Megadeth «The Sick, The Dying… And The Dead!

El año que viene se cumplirán nada menos que 40 años de la formación de Megadeth por parte del excepcional Dave Mustaine, un músico que ha sabido afrontar las adversidades, cuidar todo su legado musical con su banda y superar un reciente cáncer de garganta, como demostración de músculo vital como lección de vida musical también.

Uno de los pioneros del speed y thrash metal de los 80, con trabajazos como «Killing Is My Business… And Business Is Good!» o «Peace sells… but whos buying?» para afrontar después su exitosa etapa noventera con obras maestras como «Countdown to extinction» y «Youthanasia» .

Veinte años después y metidos en nuevo siglo ha seguido facturando buenas obras e incluso ganado un Grammy a ‘Mejor interpretación de metal’ cuando en 2016 lanzaba «Dystopia» ante la ovación de crítica y público. Muchos años hemos tenido que esperar, su combate contra el cáncer y la salida abrupta de Dave Ellefson, entrada de Kiko Loureiro ex-Angra y ahora el reputado Dirk Verbeuren ex-Soilwork para ofrecer su nueva obra.

Como decía, rozando los 40 años de historia y su intento de superación constante, sin salirse de sus términos ofrecen nuevamente lo que mejor saben pero añadiendo composiciones que brillan como quien comienza en esto de la música. «The Sick, The Dying… And The The Dead!» es la enésima demostración de talento de Megadeth, siguiendo las directrices marcadas durante cuatro décadas, con producción del propio Mustaine junto a Chris Rakestraw para un sonido portentoso y duro junto a masterización de Ted Jensen y Josh Wilbur.

¿Resultado? Un álbum contundente con algunas joyas que golpean y te dejan exhausto. Abriendo sin miedo alguno con su tema más largo, el que da título al álbum, muy técnico, de riffs afilados como los que manejan en «Life in Hell» y «Night stalkers», que recuperan la esencia veloz y contundente de lo que fuera su disco «Rust in peace», ahí es nada.

Sabe sorprender con un tema más épico, denso y complejo como «Dogs of Chernobyl», mostrando su parte melódica y virtuosa en «Sacrifice» conteniéndose en lo vocal para cuidado de su salud y limitaciones de garganta supongo.

Las guitarras y forma instrumental de «Killing time» bien podría haber salido de «Youthanasia» uno de los temas más pegadizos, cuyo estribillo nos recordará irremediablemente a su época de los 90, impecable, al igual que «Soldier On!» otro temazo de parte central perfectamente ejecutada y elaborada en voz. Y esa estela no la dejan en la modernidad de «Mission to Mars» que es quizás una de las mejores composiciones en tiempos, súper pegadiza y adaptada sin perder su personalidad.

Lo de Mustaine es todo digno de mención, alegre por su recuperación e inspirado, mucho además, seis años después de su otra gran obra para ofrecer un disco de altura. Por muchos años más.

Miguel Rivera

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8/10Score