Laia Manzanares es uno de estos torbellinos cinematográficos que de vez en cuando encuentras tanto dentro como fuera de la pantalla. La actriz catalana se ha ido consolidando poco a poco entre trabajos de cine, televisión y teatro, lo que nos lleva a conocerla mejor como uno de nuestros ‘Rostros’.
Laia desprende arrojo y verdad en las distancias cortas, esa en la que hablamos de vida y obra tras un oficio, el de actriz, que le regala papeles de los que aprender y conocer, también para profundizar también en una misma.
Tiene varios proyectos a estrenar en 2025 y viene de representar fugazmente la obra «Cacophony» en el Teatro de La Abadía de Madrid. Un corto «familiar» por venir, brillante dentro de la oscuridad de una película como «La Desconocida» (Filmax, está en Filmin) junto al gran Manolo Solo, y recordada como Oskana en la serie «Merlí«, explotando una sexualidad que ya le descubrimos como protagonista del videoclip de uno de los grandes singles de Tame Impala, «The Less I Know The Better», ahí es nada.
Desparpajo para una chica enérgica que desprende ilusión y fuerza, la misma que maneja en su nuevo proyecto musical incipiente, Grupis, rock y pop rabioso que complementa a la artista de forma global. Nos acercamos a ella en una charla en la que nos puso las cosas muy fáciles, mostrándose cercana y amistosa, para hacer de lo profesional un gusto en un reportaje fotográfico desde la «piscina» del Ojalá Pool Bar (C/Cea Bermúdez,45).
Para comenzar, ¿podemos decir que te encuentras en un buen momento?
Pues la verdad es que sí. No sé, como que he cumplido 30 años y se ha colocado bastante todo en mi vida. O sea, que ya venía con la predisposición de que a los 30 todo sería más estable, y realmente lo es, como que me siento tanto en lo personal como en lo profesional en un momento en un momento guay.
¿Hubo crisis de los 29?
Sí, pero yo creo que fue más de los 27 o los 28. Era como que vienen los 30 pero todavía estando en emocionalidad de los 20. No sé si compartirás esto, pero yo los 20 los he sentido como a flor de piel, todo es a vida o muerte, se me va la vida en todo. Ver los 30 desde este punto de vista fue un poco estresante.
«Cacophony» ha sido la obra que has representado recientemente en el Teatro de la Abadía de Madrid, ¿qué te ha aportado?
Mucho. Es una obra oscura entre comillas, porque empieza en un lugar y luego te hace la 13-14 y se va por otro lado muy distinto. Empieza hablando de cómo se ha absuelto a un futbolista de violación, cuando era muy evidente todo, entonces parece que vayamos a hablar de consentimiento, de repente se hace una manifestación feminista en contra de la absolución y hay un ataque de un hombre con su coche en la manifestación y atropella a varios manifestantes.
Luego va de una chica que lidera como en un nuevo movimiento feminista para juzgar eso, se hace súper viral y de repente se tuerce todo y la empiezan a linchar. Trata muchos temas y todos son muy actuales y muy jodidos, pero es verdad que a la vez hay dos chicas que son las protagonistas aunque te encuentras 18 personajes y somos 7 actores en escena.
Para mí ha sido un parque de atracciones como función, porque es cambiar de personaje, te pones unas gafas y una chaqueta y eres otro, te la quitas y vuelves a ser la de antes, te haces un moño y eres otra. Dentro de que habla de cosas que son muy importantes y genera muchas preguntas y debates, yo me lo he pasado súper bien. Me siento mal de decirlo porque trata temas complicados, pero el trasfondo es una cosa y cómo disfrutes o no la obra ya es otra historia.
Hace años fuiste la protagonista del videoclip de «The Less I Know The Better» de Tame Impala, háblame de ello.
Pues yo tenía como 23 años, y Ana Serrano, que es la directora de Cacophony, estaba trabajando en el casting de este videoclip para Canadá. Me llamó y me dijo, «tía, estamos haciendo este casting y creo que te puede encajar, qué te parece si te vienes.»
En ese momento yo estaba como que con 3 euros en la cuenta del banco, era como un «necesito trabajar ya de lo que sea», porque no puedo pagar la habitación este mes. Y recuerdo ir a ese casting, que en ese momento no conocía a Tame Impala, lo cual también fue luego como un poco shock al ver quién era, y cuando salió el videoclip dije «ups».
