PARAMORE – “After laughter”
Warner Music
Años después, la que iba para gran banda mainstream se ha reconvertido en el más amplio sentido de la palabra. PARAMORE se ha apoyado ante todo en el carisma, voz y presencia de la joven Hayley Williams. Pero aun con ello y buenos discos de rock fresco en sus comienzos, la formación ha ido perdiendo miembros en el camino.
El último en salirse del barco y no de buenas maneras fue Jeremy Davis y tras todo en forma de dúo consiguieron acercarse nuevamente al batería Zac Farro, limaron sus diferencias y aquellas parece han llevado a un giro radical en su música como muestra “After Laughter”. Si con su anterio disco homónimo, estupendo por cierto, aunque perdieran algún seguidor, ahora la banda vuelve como trío para asombrar no sé en qué sentido a sus fans.
Que muchos del lado más rockero se van a asustar o directamente desligar del nombre de PARAMORE es algo de lo que estoy seguro, pero que también cogerán de otros lados como el indie o pop.
“After laughter” supone un renacer de una banda a la que le queda el nombre, porque este trabajo es radicalmente distinto, mirando al pop ochentero, con teclados y estribillos popi y bailables por momentos.
Eso es lo que esconden canciones, algunas de atractivo como lo tropical de “Hard times” donde su melodía y Hayley con ese estribillo coral nos hace mover los pies. El toque ochenero casi a lo Cindy Lauper se dispara en “Rosed-colored boy” y su último single “Told you so” vuelve a buscar esa esencia pop bailable con tino.
Todo eso en su parte más alocada y fresca, porque en temas a ralentí como “Forgiveness” o la densa “Fake happy” no consiguen llenar rompiendo de seguido el buen ritmo inicial. Sobra relleno meloso “26” y no es hasta la melódica y vibrante, alegre y veraniega “Grudges” donde encontramos otro pequeño hit. Todo lo demás sin pena ni gloria.
PARAMORE se marca un órdago bien grande, se la juega y se lo pasa bien. Los cambios internos han llevado a romper directamente con quienes eran y son ahora, una banda mucho más pop cuyo disco aporta algunas canciones atractivas pero a la que le falta ritmo y sustancia, sin caer ya en si tiene sentido o no el cambio total de su sonido.
Miguel Rivera
