BERRI TXARRAK
03/03/2017
Sala La Riviera, Madrid
Fotos: Javier Bragado
Todo era diferente. La noche del 3 de marzo BERRI TXARRAK la recordará, al igual que nosotros, no solo por su sold out impresionante en la capital, si no por saber cuajar uno de los mejores bolos que les hemos podido ver.
Dos horas de acción en euskera para una cita muy especial. Conocedores de ello la banda quiso deleitarnos con un repertorio que sonó a gloria con casi 30 temas, sí, como leéis. Con poco espacio para hablar y sí para dar lo que queríamos.
Antes llegaba el turno de THE SECRET SOCIETY a los que no pudimos ver y VIVA BELGRADO que marcaron terreno a base de emoción instrumental y un poder vocal de gritos dolorosos.
Pero la noche era para los Berri. El trío ofreció una lección de rock magistral, 3 músicos que viven un momento único desde hace mucho y que les ha llevado a lo más alto. Suenan brutales, parecen el doble de los que son y ya quisieran muchas bandas internacionales igualar la capacidad de convocatoria y temazos que aúna BERRI TXARRAK.
Han sabido cuajar unos discos y directos de indudable calidad, esa que hace vibremos brazos en alto y nos agolpemos acalorados por saltar y rendir nuestra voz a temas que como “Etsia”, “Ordaina” y “Jaio.Musika.Hil” hacen de tremendo comienzo enlazado. Lo hacían previa salida a escenario sin instrumentos, como quien acaba una obra de teatro con el aplauso y el público de pie. Ellos comenzaron por el final, pero solo eso.
El ataque musical que suponen cortes de la talla de “Espero zaitzaket” o la galopada sin aliento que es “FAQ” contrastan con cortes de la intensidad y belleza de “Aditu bihurtuak” en inicio para ofrecer uno de los mejores cortes de su carrera, en el intenso corte que encontramos después en una “segunda parte” brutal , porque la capacidad de cambio de Berri es notable en disco y directo.
Tiempos para la gloria, o como ellos dijeron “para los old school” con “Ikasten” que nos dejó sin aliento. El sinónimo de banda conectada es eso mismo, un Gorka impresionante a la voz, David al bajo en estado demoniaco, y Galder destrozando las baquetas. Conexión total entre ellos y un público que abarrotaba La Riviera.
La solidez que demuestran en cortes de la envergadura de “Eskuak”, el baile que nos marcamos gracias a su pegadiza “Lemak, aingurak” o “Maravillas”. La locura viene de raíz en temas como “Oreka” y “Oihu”. El guiño con trocito en castellano para “26 segundotan” otra de las mejor recibidas, todo con las gracias de Gorka por ver lo que tenía en frente.
Potencia sonora, indudable entrega y el rollito juguetón que gusta a la banda: el cover de “Kids” que supone los coros del respetable y sonrisas en la cara mezclado con un sorprendente guiño a “Around the world” de DAFT PUNK, todo en un “dance mode” que remataba el momento festivo ante el final.
El “congelado” que se marcan siempre y vuelta a arrancar uniendo canciones para cerrar con “Poligrafo bakarra” tras dos horas de auténtico espectáculo. Sin más que una especie de alambrada detrás, una lona gigante con ilustración y un juego de 4 luces verticales, basaron su cometido en el impacto de torrente musical que sigue en estado de gracia.
Entrega de una obra musical que repasó 20 años de carrera y que despidieron bajo un espectáculo en euskera del que nadie puede tener dudas. Inmensos.
Miguel Rivera
