Los festivales de Castilla y León se han unido para reclamar condiciones justas para la música en directo en un momento en el que como indican, se puede disfrutar en terrazas y espacios al aire libre bebiendo y consumiendo bebida mientras que en un recinto abierto para un concierto, encontramos distancias y sillas individuales separadas y vacías en un «recinto» desangelado para la música.
De todo ello nace la ASOCIACIÓN DE FESTIVALES MUSICALES DE CASTILLA Y LEÓN:
«Con el objetivo de que la Junta de Castilla y León recapacite y modifique las medidas redactadas sin consultar, sin escuchar y sin tener en cuenta a los profesionales del sector cultural, que está siendo gravemente castigado durante esta pandemia».
La idea que se busca, tras el evento desarrollado en Barcelona, con el concierto que congregó a 5.000 espectadores en el Palau Sant Jordi para asistir a una actuación de Love of Lesbian, «se pueda ir eliminando la distancia social poco a poco, como se hará en otras muchas comunidades». «Existen protocolos para poder hacer las cosas, pero creo que falta voluntad y utilizar el sentido común».
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