PROCESO EN SOLITARIO
Cosas de la vida. Pedro Fernández cantante de La Fuga ha aprovechado para, durante el tiempo de descanso de la banda de Reinosa, dar a luz su primer disco en solitario. RAZKIN es el título del mismo, como su proyecto, en honor al apellido de su madre. Y como decía, por cosas de la vida ha coincidido esa «soledad» marcada de un álbum en solitario con la soledad que conlleva un tramo de nuestra vida marcada por un virus y la reclusión. No pasa nada, su música servirá de acompañamiento y esperanza a una salida en la que más pronto que tarde, aprovecharemos seguro para reencontrarnos, con los nuestros y con su música. Aprovechamos para hablar con él desde la reclusión.
¿Qué te lleva a dar este paso?
La necesidad de seguir haciendo canciones y trabajar con otra gente, en fin, aprovechar el tiempo de letargo fuguero.
Lo de usar tu apellido para el disco en solitario, ¿lo tuviste claro?
Si, siempre usamos el apellido del padre pero quién verdaderamente lo merece son las madres, las verdaderas luchadoras de la historia.
Desde tu entrada en La Fuga, ¿qué has podido aprender?
No dejo de aprender, de todo y de todos con los que trabajo. Con La Fuga he aprendido a valorar lo importante que es de vez en cuando, parar.
¿Qué futuro espera a La Fuga?
Pues cuando termine las presentaciones de Razkin, supongo que el natural, grabar otro disco y salir de gira.
¿Son temas que has forjado en estos meses o en tiempo prolongado?
Hay una canción que hice hace muchos años, justo antes de entrar en la fuga. Se llama «HOSTAL», el resto de canciones las he ido haciendo en estos 2 últimos años.
Vivir entre Reinosa y Pamplona, ¿cómo es?
¡Un coñazo! Jajaja… Los ensayos con La Fuga son en Reinosa, osea, tres horas y media de ida y otros tantos de vuelta. Se hace pesado, pero más pesado es la hostelería o tantos otros curros que he tenido.
¿»Hostal» es reflejo de la vida de un músico?
Podría ser perfectamente. En la canción habla de una mujer que al final tiene que vender su cuerpo para seguir llevando el tren desfasado de vida de los 80, pero perfectamente se puede extrapolar a la vida de un músico.
En ese tema hablas de los 40, ¿sigues con la ilusión intacta de los 20?
Sí, totalmente. Me encanta hacer canciones, grabarlas y salir de gira. Creo que ya no sabría vivir sin ésto.
En tu opinión, ¿qué es lo mejor y lo peor de la vida de un músico?
Lo mejor es vivir de lo que te apasiona, ante eso no hay nada igual. Y lo peor quizás es estar continuamente expuesto a la opinión externa. Generalmente lo llevo bien.
Hace poco lanzabas tu primer libro, “Pedradas”, ¿cómo ha sido la experiencia?
Es una experiencia preciosa la verdad. Nunca hubiera imaginado escribir un libro. Espero volver a repetirlo.
Imagino que entrar en festivales es difícil sacando disco a estas alturas.
Si, y más con la que se está liando con el coronavirus, pero si no es éste verano, será el que viene.
¿Qué recuerdos tienes de tu etapa con Mr. Fylyn?
Buff.. cojonudos… Mucha ilusión y lucha en equipo para hacer algo grande. ¡Buenos tiempos!
¿Han quedado temas en el tintero?
Si, y sigo componiendo..
Lo mejor del disco es que suena a ti y no es una continuación de La Fuga, ¿qué opinas?
Eso me están diciendo sí… pues me parece que hemos conseguido el objetivo que quería. Buscaba hacer algo diferente, variado. Y lo hemos conseguido.
A la hora del directo, ¿con qué músicos vas a contar?
Por ahora con los de la grabación. Iremos viendo conforme empiece la gira porque el guitarrista, Juan Zagalaz, vive en Málaga y está complicada la logística para ensayos etc.
A la hora de lanzarse en solitario, ¿qué se intenta conseguir?
Salar a la luz otras versiones de uno mismo. Crecer como músico trabajando con otras personas, otros instrumentos y otro estilo.
En tu tiempo libre, ¿a qué te dedicas?
Me gusta leer, me gusta pasear por Pamplona por las mañanas y estar en casa. Cada vez soy más casero.
¿Te quedan sueños por cumplir?
Siempre. El día que alguien no tenga sueños por hacer y cumplir, peligro.