IRA Y FUEGO
El grupo COBRA está de vuelta. «Fyre» es su nuevo legado, seguramente su disco más ambicioso. La banda, que cuenta con David González (Berri Txarrak) y Ekain Elorza (Morgan) en sus filas, se ha tomado muy en serio esta nueva etapa en la que el propio David, va a poner ahora toda su energía. Aprovechando estos días de «recogimiento», quisimos hablar con él para que nos contara cómo ve y vive esta situación, el nuevo devenir de la banda, lo que vendrá después o su etapa final con Berri Txarrak, entre otras muchas cosas.
«Fyre», buen título para un disco incendiario en canciones y sonido, ¿qué opinas?
Gracias, fue una de las primeras propuestas encima de la mesa y finalmente la elegida. FYRE definía perfectamente la situación en la que estábamos y lo que queríamos transmitir con las canciones nuevas que estábamos escribiendo. Además de fuego, también significa cuatro (en norn, una lengua escandinava ya extinta) siendo este último disco el cuarto de nuestra carrera. El fuego es un elemento con mucha fuerza, tal vez algo manido pero en este caso nos era muy eficaz para intentar transmitir esa energía renovada con la que volvíamos al local para ponernos manos a la obra.
¿Es vuestro disco más profesional, el más ambicioso?
El más ambicioso sí. Ha sido un disco muy especial teniendo en cuenta la situación del grupo. Estuvimos más de medio año parados por petición mía, tenía por delante la despedida de BTX y quería estar centrado en ella. Tras muchas dudas, fue en verano cuando nos juntamos y decidimos hacer un disco nuevo con una única condición; después de 15 años de trayectoria teníamos que darle una vuelta de tuerca a nuestra música, era hora de integrar nuevas sonoridades y dejarnos llevar por otros caminos en busca de un aliciente musical que avivase la propuesta del grupo. Para ello empezamos a ensayar en septiembre con cierta asiduidad semanal y después de mucho esfuerzo e ilusión, mezclado con todas esas dudas que se dan en un proceso de creación, llegamos a febrero listos para entrar a grabar. El resultado de todo ello es FYRE, sin ningún tipo de duda, nuestro mejor disco hasta la fecha.
¿Cómo es la relación entre los cuatro músicos? ¿es Cobra la prioridad ahora para algunos o sigue siendo una válvula de escape compositiva?
Empezamos en esto para pasar un buen rato y disfrutar haciendo lo que más nos gusta, tocar en directo y hacer canciones. Somos cuatro amigos unidos por nuestra pasión, que es la música y eso ha hecho que tengamos una relación de amistad muy duradera y sólida. La trayectoria de este grupo no ha sido fácil. La situación de cada uno de nosotros siempre ha sido muy diferente en cuanto a prioridades se refiere. Eso ha supuesto ser una banda muy intermitente y a veces ha sido un tanto frustrante para más de uno. Aún así hemos tirado para adelante y ahora nos encontramos en un mismo camino y queremos aprovecharlo. Queremos dedicarle todo el tiempo y la predisposición que este nuevo trabajo se merece y para ello nos vamos a volcar plenamente en ello. En cuanto toda esta avería acabe intentaremos llevar lo más lejos posible nuestra música y esperamos veros a tod@s en los conciertos, que es donde realmente nos sentimos más cómodos, encima de un escenario.
Tras Berri Txarrak, ¿qué supone ahora en tu vida Cobra?
Ahora mismo es una prioridad. Me siento en deuda con la banda y quiero devolverle todo ese tiempo que anteriormente no he podido dedicarle por mi compromiso con Berri Txarrak. COBRA se formó hace ya 15 años y 11 de ellos los he tenido que compaginar con BTX. Mi disponibilidad ha sido menor de la que me hubiese gustado. Es por eso que ahora me toca unir fuerzas con mis compañeros de banda y exprimir al máximo este disco que, creo que lo merece.
Hay mucha tralla en este álbum, muy canalla todo y malhumorado en el mejor sentido, rabia desatada, ¿era lo que buscábais desde un comienzo?
Estamos muy contentos con el resultado y parte de culpa la tiene el haber tomado los mandos de la producción del disco junto a Xanpe, nuestro técnico de sonido que conoce perfectamente la banda y sabe cómo hacerla sonar. Para ello hemos estado un mes en el estudio trabajando duro y teniendo muy claro qué es lo que queríamos. Es la primera vez que le dedicamos tanto tiempo al proceso de creación (seis meses) y el hecho de llegar al estudio con todo muy avanzado y muy claro ha ayudado mucho. A lo largo de un mes hemos tenido tiempo de matizarlo todo; base rítmica, sonidos de guitarra, arreglos y lo más importante, las voces. Esta vez hemos hecho mucho hincapié en las líneas y melodías de voz y creo que eso ha marcado definitivamente la diferencia.
