No cabe otra, hay que rendirse a sus pies. La banda inglesa FOALS completa el ejercicio que comenzaran en marzo con la edición de “Everything not saved will be list part 1” para complementarlo con la segunda parte de un doble disco que culminan hoy.
La formación consigue un blockbuster musical de indudable categoría, y todo en dos discos que pueden escucharse y entenderse por separado pero que, juntos, le confieren estatus de grandísima doble obra
Su vocalista y líder, Yannis Philippakis vuelve a hacer la labor de productor, confiriéndole un sonido tan propio como rockero, porque si en la primera parte jugaron con sonidos frescos, a veces tropicales como suelen gustar y muy bailables, aquí la banda cierra el ciclo que habla de seguir adelante sobre ruinas con mucha energía.
Es este un trabajo de rock, puro y duro, lleno de riffs y cierta distorsión, con dos intros instrumentales y solo algún tema lento que conjuga a la perfección con la garra que desprenden en el resto.
Demostraron pulso y su personalidad sonora en la generosa “The runner” de estribillo pegadizo y poderoso. Calidez que va in crescendo en el subidón musical de rock con gancho de “Wash off” pieza estupenda que contrasta con lo alternativo y musculado de “Black bull” el que fuera primer adelanto. Yannis se apoya en unas guitarras con mucho cuerpo para conferir a la voz una mayor agresividad. Tenemos densidad sonora y chulería de clásico como “Like lightning” a un rock más oscuro y stoner como el que desprenden en “10000 feet” para un final más melancólico con dos emocionantes y climáticas “Into the surf” y “Neptune”.
Una demostración, la de FOALS, de gran banda que, en dos discos, ha mostrado ser un blockbuster musical de calidad endiablada e inconformista.
