BABY DRIVER
Sony
Ya solo por los primeros diez minutos de introducción de BABY DRIVER merece la pena tenerla en la estantería. Pero es que además de lo trepidante y gracioso de su trepidante inicio tenemos una esencia clásica en lo que vemos, una banda sonora impresionante y unas escenas de coches a toda velocidad que ni A Todo Gas.
BABY DRIVER es la mejor obra de Edgard Wright y lo hace con coches, violencia y humor, creando sensación de intensidad final en su pequeño drama oculto, ese que se refleja en la infancia de flashbacks de Baby, el joven conductor interpretado por Ansel Elgort. Lo que sigue es una historia de un chico que controla los coches como nadie para salir a la carrera con los atracadores para los que hace de chófer y escapista.
Todo por una deuda con un mafioso intepretado por el actor Kevin Spacey en la cuerda floja en la actualidad en la vida real por sus supuestos abusos. La cinta recorre a lo largo de 110 minutos diversos atracos y una relación de amor que llevará a plantearse todo con la única meta de salir del negocio.
Hay mucha acción, humor, muy buenos momentos y gran interpretación del Ansel, quien le sobran las palabras y le basta la música para hacernos llegar su mensaje. La música de James Brown, The Beach Boys, Queen o Kiss se cuelan en una banda sonora que hace de voz para marcarnos un paso circense que nos lleva en volandas y a toda velocidad a su trepidante final.
Ni nos la tomamos en serio ni a coña, simplemente BABY DRIVER es clasicismo con la acción cotidiana de hoy en Hollywood y un tino musical que atrapa. Su BluRay es efectivo para descubrirla y lo hace con infinidad de extras. Tenemos casi media hora de escenas eliminadas y extendidas, la conducción de Ansel, los animatics, la coreografía y música y comentarios de Wright. Todo envuelve el gusto de un buen lanzamiento.
Álex Cotarelo
