SÔBER

SÔBER

Promotor: Last Tour International

20/05/2011 Joy Slava, Madrid

Fotos: Miriyé

Después de su exitosa reunión y una pequeña gira de recuerdo en honor a su carrera, SÔBER se metía meses atrás en el estudio para dar buenas noticias, un nuevo trabajo titulado “Superbia” con el que vuelven a demostrar ser una banda cumbre del metal hispano.

Nuevamente en la carretera y tras un triunfal comienzo tocaba una de sus plazas preferidas, su casa, Madrid y esta vez Joy Slava con el sold out colgado días antes llenando de expectación y nerviosismo un recinto que esperaba ansioso volver  a verles con nuevas canciones bajo el brazo.

Y con su actuación, sólida, soberbia, muy soberana quedaba patente por un lado, que sus nuevos temas suenan perfectos en directo, y por otro, que la conexión tanto con su antiguo público como las nuevas generaciones han sabido ver en ellos la calidad de la que fue y será una banda clave para entender el rock actual en castellano.

Puestos ya en su directo, la banda abrió de manera grandiosa con su épico inicio “Superbia” mucha fuerza para un grupo liderado por Carlos Escobedo, una vez más espléndido en el trabajo vocal y apoyado en sus dos “guardaespaldas” los guitarras Jorge Escobedo y Antonio Bernardini, siempre profesionales, entregados y a su vez sólidos en su cometido. Los “Diez Años” sirvieron para recordar sus viejos tiempos, en un tema que nunca podrá faltar en vivo, junto a una “Caída Libre” en la que nos sumergen con su intensidad, aquella en la que buceamos encantados por una “Eternidad”, mientras “La Nube” desaparecía para unirnos a ellos cual cordón “Umbilical”.

Cuatro seres envueltos en su dominio del rock y su particular “O” electrónica y rojiza al fondo, sirvieron, junto a sus pantallas y las luces LED para contagiar a un público completamente entregado de principio a fin, que abarrotaba todas las plantas de una Joy que asfixiaba de calor, ese que desprende su “Prisión del Placer” en la que podemos encontrarnos un nuevo elemento “La Araña” sencillamente impresionante, poderío guitarrístico junto a Manu debatiendo a base de golpes de batería, tejiendo una tela muy particular  con la voz de Carlos al frente.

El cansancio tras tanto movimiento seguro que hizo que alguno viera en “Blanco y Negro” y casi tocara el “Paradysso”  al que SÔBER siempre traslada, para endurecer y de qué manera su propuesta con un “Fantasma” que dejó claro será obligado acompañante de aquí en adelante. Gran sonido y pesadez sonora con una base mucho más sentimental junto a un estribillo que la convierte en una de las sensaciones musicales de su nuevo disco.

Así íbamos metiéndonos en la parte final de su actuación, con “El Hombre de Hielo” y el juego de baterías con Carlos haciendo de Manu mientras este de pie se ocupa de acompañar antes de decirnos un primer adiós.

Tranquilidad y expectación a su vez para abarcar con una gran balada como “Náufrago” para la que salió primero Carlos en formato acústico, sentado y en espera de ser acompañado por los suyos, para después meternos en sus “Cubos” siempre presentes y que nos dejan sin “Oxígeno” siempre que pueden, entrando en la recta final definitiva con “Arrepentido” eterna, mientras nuestros relojes hacían “Tic-Tac” para volvernos “Locos” dentro de una sala en la que no cabía ni una “Sombra” esa con la que nos despedían de forma sobresaliente.

Gran sensación y regreso triunfal para una banda que poco tiene ya que demostrar, y que con sus nuevos temas más su clásico repertorio hace aún más completos sus conciertos. El de Madrid fue una buena muestra de ello. Que la gira continúe.

Miguel Rivera