Con Ekain en Morgan, siendo esta una de las bandas con más compromisos en vivo de la escena, ¿cómo compagina Cobra con el resto?
La situación de Ekain en COBRA siempre ha sido complicada. Lleva muchos años viviendo en Madrid intentando hacerse un hueco en la música y por fin lo ha conseguido. Morgan están viviendo su momento y tienen que aprovecharlo y nosotros nos alegramos muchísimo por él, son una gran banda y todavía tienen mucho que hacer y muchas alegrías por vivir… Desde hace ya tiempo que, a pesar de ser miembro de COBRA, su único compromiso y esfuerzo es el de grabar los discos. Llevo muchos años tocando con él (incluso antes de COBRA) y creo que es una pieza imprescindible en las canciones y el concepto de COBRA.
En cuanto a Berri, haciendo un pequeño resumen, como fueron los meses de despedida en directo? ¿qué recuerdo guardas de vuestra actuación en el WiZink Center?
Fue un año complicado. Las energías no eran las mismas para todos y lidiar con eso no fue fácil. Aún así lo hicimos, creo que le dimos la despedida que la banda merecía, fueron 25 años de una trayectoria prácticamente intachable y la gira de “Ikusi Arte” nos sirvió para despedirnos de todos los seguidores a los que tanto les debíamos. Respecto al concierto en el WiZink fue una guinda más en el pastel, todo un logro para una banda cantando en euskera. Es uno de esos recuerdos que me llevo para siempre.
Vivimos en una cuarentena inesperada, ¿cómo te ha pillado todo esto?
Es una situación rara que me pilla completamente fuera de juego. Es duro ver como todo se tambalea después de haber trabajado tan duro los últimos meses y es jodido tener que lidiar con la sensación de que todo se desvanece. Aun así pienso en el gran disco que tenemos entre manos y eso me levanta el ánimo, me da la energía suficiente para mirar hacia delante, esperanzado. Lo único que nos queda ahora es compartir y expandir por internet lo máximo posible nuestra música y esperar a que todo esto se normalice y podamos volvernos a subir a un escenario a compartir con la gente nuestras canciones. Esperemos entonces recibir la respuesta de tod@ ellos, mientras tanto habrá que esperar.
Como banda por un lado y como persona por otro, imagino se han caído muchos planes.
Hemos tenido que suspender/retrasar unos cuantos conciertos y dejar en el aire el resto de la gira de presentación del disco. Ahora toca esperar para ver cómo se van dando los acontecimientos y así poder reaccionar e intentar reubicar los bolos e intentar salir a la carretera a presentar el disco lo antes posible. A nivel personal más de lo mismo, mi prioridad este año era FYRE y ahora mismo la sensación de impotencia es la que prima, mientras tanto no queda otra que esperar y ser responsable, cuidarse y ser paciente. Aún así esto no va de uno mismo, es algo que atañe a la inmensa mayoría de la gente. Habrá situaciones muy jodidas así que, desde aquí ánimo a tod@s. El segundo corte del disco, “NO MIRACLES”, habla un poco de esto. Tenemos que mirar hacia adelante y plantarle cara a lo que venga, sin buscar excusas, cambiar lo que no nos guste (o aceptarnos tal como somos) y tirar para adelante, luchando, con esfuerzo y sacrificio. ¡No existen los milagros!
Hablaba con una actriz el otro día en la que de algún modo era necesario parar. ¿Crees que nos hemos impuesto un nivel de vida en cuanto a velocidad en la que ya no disfrutamos las cosas?
Lo más jodido de esto es ver cómo en una situación como la que nos encontrarnos no seamos capaces de poder frenar en seco, parar, pensar y lo más importante, cuidarnos nosotros mismos y cuidar de los nuestros. Pienso mucho en eso, en el tinglado que hemos montado y la imposibilidad de poder frenarlo. Vivimos en un sistema capitalista y consumista tan atroz que ante una situación tan delicada y peligrosa tenemos que anteponer la economía a la salud de las personas. No soy muy optimista con todo esto, no creo que sirva de mucho lo que está pasando para que cambiemos nada, no a largo plazo desde luego. Una vez salgamos a flote seremos tan capullos de olvidarnos tarde o temprano y seguiremos viviendo de la misma manera que antes… no sería la primera ni la última vez que lo hacemos.
Estando en casa hay tiempo para todo, especialmente para escuchar bien discos completos, algo que como la vida en sí, se hacía mal y rápido, escuchando más singles sueltos. ¿De todo esto podemos sacar alguna lectura positiva?
