúa Ríos. Instalados hace ya diez años en el barrio neoyorkino de Brooklyn, el grupo es de esos que prefieren arriesgar para encontrar su personalidad y ofrecer su propio estilo alejados de las etiquetas. Todo eso lo encontraron y visualizaron con un primer disco que ya queda lejos. Ahora toca el turno de volver, esperamos que pronto, con su segunda obra. De momento y aprovechando su visita a Madrid con motivo de su concierto en el ciclo MadtowndaysbyJimBeam que darán el 16 de marzo en Copérnico, nos quisimos adentrar más en su vida neoyorkina.
Lo primero es saber cómo surge “la llamada” para entrar dentro del ciclo MadTownDaysByJimBeam.
Pes gente que trabaja en MTD by Jim Beam, cómo Beatriz de la Guardia, que nos ha visto tocar en varias ocasiones pensó que seríamos una buena aportación para el ciclo, y nosotros encantados, por supuesto.
Un gran primer disco pero muchos años han pasado desde entonces ¿A qué os habéis dedicado en este tiempo?
Bueno, gracias lo primero. La vida en general nos ha “sujetado” en varios frentes, circunstancias familiares bastante tristes y temas médicos importantes por otro lado, nos han complicado mucho nuestro ir y venir a NY que es donde estamos más activos creativamente. Pero sobre todo en cuanto a tocar en directo y grabar. También hemos aprovechado para abrir un negocio llamado Bombón (Coffee Shop/Chocolatería gourmet) en Malasaña. Ya que no podíamos viajar a NY por lo menos así no nos quedábamos parados. No sabemos hacerlo, ¡de hecho! Y lo más importante es, que también nos ha dado tiempo a escribir y empezar a grabar nuestro segundo disco. ¡Muchísimas ganas de sacarlo!
En cuanto al nuevo trabajo, ¿para cuándo y qué es lo que vamos a encontrar en el mismo?
El cuándo es más difícil de concretar, ya que todavía tenemos que volver a NY a terminar la grabación, y esperar a que la discográfica y nosotros lleguemos a un punto claro del mejor momento de sacarlo a la luz. ¿Quizá para otoño ? Puede ser! Y yo creo que nuestro segundo disco va a mantener cosas especiales que ya había en «Years», pero al mismo tiempo vamos a darle una vuelta de tuerca a nuestro sonido. Siempre estamos buscando texturas y ambientes nuevos, ritmos y estructuras que no caigan en lo obvio, así que seguramente sonará a algo nuevo, distinto. O eso esperamos.
Para quien no os conozca, ¿cómo os “venderíais” en este tiempo de etiquetas?
Ya sabes que a los grupos las etiquetas no nos gustan mucho, suelen ser más los medios y el marketing de la industria quién los necesita para categorizar el producto, pero muchos grupos que nos gustan o que nos dicen que estamos en un hilo conductor parecido, suelen caer en denominaciones cómo Dream Pop, Indie Rock, o una mezcla de ambos… pero ya te digo… eso es mucho sesgar.
Con el streaming, la música ha llegado a todas partes, ¿dónde tenéis más seguidores?
No sabría decirte la verdad. Porque los algoritmos de Spotify por nombrar a una plataforma de streaming, son un poco liosos, ya que varían en función de dónde dices que eres, o si tu canción sale en un playlist u otro… por ejemplo si sales en un disco homenaje a los Beatles editado en España, pues va a salir que te escuchan más aquí, o en México, por ejemplo.
Pero si colaboras con Father John Misty en un tema, pues seguramente te digan que suenas más en USA. Es un poco raro de momento, así que no sabría decirte. En cuanto a gente que viene a vernos tocar, que eso nunca falla, pues por ejemplo en Nueva York llenamos una sala de medio formato sin problema y en Madrid parecido. En Canadá siempre que hemos ido también hemos tenido muy buena acogida. Nuestro sello es de allí también…
¿Qué os llevó a moveros a Nueva York y más concretamente a Brooklyn?
