DENIRO – «De las cenizas al cielo»
Kasba, Lengua Armada
Hace unas semanas tuve el gusto de asistir a los estudios Sandman junto a otros compañeros de prensa y el grupo DENIRO para escuchar en primicia los temas del cuarto disco de la banda. «De las cenizas a la gloria» me dejó sensaciones encontradas, de esas que necesita de más escuchas tranquilas para forjar una opinión.
Bien, con el disco en la mano toca dar la enhorabuena a Nano, líder de una formación poco consistente en cuanto a miembros del «equipo» pero sí en su sonido. La formación se renueva y en este cuarto disco, con tercer cantante al frente, el resolutivo Tarque Ruiz , quien con su estilo agudo que no de gritos en alto, deja buena impronta en unos temas que además firma en gran parte de sus letras.
Once nuevos cortes que cumplen dejando un buen sabor que va a más con cada escucha, por eso personalmente he preferido tomarlo con calma y saborear cada canción del disco. Sorprende la energía, ganas e ilusión que pone Nano en todo lo que hace. Diversos proyectos musicales e incansable con su sello Lengua Armada. Lejos de desanimarse reconstruye la banda con Javi Lisón a la guitarra, Dani Fernández a las baquetas y Álvaro Tenorio (Hamlet) al bajo.
La formación funciona y vuelve a demostrar su buen tino para las melodías y estribillos contagiosos, todo con un rock pulido de buen gusto. Desde que comienzan con «Deniro» con la mezcla que conlleva los ritmos de Kelo Gamboa y MARS de Habeas Corpus, para explotar en una parte central de rock mainstream.
Melódicos y emocionantes «De las cenizas al cielo», ritmos más funk en «Mi compañera»con José De Castro y Zigor DZ (Esne Beltza) pasando por la especial «No se puede superar» donde Dave anterior cantante de la banda se mezcla con mucha sinceridad y elegancia junto a Tarque.
Hay rock de esencia clásica como «Ha llegado el rock & roll» junto a Marta de Sex Museum y rigor guitarrero con el talento del mago de las seis cuerdas Jorge Salán. También brilla el medio acústico «El adiós» y si en algo siempre han destacado es por su brillantez a la hora de forjar cortes instrumentales, aquí moderno y oscuro lleno de ritmo en «Iceland».
Un trabajo de rock abierto, de inteligentes colaboraciones que ponen el punto y la variedad a un disco equilibrado en su diversidad como un nuevo renacer para la banda.
Miguel Rivera