GRISES
«De peces y árboles»
Hook Management
La formación de Zestoa regresa y lo hace con un pulso firme y personalidad propia. «De peces y árboles» es un sólido trabajo que recupera la mejor esencia de la banda, flirtea con esos sonidos tropicales que ya dibujaron en «Erlo» pero bucean nuevamente en los sintes y grandes arreglos de guitarra, todo con optimismo en su contenido.
Es este un trabajo más épico, adornado y guitarrero, lleno de himnos y momentos bailables, oscuros o personales. Eñaut maneja sumamente bien la voz junto a Amancay mientras que la producción brilla en todo momento. Un sonido característico que hace de GRISES un grupo distinto a lo habitual en la escena independiente, y muestran talento y garra en un conjunto de canciones sumamente bien estudiado y escogido.
«El impacto» es un tremendo comienzo, tiene luz y oscuridad consiguiendo ese estribillo marca de la casa, contagioso e intenso, contrastando con el hit bailable y brillante que es «Comida para insectos», un tema que invita al baile, como su vídeo y que ciertamente lleva a pensar en verano en lo musical. De lo mejor que han facturado.
Le pasa algo parecido al buen rollismo que crea en esencia «Papel quemado» con esos teclados tan Grises o «El sueño de A» de aires efectistas y estribillo muy pegadizo. «Mi mejor fracaso» es otro temazo, aquí más tropical recordando a «Erlo» pasando por la magia de «Gato por liebre» otro de los que entran de cabeza. Los efectos de teclado que manejan en «Mi extraña paradoja» también lucen de forma emotiva y épica, con reminiscencias ochenteras.
Lo que consiguen GRISES en «De peces y árboles» es propio de una gran banda, que demuestra muy buen manejo de los tiempos, de las melodías y, por supuesto, de la producción sobresaliente. Un conjunto de canciones que se mueven entre el pasado y presente, para forjar un contenido de temas muy pegadizos que forjan sensaciones.
Miguel Rivera