Pues volvíamos de tocar en el NXNE de Toronto por tercera vez, y esta vez Lúa y yo hicimos parada en Williamsburg (pre gentrificación) y nos fascinó. Encontramos un apartamento (ahora sería imposible) y allí nos quedamos varios inviernos gélidos pero maravillosos y escribimos nuestro debut («Years») en uno de ellos. Sigue siendo nuestra segunda casa. Para mí, Nueva York y Madrid son las dos mejores ciudades del mundo sin duda. Cada una por motivos diferentes, pero todos muy importantes.
¿Cuánto lleváis viviendo allí y qué tal es vuestra vida en la “Gran Ciudad”?
Llegamos en el 2008 y pasamos la mitad el año allí y la otra mitad aquí, si nada grave nos lo impide claro. La vida allí es dura en algunos momentos, pero a nosotros nos encanta. También hemos nacido en una gran ciudad entonces el shock no es tan potente.
A nivel musical, ¿qué habéis aprendido de vivir en Nueva York?
Pues yo creo que la individualidad creativa por encima de todo. A no seguir las tendencias que te rodean e imitarlas para triunfar. Eso allí no te funciona. Y lleva siendo así desde hace décadas. Es muy estimulante a nivel creativo y te fuerza a salir de tu zona de confort.
A la hora del directo, imagino que desplazaros desde allí hasta España para conciertos puntuales es caro. ¿Cómo os organizáis y lo hacéis?
Pues sí la verdad, pero al final merece la pena, porque es muy gratificante tocar para tu gente. Lo hacemos con músicos diferentes, por ejemplo allí tenemos una sección rítmica diferente que cuando tocamos aquí. Es un lujo tener tantos amigos músicos y todos tan buenos. Luego yo tengo “mi sonido” por duplicado. Tanto mi pedalboard y mi ampli cómo mi guitarra. Así que vuelo ligero.
¿Alguna vez os han comparado con Wolf Alice por algunas canciones?
Pues no la verdad! Jajaja… pero ¿porqué no? Nos pusieron a tocar después de ellos en el Dcode, así que ¿quién sabe? Esto de las comparaciones es muy interesante… nos han comparado con Mazzy Star, Fleetwood Mac, Beach House, Cocteau Twins…en fin, no sé…. ¡de todo! Creo que el denominador común para la comparación debe ser la voz femenina y las atmósferas… pero vamos ya te digo… es un mundo.
Para quien vaya a veros en directo, ¿qué es lo que van a encontrar?
Pues espero que energía, una energía diferente… claro que tenemos momentos más ambientales y con espacios, pero también trabajamos mucho las dinámicas y eso genera mucha energía. Y algo de novedad, claro.
¿De qué estáis más satisfechos como personas?
Pues igual de ser honestos con nuestro arte. Y de querer mucho a nuestras familias.
Dicen que Nueva York es la ciudad que nunca duerme, Madrid también tiene vida 24×7. En el terreno musical y en el nocturno, ¿en qué se diferencian para vosotros?
En Nueva York no se persigue a ninguno de esos dos terrenos. No son enemigos de las instituciones, si no todo lo contrario. Y eso los hace más ricos y dinámicos.
Con el tema de la seguridad aeroportuaria, ¿alguna anécdota que hayáis vivido en persona o alguien que os haya ido a ver?
Una vez mi madre me llevó jamón serrano a NY y le preguntaron en spanglish: ¿carne, carne? ¿Lleva carne? Y mi madre muy orgullosa dijo “Pues claro que llevo carné» Y le enseñó el DNI. Por supuesto que el agente asombrado, ni le miró la maleta después. Y yo acabé comiéndome mi jamoncito en Brooklyn.
¿Mejor y peor momento allí?
Mejores muchísimos, peores casi ninguno. Pasear con la familia por Central Park cada vez que venían a vernos, escribir nuestro primer disco en nuestro diminuto apartamento en Brooklyn, y descubrir mil bandas en salas pequeñas en días que ni te esperas… por ejemplo ver a Tame Impala un jueves en un sitio de unas 90 personas…
¿Volveréis?
Claro, cada año volvemos al foro.