TODO CAMBIA… PARA BIEN
La cantante y guitarrista ISABEL MARCO lleva un año de no parar y, además, con un gran e ilusionante cambio, el que trae un bebé. La artista no ha tardado ni un año para dar continuidad a su debut y con «Nada será igual» nos presenta un segundo disco al que ha dado forma mientras se formaba dentro su recién nacido, David. Con las emociones a flor de piel pero dando cabida a diversas historias en sus letras, Isabel crece como compositora y persona, algo que se deja notar en nuestro encuentro en Madrid. Queda claro que nada será igual.
«Nada será igual», ¿cómo ha sido crear un disco a la vez que estabas embarazada?
Pues de forma muy emocionante la verdad. La primera canción fue esa misma, “Nada será igual” que habla de ello, y que da título al disco. A partir de ahí la tripa crecía a medida que avanzaba el disco, ha sido un momento álgido de creatividad, y también tuve un embarazo muy normal lo que ha ayudado mucho. Lo que más cambia son las cosas que dejas de hacer porque ocupas mucho más (risas) pero sin dejar de hacer vida y dando conciertos. Ha sido muy bonito, a veces ensayando los temas, especialmente el compuesto para Daniel, no podía porque se me quebraba la voz de la emoción.
Ha pasado poco tiempo desde el primer álbum…
Sí, es cierto, pero no tenía claro que fuera a ser tan rápido. Tenía idea de meterme en estudios grabar pero sin saber cuántas canciones tendría. Lo único que sabía es que grabaría con los mismos músicos que con “Quiero ser agua” y que sería en Ovni Estudios. Lo demás todo ha sido sobre la marcha.
¿Qué te lleva a grabar con Pablo (Desakato) nuevamente?
Principalmente porque ya habíamos trabajado juntos y había confianza máxima. Con Insolenzia habíamos trabajado con Iker en El Sótano en Pamplona y quería probar cosas nuevas. En uno de nuestros viajes a ver a la familia de Daniel en Asturias, aprovechamos para hacer una visita al estudio, pero bastante antes de mi primer disco. Necesitaba que el productor fuera alguien conocido, que tuviera complicidad y conocíamos a Pablo hacía mucho. No quería empezar de cero porque además soy una persona bastante tímida.
Hablando de timidez, ¿no es extraño siendo un músico que tiene que subirse a un escenario?
Cambia mucho, y te lleva a olvidar esos miedos. Todo cambia cuando te subes delante de la gente a tocar, estás haciendo algo que te gusta y pasional y te desinhibes porque quieres mostrárselo a la gente, aunque tenga nervios siempre justo antes.
Muchos músicos tienen hijos, pero, ¿crees que se compaginará bien?
Lo iré viendo, pero la gente trabaja y tiene horarios estrictos o turnos y saben llevarlo. La clave creo que está en la red familiar y que estemos unidos, porque un hijo es una gran tarea, pero teniendo una pareja, apoyo familiar y demás, lo que toca hacer es reorganizarte horarios.
¿Cambiará mucho la gira con respecto al anterior disco?
Sí porque ahora iré con banda, y no tan desnudas con guitarra y voz como antaño. Ahora el cambio será muy rockero al ser en eléctrico, tengo muchísimas ganas.
La mujer, ¿ha ganado presencia dentro del rock en España?
Yo creo que sí, especialmente en redes, viendo como hacen cosas muy llamativas, con grupos de chicas al completo, con cosas que decir, con todo tipo de instrumentos… creo que en las redes se están haciendo notar. Lo que ya dudo un poco es su presencia en carteles de festivales, ahí falta espacio aún para nosotros, aunque el fútbol parece que empieza a abrir puertas porque hay mujeres muy válidas circulando y haciendo cosas increíbles.
Las redes sociales, ¿tener muchos seguidores refleja realmente el feedback de un grupo?
Pues es un poco ambiguo todo el tema de las redes. Puede que haya muchas visualizaciones y que luego no arrastre a esa gente a verles en directo. El público se acostumbra mucho a las plataformas y hay que hacer un poco de fuerza para que ese “fan” en redes se traduzca en gente en directo.
¿Nos hemos acostumbrado al consumo muy rápido de música?
Sí, es difícil saber la fórmula adecuada. El público se ha acostumbrado más a los singles y al final no presta atención a los temas, solo a cosas sueltas. Creo que pasa especialmente con la gente más joven. El ritmo de vida que llevamos conlleva que vayamos rápido en todo, también a la hora de escuchar música.
Como músico y persona, ¿ves mejoría con respecto al primer disco?
Sí, totalmente, estoy más segura, hemos tenido más tiempo, esa relajación ha dejado más espacio para que las composiciones tomaran más forma. El haber pensado en las canciones con banda también cambia el chip y el resultado se nota.
No sé si la etiqueta indie ha comido terreno al rock en sí.
Puede que sí, pero creo que los compositores de indie, al menos algunos, tienen incluso algo más contestatario en los últimos tiempos que algunas bandas de rock. Por ahí quizás también es donde se ha agarrado un público en un momento concreto. Pero sí que es verdad que han sabido crecer mucho mejor que muchas bandas de rock.
Los músicos, ¿sois un poco presa de las visualizaciones y reproducciones?
Yo creo que sí, no somos esclavos pero sí te mantienes al tanto. Yo voy a seguir haciendo lo que me sale de dentro. Si hiciera trap o alguna corriente actual, no sería feliz ni es lo que me gusta, independientemente de que pudieras funcionar. Evidentemente sí que guardas atención al feedback del público, porque es un termómetro también y te gusta saber que gustas. Pero eso no define la manera de actuar, aunque nos gusten los likes.
¿Cuánto ha influido el baby en el disco?
Pues mira, no quería dedicarle un disco entero ni buscaba repetir la misma temática en varias canciones. En el primero hablé por ejemplo del empoderamiento de la mujer y podría haber repetido pero no es lo que me pedía el cuerpo porque había muchas cosas de las que hablar.
