LAVIDA – «Lavida»
BMD Música
Siempre es un honor que un grupo confíe en tu trabajo a la hora de hablar de ellos, pero lo es más cuando la propuesta que te plantean es tan digna, fresca e ilusionante como la de LAVIDA. El cuarteto madrileño compuesto por Emi Sánchez (Voz), Jhony Sánchez (Bajo), A. Niño Sánchez (Guitarra) y Óscar Sánchez (Batería) ha querido entender su aventura musical como algo vital con la que sentir al máximo.
El sentimiento musical y las ganas de ofrecer algo desde el corazón pensando en uno mismo es lo que nos lleva a un exquisito debut, un grupo alocado por vivir una aventura en la que huyen de los sonidos habituales para forjar, a fuego, un rock melódico con tintes emocionales y estribillos contagiosos, todo bajo un brillo musical que adereza su sonido hasta máximos insospechados.
Un disco homónimo completamente disfrutable, de los que acabas haciendo boca oreja por los ingredientes tan bien escogidos que han introducido en un plato musical notable. El grupo plasma su diversidad musical en cuanto a gustos, cierta esencia internacional para cantar en castellano explotando un rock de registros melódicos muy personales.
Temas como “Mi revolución”, donde Emi se introduce en nuestras cabezas con voz melódica y contagiosa, bajo unas estrofas de tranquilidad esquiva potenciado un estribillo de gran intensidad. Buscan un rock modernizado en el que dan protagonismo a los sintes, «Domingos de luz» dibuja ese rock pegadizo con juego de voces dobladas y enérgico. «Modo zen» o «Hambre y pan» respiran romanticismo por un lado y modernidad por otro.
Se manejan bien en tiempos de aires funk como «Estáticos» siempre con ese áurea modernizada, que destapan pisando el acelerador en «La velocidad del tiempo» y tiran de emocionante épica en «Cantos de sirena». Han querido también contar con dos colaboraciones muy bien escogidas “Las distancias” con Gabriel de la Rosa de Shinova, quien imprime ese sentimiento necesario junto a Emi. Y “Funambulista” un rock que crece con los segundos explotando en un estribillo contagioso junto a Sean Marlhom de Dinero, en uno de los cortes con más gancho.
Es así como, sin darnos cuenta, habremos vivido LAVIDA al máximo, un disfrute emocionante de rock personal en una montaña rusa de sensaciones, que de esto va «Lavida», esa que el gran Andrés Montes alababa con su grito de guerra «La vida puede ser maravillosa» algo que cuarteto se ha tomado tan en serio.