DREAM THEATER – «A Dramatic Turn Of Events»
Roardunner, Warner
Puntuación: 9/10
Aquí lo tenemos. El disco más esperado de la banda en mucho tiempo. Para quienes sintáis curiosidad, responderé rápido: Apenas se ha notado la marcha de Portnoy. Sinceramente, me gustaría poder entrar a decir que Magnini lo ha hecho mejor o peor, que el grupo se ha roto, o que ha mejorado, etc… Pero no puedo. Si queda alguien que no se haya enterado del cambio de batería no lo va a notar al escuchar el disco. El sustituto del gran Portnoy ha demostrado por qué le eligieron después de probar a varios de los mejores baterías del mundo. Simplemente porque seguramente vieron que se adaptaría al grupo mejor que nadie. Quizá el único matiz sea que Magnini parece estar más atado a la misión rítmica, sin darle tanto protagonismo a su instrumento.
¿Se ha notado entonces en la composición? Tampoco. ¿A cuál de sus anteriores álbumes se parece este disco? A todos y a ninguno. “Build me up, break me down” podría haber estado en el “Falling into infinity”, “Breaking all illusions” suena a lo hecho en sus dos últimos discos, “This is the life” recuerda a “Awake” y las lentas “Far from heaven” y “Beneath the surface” tendrían hueco en el “Scenes from a memory”.
Sin embargo, son reminiscencias, y no se puede decir ni que hayan seguido una línea concreta, ni que hayan presentado un trabajo innovador y rompedor. Sencillamente, han hecho un disco digno de Dream Theater para lo que pueden esperar los fans de DREAM THEATER. Técnica a raudales, cambios de ritmo, melodías evocadoras… Rudess y Petrucci se han hecho definitivamente con las riendas del grupo, y si pudiera notar algún cambio, quizá sería en ver a James Labrie más contenido, apostando más por los tonos medios y menos por los agudos desaforados, algo que es un punto a favor del resultado final.
Quien quiera seguir con la batalla, que compare directos, o que entre en cuestiones más técnicas de uso de la batería. Yo me quedo con la buena noticia de que DREAM THEATER sigue adelante a pesar de los malos agüeros con un disco que no es una obra maestra memorable, como no se podía esperar otra cosa, pero que está a un altísimo nivel.
Miguel Hernández (Fiti)