En el año 2020, Taylor Jenkins Reid publicaba el que a la postre se convertiría en todo un best seller «Todos quieren a Daisy Jones», un libro en el que seguimos a la banda de rock ficticia, Daisy Jones & The Six, para el que la propia autora se inspiró en los años 70 y en el que miraba de reojo a la banda Fletwood Mac.
Prime Video hacía llegar su adaptación en forma de serie televisiva «Todos quieren a Daisy Jones (Daisy Jones and the Six)» este mes de marzo para contar la historia de una formación, sus duros comienzos y cómo de pronto acaban convertidos en la banda de rock más grande de todos los tiempos.
Lo que ocurre durante esa trayectoria de unos años es el nacimiento, auge y caída del grupo contado en forma de pequeño drama musical sumamente bien ambientado, que funciona como un tiro en su ambientación y musicalidad, con unos números y canciones espectaculares y un doblete protagonista a la altura acompañados de buenos secundarios, con mención especial a Camila Morrone y Suky Waterhouse.
Una crónica al fin y al cabo con el amor como base, pero también de drogas y excesos y donde trabajo y relación acaban llevándolo todo al garete. La serie de diez episodios y casi diez horas en su totalidad, se centra en el despertar de una banda con dos hermanos, uno de ellos, Billy Dune (Sam Clafin) al frente y su creencia en el sueño americano del rock, todo en forma de falso documental donde sus propios miembros van siendo entrevistados para contar el auge y caída de la misma.
En el discurrir de su historia, con plazas míticas como Trobadour o Whisky A Go Go, encontramos desamor, egos y mucha música, con su protagonista lidiando con sus propios infiernos personales y donde el alcohol y las drogas toman su protagonismo para redimirse después.
En paralelo vamos viendo el despertar de una figura, la rebelde Daisy Jones (Riley Keough, nieta de Elvis Presley), que es descubierta por el mismo productor de los hermanos Dunne, para ir conociendo su historia hasta que sus caminos se cruzan, no sin problemas de inicio dejando que la chispa surja y de pronto un tema, «Honeycomb», se convierte en todo un éxito de ventas.
Con el talento vocal de Billy Dunn, luchando entre hacer lo correcto y sus demonios y la magia, brillo y genialidad pero autodestructiva Daisy al frente, la banda, ya renombrada como «Daisy Jones & The Six» comienza a explotar y a sonar en todas las emisoras.
Lo que ocurre después son polémicas, decepciones, conflictos amorosos y excesos, todo con un gusto musical exquisito, es más, se llegaron a grabar hasta 24 temas y el disco de la banda ficticia titulado «Aurora» se aupó a los primeros puestos en Apple Music, todo para unos actores que tuvieron que asistir a un campamento de rock para coger tablas y aprender a interpretar, y el resultado sin duda es óptimo, bien ejecutado y nada impostado, todo para unas canciones arregladas por artistas de la talla de Marcus Mumford o Phoebe Bridgers entre otros, con un elenco en el que tambiém también resalta la artista Suki Waterhouse.
En resumen, una serie en la que entras rápido mientras descubres sus grandes actuaciones, un ritmo que recuerda a medio camino entre «Casi famosos» o «Ha nacido una estrella», la espectacular ambientación que resalta tanto en estética como en vestuario los años setenta y dos canciones, «Look At Us Now (Honeycomb)» y «Let me down easy» que valen oro como composiciones y en lo visual para dotarla de ritmo, con el amor y la autodestrucción como auge y descenso de la propia formación.