A priori esa es la idea pero tengo serias dudas con esto. Se dice que el consumo de música está cayendo desde el confinamiento y es posible que haya motivos para ello. Mucha gente está acostumbrada a escuchar música en el coche, de camino al trabajo, en el transporte público, con cascos andando por la calle… Y todas esas costumbres ahora mismo han desaparecido. A todo esto hay que sumarle la sobre-información a la que estamos expuestos y por ello es complicado extraerse de lo que prima ahora mismo; una pandemia mundial. Espero estar completamente equivocado pero esa es mi opinión a día de hoy, creo que hay demasiada saturación de información como para conseguir atraer la atención de la gente de una manera continua.
La portada resume el sonido y el contenido musical de Fyre, ¿podemos extrapolarlo también a la situación?
Ritxi Ostáriz ha sido el encargado del diseño de FYRE y tenemos la sensación de haber conseguido lo que buscábamos, una portada con mucha fuerza visual. Queríamos dar un giro en la estética que teníamos con los anteriores discos y para ello era primordial meter color y así poder reivindicar ese renacer musical. Creo que ese rojo define perfectamente la energía que tiene este nuevo disco.
Es verdad que la portada podría definir perfectamente lo que nos ha pasado como sociedad, vamos tan al límite con todo que hemos acabado ardiendo. También es un buen guiño a la portada de “Scanners” de David Cronenberg.
Como músicos, como autónomos, ¿se vive ahora más que nunca en una incertidumbre? En este estado, ¿se pueden hacer planes a medio plazo?
Todo aquel que intenta hacerse un hueco y vivir dignamente del arte o la cultura siempre ha estado en una situación de incertidumbre constante, así que para muchos esto no es nuevo. Lo jodido viene cuando esta inestabilidad habitual se ve alterada por una situación extraordinaria como la de ahora. La cosa se pone fea para mucha gente, sobre todo viendo que va para largo. Si antes todo el mundo tenía que hacer malabares para tirar hacia adelante, imagínate ahora que no hay margen de movimiento alguno. Son tiempos complicados para mucha gente y lo único positivo que veo en todo esto es que tendremos que reinventarnos y esforzarnos. Se dice que en época de crisis el ingenio y la creatividad afloran, así que esperemos que así sea para tod@s y todo esto nos traiga como consecuencia más calidad y propuestas interesantes.
Y en lo que respecta a cuando salgamos, ¿crees que la gente tendrá ganas de asistir a sitios con más personas, o eventos multitudinarios como festivales o que nos invadirá el miedo y el cuidado en los próximos meses?
Más que invadirnos el miedo a nosotros veo que las restricciones nos vendrán dadas y en consecuencia será difícil y cuestión de tiempo poder volver a la normalidad. Y eso es algo que para la industria de la música (además de muchas otras) va a ser un mazazo muy gordo. Realmente no sé muy bien qué es lo que pasará pero si tengo claro que habrá que tener paciencia.
¿A qué dedicas tu tiempo en estas semanas de confinamiento? ¿vives en una casa acorde a la situación para llevarlo mejor todo?
Vivo bien, no me puedo quejar. Sobre todo teniendo en cuenta las diferentes situaciones que tiene que haber por ahí, eso es un hecho y habrá mucha gente confinada en casas muy pequeñas y en situaciones familiares complicadas. Yo personalmente no me permito el lujo de quejarme, tengo comida, agua, luz, calefacción, internet… muchos deberían de sentirse más afortunados y poner en práctica el respeto y la responsabilidad ante esta situación. Estamos encerrados en casa, no cumpliendo condena en una celda de 3 metros cuadrados.
Mi día a día imagino que es como el del resto. Intento mantener rutinas tocando el bajo, haciendo deporte, promocionando el disco nuevo en RRSS, cocinando, leyendo, viendo cine…
Las redes sociales están sirviendo para conectar aún más con el público por parte de los músicos, lives, directos en instagram… ¿tenéis pensado o estáis haciendo algo aprovechando que coincide con la reciente salida del disco?
Tengo la sensación de que hay demasiada saturación en RRSS, una cierta ansiedad por intentar captar la atención de todo el mundo y eso no creo que sea bueno, puede llevar al rechazo consiguiendo el efecto contrario. Es por eso que con COBRA estamos intentando medir todo lo posible el exceso de promoción en todos los aspectos. Hay que tener en cuenta que acabamos de sacar un disco y es cierto que no tenemos más margen de movimiento que las RRSS para promocionarlo y hacer algo de ruido pero eso no significa que haya que machacar todo el rato y a todas horas. Es difícil pero intentamos medirlo lo mejor posible. Todas las iniciativas de bandas, solistas y demás me parecen bien pero lo dicho, ahora mismo creo que hay demasiada oferta y está todo tan saturado que a mi personalmente me cuesta mantener la atención en algo concreto.
Cerramos, ¿contento con el resultado de cómo ha quedado «Fyre» en todos los aspectos?
Estamos encantados con las nuevas canciones, suena a tópico pero tenemos la sensación de poder decir bien alto que tenemos el mejor disco posible. Ojalá todo el mundo piense lo mismo. ¡¡Salud!!