BICHOS MUSICALES
GRISES regresa con «De peces y árboles» un disco que les devuelve a su tono más enérgico sin perder de lado el tono bailable que les conocemos. Su nueva gira, planes y momento actual de la banda sirve de hilo en torno a una entrevista en la que hablamos con mucha sinceridad con Eñaut.
Habéis vuelto un poco a los principios en cuanto al sonido en comparación con «Erlo».
Eñaut: Hemos vuelto un poco a los orígenes más guitarreros de la banda pero todo lo aprendido en el camino y lo que hemos experimentado está ahí. No es un paso atrás, es una evolución natural con respecto a «Animales» y «Erlo» fue una especie de paréntesis como el disco «Adore» de Smashing Pumpkins. Quizás perdimos un poco nuestra esencia que recuperamos en directo. Para este trabajo recuperar ese espíritu.
¿Es más fácil llevar al directo este disco?
Sí. Preparar «Erlo» fue un poco locura porque había muchos sintetizadores, los temas empezaban a sonar llevando mucho tiempo. Ese nuevo trabajo «De peces y árboles» es más directo, más sencillo y en el repertorio general encajarán muy bien.
¿Qué feedback habéis tenido en los primeros días?
De momento muy bueno. Al vivir en Zestoa estamos un poco apartados y te enteras más cuando vienes aquí y te cuenta la gente de promo. Tenemos ganas de ver en directo si el feedback es tan real e ir viendo. Pero a la gente le está gustando. Cuando sacamos «Avestruz» como single en el anterior fue un poco sorpresa y alguno dijo que no éramos Grises y ahora no ha pasado (risas).
¿Hay ganas de gira?
Sí, además habrá más conciertos en sala porque antes hicimos muchos festivales y quizás se pierde un poco la esencia. Ahora, aunque habrá festivales, tendremos a nuestro público en una gira de salas larga y arriesgada económicamente pero con la intención de tener a la gente cerca.
En el norte, ¿funcionáis bien?
Es verdad que aquí tenemos más repercusión pero allí es cierto que tenemos respeto, especialmente por parte de los músicos, que saben de ti, que saben dónde nos movemos. Para el público quizás somos más desconocidos pero al final tocamos un montón y se agradece, estás cerca de casa, son menos gastos… y cada vez hay más gente.
¿Crees que hay poco apoyo de la gente a la hora de moverse a las salas a ver a grupos como vosotros?
Sí, es cierto que notamos que la gente a veces no se mueve tanto para ir a las salas. En nuestro caso la gente sabe que estás en festivales y aprovechan para ver packs de grupos. Pero joder, a mi por lo menos me gusta ir a las salas a ver a los grupos que me molan. Creo que es importante animar a la gente a que acuda a las salas.
Hay quizás un concepto equivocado que grupos como vosotros en grandes carteles vivís muy bien de esto.
Totalmente, mucha gente piensa eso de numerosas bandas que luego tienen que trabajar entre semana. Eso el público no lo ve, toda la oscuridad que hay detrás en la música. Es una locura, al final movilizas en nuestro caso 5 miembros del grupo, más dos técnicos, chófer, alquiler de técnicos.. gente que tiene un examen que tiene que hacer todo el trabajo, volver a su ciudad porque trabajas… en fin, es duro, vas haciendo malabares para encajar todo. En ese sentido es una verdadera locura, más todos los gastos que supone la gasolina, hotel para 8 personas, gastos, altas, comidas… pero bueno, al final hay que seguir y lo haces con gusto.
Si del disco no se vive, ¿se puede vivir del directo?
Evidentemente hay gente que vive de ello, pero es difícil. Ahora es verdad que el rock star de antaño no va a darse. Ahora no se venden discos que lancen a las bandas como antaño, más toda la oferta que hay. Puedes vivir un tiempo, vivir regular, pero no es un trabajo sólido, al menos para nosotros.
¿Habéis tenido una trayectoria natural?
Sí, contentos de cómo se han dado las cosas. En «Erlo» nos dimos una especie de capricho que queríamos tener. Alejo vivía en Granada en esos tiempo, componiendo de lejos y trayendo ideas que eran esos sonidos. No pegaban con lo que yo estaba haciendo y fuimos componiendo en ese sentido sin pensar mucho si funcionaría. Ahora nos van a venir muy bien encajar 3 o 4 en directo. Ahora quería expresarme de otra manera y buscar otra vez esa esencia de transmitir con las letras. Manejamos los temas como antaño. Nos hemos adaptado a eso y creo que ha sido muy natural en cualquier caso.
La transformación en acústico de Fnacs, ¿es incómoda?
Es muy diferente, y es difícil cuadrarlo por nuestro tipo de sonido. Pero es verdad que hay gente a la que le gusta. En «Erlo» nos negamos a hacerlos porque había temas con poca letra también. Ahora más rodados le vas cogiendo el gustillo pero es complicado, otro tipo de show completamente.
Cuando leéis críticas, ¿que os suponen?
Hombre, siempre quieres que tu disco guste. Una crítica mala intentas que no te afecte aunque lo hace, pero lo importante es que guste al público. Si es constructiva no importa tanto, pero las despectivas sí, porque detrás hay mucho trabajo.
Tres años de cárcel para un rapero por hablar en twitter. ¿Supone un paso atrás en la libertad de expresión?
Sí, tiene que haber libertad. Las redes son quizás algo peligrosas en ese sentido pero condenar a alguien por decir cosas es muy fuerte. Costó mucho conseguir la libertad de expresión y hay que cuidarla.
¿Qué esperas de este año?
Que en las salas hay apoyo porque hemos hecho un esfuerzo muy grande. Esperamos que guste el disco y que nos apoyen en los conciertos.
Miguel Rivera