Como todos ya conocemos y dada la actual crisis sanitaria, son muchos los festivales que han decidido o bien suspender la edición de 2020 o aplazar y mover sus fechas a septiembre y octubre con la esperanza de que se puedan celebrar, si bien será difícil entender que puedan llegar a celebrarse en la actual situación. Mientras el Gobierno no dicte y proponga la «fuerza de causa mayor» los eventos siguen sin mover fechas para algunos eventos que tendrían lugar en julio o agosto. Otros, ya están confirmados para el mes de octubre, el que podríamos denominar «nuevo verano festivalero» en 2020. Mientras conocemos qué o no se hará, desde la dirección de uno de ellos, el MONTGOROCK XÀBIA FESTIVAL trabajan en un nuevo formato de festival.
El evento, que iba a tener lugar en el puente de San Isidro, el fin de semana del 15 de mayo, ha movido sus fechas a los días 25 y 26 de septiembre en el mismo sitio. Su organización ha promovido un nuevo formato para mantener la distancia de seguridad e incorporando nuevas medidas seguras para evitar contagios por el coronavirus.
Al formato se le ha llamado “Sistema Marko»© sumaría medidas que garantizarían de manera importante la seguridad y garantía para los asistentes y podría ayudar a una posible celebración de conciertos y festivales de mediano y gran formato, que ante el actual panorama se encuentran suspendidos. El mismo consiste en una parcelación de zonas pequeñas o denominados «palcos» de 150 metros cuadrados y acotados por vallado de 1,50 metros de altura, con aforo máximo de 50 personas.
Habría un arco de admisión en la entrada de cada palco, por el que solo es posible pasar con una pulsera electrónica que daría acceso a cada usuario correspondiente sin posibilidad de acceso a otros. Este sistema llevaría el conteo de los asistentes que hay en cada palco, así como los que entran y salen en cada momento. Cada 4 palcos, contaría con una barra central que daría el servicio de la bebida. Además, un servicio de comida que se pediría en la misma barra, en entrega con carritos por los pasillos hasta la barra haciendo ahí la entrega a cliente. Los baños estarían en fila a ambos lados del recinto, con un número de wc’s determinado por cada palco y personal de seguridad para garantizar los accesos. Mejoras de acceso al evento y mayor seguridad, con control de temperatura corporal al paso, un segundo puente para el control de acceso, y un tercer puente, y que al paso por los arcos se activaría un sistema de limpieza con hidro-alcohol.
Una vez dentro el personal indicará y ayudará a llegar a los asistentes a sus respectivos palcos donde vuelven a haber controles de acceso pasando la pulsera cashless y el sistema indica si estás en el espacio que te toca.
Habrá que ver en qué deriva todo y en lo viable de una propuesta que, en cualquier caso, supondrá una gran inversión.