Se convirtió además en uno de los temas más conocidos del artista.
Totalmente, y es un auténtico temazo. Y ahora a mí me flipa y ese disco me parece un álbum bruta. Fue increíble, porque se estrenó un día por la noche y me desperté y tenía Facebook petado de mensajes como felicitándome, no tenía Instagram en ese momento, que me lo abrí por eso mismo, porque en en Facebook tenía fotos como borracha con 17 años, con un tinte de mierda en el pelo, y pensé «no quiero que esto lo vea nadie». Además, me puse como a responder todos los mensajes de Facebook, que había igual 500.
El vídeo entró en una lista de vídeos de YouTube con millones de reproducciones.
En la película «La Desconocida» trabajaste con Manolo Solo, ¿cómo fue?
Fue increíble, porque para mí Manolo es de los mejores actores de este país, Cuando supe que iba a ser él, me entró también como un complejo gigante, como una dualidad, como que no fuera a estar a la altura y, por otra, de decir «joder, qué guay, somos partners».
Teníamos por delante un papel duro y muy complicada de hacer, había que meterse en unos lugares muy oscuros y en ese sentido Manolo fue un regalo, porque los dos somos también como medio tontos y a la que cortábamos igual nos poníamos a cantar, concretamente Oliver y Benji. Nos íbamos a los extremos, de estar en el lugar más oscuro a buscar el lugar más luminoso para poder sostenerlo.
«Para mí, Manolo Solo es uno de los mejores actores de este país, y podoer trabajar con él fue un regalo»
¿Queda algo de los personajes que intepretas?
Sí, hay algo de ti en algunos o de esos papeles también recibes parte, yo creo que siempre queda algo y aprendes también. Al final es meterte en otra piel, ver la vida desde otro punto de vista. Y eso es enriquecedor. Aunque sea ponerte, lo voy a decir, en la piel de Hitler, aprenderás algo de ver el mundo y para sacar conclusiones también.
Al final, aunque estemos haciendo ficción y sea un personaje, tú atraviesas esos lugares, pones el cuerpo y el alma al servicio de ese personaje y la obra, y hay algo que se queda en ti. Yo he aprendido a que sean procesos sanadores y transformadores.
Entiendo que vives tranquila en cuanto a fama o que te reconozcan
Sí. Y lo de reconocerme va por épocas, más en el momento en el que sacas algo. Y también depende de donde esté.
¿Cómo es tu vida en el día a día?
Depende. Pues me he pasado este año seis meses en el paro, y otros trabajando durmiendo una hora y media alguna noche.
«En este oficio te van a decir cosas horribles y te van a decir cosas maravillosas, y para las dos tienes que saber mantener la distancia y la calma»
¿Y qué se hace cuando se está en el paro en el caso de una actriz?
Mantener la calma. También depende de si tienes, aunque sea a largo plazo, algo de trabajo, que sepas que hay algo ahí delante.
Hubo un momento en que me veía como «igual no hay nada», ese momento en el que piensas que se ha acabado, «hasta aquí, nos lo hemos pasado bien». Y luego te sale algo y dices «vale, no, no, no».
También tengo que decir que me siento una privilegiada porque dentro de todo desde que empecé a currar me he mantenido viva de esto y vivo tranquila y bien. O sea, que privilegio absoluto. Pero es verdad que como no hay una certeza, no hay una seguridad, no hay nada, hay momentos en que dices igual era hasta aquí y ya está. Pero hay que saber surfearlo y estar preparada, psicológicamente también, porque es un trabajo que pide bastante preparación psicológica.
Te van a decir cosas horribles y te van a decir cosas maravillosas, y para las dos tienes que saber mantener la distancia y la calma. Porque también te pueden decir algo increíble que te lo creas y que te coloquen en un lugar guay y luego te digan una cosa de mierda y te hundas. Y hay como que tener claro quién eres, dónde estás.
«Con mis papeles he aprendido a que sean procesos sanadores y transformadores»
¿Hay más cosas además de la interpretación?
Pues en paralelo, he montado un grupo de rock y pop con mi amiga Elisabet Casanovas. Nos llamamos «Grupis» y tenemos dos canciones fuera, «Casi 30» y «Club de Fans de Berto Romero» .
