DESPISTAOS
La Riviera, Madrid
08/06/2019
Lo de DESPISTAOS es uno de esos regresos musicales de los que dan fe y alas a las bandas y es que, tras un parón de varios años y ciertos cambios en su seno, su vuelta musical está siendo tan convincente como emocionante. Lo está siendo tanto para ellos como para nosotros, el público, ese que de algún modo han renovado y rescatado también, consiguiendo captar nuevos oyentes, manteniendo muchos fieles y sumando jóvenes que a a día de hoy conocen su famoso y antiguo hit “Física o química”.
Dani, Krespo, Lázaro y Pablo han conseguido, en estos dos últimos años, devolver la fe tanto en ellos como para ellos mismos, sabedores de lo difícil que es regresar y realizar, con tan buen hacer, nuevas canciones. A su vez, demuestran sus ganas en directo, con fiabilidad y humildad, la que siempre les ha caracterizado. Dos EPs como anticipo de “Estamos enteros” un disco más meloso de lo habitual, la madurez compositiva quizás conlleva estas cosas, pero ese talento y firma tan personal intacta.
Todo ello ha servido para devolverles a los festivales, cuando nunca fueron mucho de ellos ahora son un gran reclamo, en la memoria guardo con los pelos de punta esa congregación de 50000 personas en el Arenal Sound de hace dos veranos. Desde entonces, solo he visto crecer y pasárselo bien a un grupo que en los últimos meses se ha movido por Latinoamérica, haciendo su particular “pasito a pasito” sin miedo y con los pies en el suelo, sumando eventos y conciertos ahora en festivales de ese verano que vamos a iniciar.
Antes de ello, tocaba su salto a La Riviera de Madrid, devolviéndoles a lo alto de la escena con su fórmula de siempre y un buen puñado de canciones nuevas que en directo funcionan y muy bien, tanto como la química (nunca mejor dicho) que proporcionan los cuatro, divertiéndose y divirtiendo.
“Estamos enteros” es ese corte enérgico que afianza que siguen muy vivos y con ganas, una forma de comenzar que se metía a los madrileños en en bolsillo tirando de legado “Como antes”, el ritmo optimista de “Mañana por la mañana” y lo contagioso de sus hits “Ruido” o “Estrella” donde Dani ha ganado en voz con los años. Temazos que sonaban del tirón, sin pausa, con las pilas puestas y los pelos locos, desatando la locura de un núcleo de gente tan variado como inteligente de quien sabe acude a una gran fiesta musical.
Sabíamos que tendrían invitados, el primero un Sean para el que Dani reclamaba el reconocimiento a una de las grandes bandas de rock de la última década, Dinero. Con él llegaba “El silencio” pero como canción, porque las voces se alzaban con ellos para corear su estribillo.
La energía de Despistaos va de inicio a fin, los años no importan para quien disfruta. Y como mejor se disfruta es con amigos. Invitaban a Eclectica (sus teloneros) en “Casi siempre casi nada” y recibían con clamor popular a David Otero en una estupenda “Las cosas se me olvidan” mientras que el productor Tato Latorre tocaría con ellos en la emotiva “Vuelve a verme” recopilando cuatro colaboraciones bien escogidas con las que ofrecer más inventiva a su actuación.
Turno para dos canciones que en sus títulos reflejan bien el momento. “Volveremos” a lo que Dani había añadido “seguro que pronto”viendo la acogida del público y cómo no, educados ellos dándonos las “Gracias” en una de sus canciones más queridas. Entre medias habíamos disfrutado con “Y mírame” otra de las que encienden a su gente o “Mi accidente preferido” un single que ha funcionado y que sobre las tablas demuestra, como muchos otros temas nuevos, que la banda funciona tanto en lo antiguo como en lo más reciente con su gente, misma reacción que es pura dopamina.
Bis para volver a escenario en su momento más meloso cuando Krespo con acústica y en solitario tocaba “Un beso y nada más” a lo que seguiría tal cual un sentimental Dani en “Quién te acompañará” para después sumarse la banda en la parte más romántica de su directo. Y para volver al pulso que habían mantenido llegaban los gritos ante “Caricias en tu espalda”. Pero como no podía ser de otra manera, con los primeros acordes de “Física o química” los saltos y miradas cómplices nos hacían recordar aquellos años mozos para finalizar con emoción “Cada dos minutos”.
Qué se puede decir, entrega, actitud, buen hacer, solidez y disfrute el que contagian encima del escenario. Pero ante todo encontramos humildad, tanto la de ellos como personas como de grupo, cuatro tipos que confían en lo que hacen y que, sin duda, viven una segunda juventud razonadamente bien escogida. Esa que llevaba a agotar una Riviera que disfrutó, con diversas generaciones de oyentes al frente, del buen hacer de unos Despistaos más centrados que nunca.
Texto: Miguel Rivera
Fotos: Roberto Almendral
