EXCESO – “Canciones del segundo origen”
Maldito Digital
Puntuación: 7,5/10
Sí, rock nacional, sí, juventud desbordante, y sí, muy buenas canciones. Eso es lo que EXCESO manejaba dos años atrás con una soltura agradecida, un debut de esos que atrapan, que sonaba ciertamente al aroma Marea incluida en la voz, pero que dejaba grandes perspectivas para el futuro.
No nos equivocamos al creer en ellos y ver su desparpajo en directo. “Canciones del segundo origen” es su establecimiento en la escena rock patria, y lo hacen de la mejor de las maneras, adquiriendo personalidad, sin olvidar su comienzo para ofreciendo un sonido más propio y variado que se antoja mejor si cabe para redondear una fachada que tiene visos de gran palacete.
Este segundo disco es un álbum para disfrutar a base de buenas letras, melodías contagiosas y una voz particular y con poderío, a base de una buena producción y canciones de las que animan y se cantan en vivo.
Lo hacen con un disco trabajado y más variado musicalmente que su debut. Dibujan un rock de pura cepa y un cierto cambio en “Segundo Origen” dejando ver que esta segunda parte se torna más personal, con aires más clásicos. “La Mano de barro” dibuja guitarras misteriosas para ofrecer un tema intenso y melódico de gran estribillo. “Rojo arte” devuelve la firmeza de sus disco predecesor, ese aire granuja vocalmente hablando y los acordes pegadizos que dibujan y acompañan melódicamente un gran estribillo. Intimismo en forma de medio tiempo que va ganando en fuerza “La Voz dormida” mientras que tiran nuevamente del rock urbano “Saldrá Mejor” mientras que tiran, de forma sobresaliente por el rock cuidado y de corazón “Cazo” donde Dani de Despistaos aporta su gran voz a este pequeño regalo musical.
“Delirios” busca nuevamente su brío inicial, rock más directo y rápido y entre medias encontraos al Piñas y Kutxi aportando su carisma a un disco sumamente completo, más maduro musicalmente, con un sello mucho más personal y una variedad que siempre con el rock nacional y de calle por bandera, se maneja por derroteros melódicos y sentimentales por momentos más que bien elaborado.
Miguel Rivera