Queríamos tener nuestro propio proyecto con cosas que decir, para nosotras es otra vía de expresión. Al final somos actrices, nos llegan guiones donde interpretas un personaje que alguien ha creado, en Grupis somos creadoras, haciendo canciones de nuestro puño y letra, es nuestro bebito.
¿Qué son las redes sociales para ti?
Pues un altavoz de puta madre, es una herramienta brutal que antes no existía con la que poder también comunicarte y descubrir personas del otro lado del mundo, pero es arma de doble filo y el otro filo corta que te cagas, a mí me parecen súper peligrosas.
Creo que estoy en la línea millennial, de una generación donde no he crecido con las redes, han venido después. Yo valoro más una conversación con mis amigas en persona.
El físico ¿es importante en el oficio?
Sí, creo que está cambiando pero durante mucho tiempo los cánones de belleza han también un billete dorado para acceder a la industria o para no hacerlo. Ahora está cambiando por suerte porque estamos viendo que la vida es mucho más. Creo que más que belleza debe haber magnetismo, a mí hay caras que me generan curiosidad y a las que no puedo dejar de mirar, y esto me pasa mucho y me interesa más una cara que me parezca interesante que guapa.
De no ser actriz, ¿qué te hubiera gustado ser en otra vida?
Pues he descubierto que igual sería estrella del rock, suena fatal decirlo así (risas) pero me encanta hacer música. La primera vez que empecé a tocar en una sala de ensayo como que sacó la cabeza un bicho dentro de mí y dijo «tronca 30 años llevaba durmiendo gracias por despertarme». Había algo vocacional, y también he pensado que me encantaría tener un obrador para hacer pan y croissants, mí lo dulce me vuelve loquísima y también tengo un montón de alergias y hubo un momento en que pensé «quiero poder hacer tartas para niños con alergias o para celíacos».
¿Se hacen amigos en el cine?
Yo creo que sí, también la mayoría de mis amistades se dedican a esto. Cuando comencé un poco en esto, en cursos de teatro y tal, de repente empecé a conectar muy profundamente con la gente porque teníamos la misma vocación, los mismos deseos y eso une un montón aunque no todas mis relaciones por suerte son del cine.
También como que de repente una película te hace ser amiga de Manolo Solo o cuando hice una obra de teatro en Barcelona a principios de año, que había un niño de siete años y un señor como de 87, y eso a mi me flipa, que sea una profesión en la que te puede conectar también con personas de diferentes edades y conectar.
También te digo que creo que hay un momento en la vida donde diferencias lo que son amigos y pilares reales de conocidos o colegas. Yo tengo tres o cuatro amigas que son mis pilares y luego tengo un mogollón de colegas y gente a la que quiero.
Tienes dos proyectos por estrenar, la serie «Asuntos Internos» para Televisión Española y la película «Lo que queda de ti», ¿qué puedes contar?
Pues son dos cosas que tengo muchas ganas de que salgan. «Lo que queda de ti» la rodamos hace dos años, no la he visto y tengo un montón de ganas de verla porque estoy haciendo de ganadera y de pianista en Huesca, por lo que tengo muchísima curiosidad por ver cómo ha quedado, creo que va a ser una peli muy bonita.
«Asuntos Internos» es brutal, como un thriller policial en el 79 con compañeros geniales como Nico Romero, Luis Callejo y Nacho Fresneda, Silvia Abascal, Marta Poveda… un montón de gente.
Para terminar, siempre acabo con recomendaciones de película, serie, disco y libro.
Pues película recomendaría «Polvo serán», que está ahora en cines y es de Carlos Marques-Marcet con Ángela Molina, es un peliculón, te pone los pelos de punta, me fascinó. También te digo «Salve María».
De series recomiendo «Inside No. 9», la empecé hace unas semanas, tiene muchas temporadas y me parece brutal, con ese humor negro inglés.
De disco lo que más estoy escuchando es «Elige tu propia aventura» de Carolina Durante, me lo sé ya entero porque lo escucho cada día. Y en cuanto a libros estoy con uno de Óscar García Sierra pero digo su obra anterior, «Facendera», me lo leí en dos sentadas.
Entrevista: Miguel Rivera
Fotografías: Arturo de Lucas