Recta final de 2021, ese año que podríamos llamar de transición, del transcurrir sin pasar la página que fue el año anterior, pero de esperanza gracias a las vacunas y de seguir adelante, de afrontar la vida de otra manera y adaptándonos a lo que nos ha tocado vivir.
2021 también ha sido un año de grandes discos, esos que han podido sonar especialmente en el segundo tramo del año en directo, donde hemos recuperado la movilidad en grandes espacios, con cabeza y sentido pero con ganas y especialmente la ilusión de reencontrarnos entre nosotros, aunque no sea al 100% en todo.
Es este año en el que nos hemos cobijado en la energía cuando la necesitábamos, en álbumes más emocionales cuando lo requería nuestra cabeza, otros más frescos por eso de no olvidar lo que era un baile, y de coleccionar canciones que, de un modo u otro, marcan un año pero también un momento concreto de nuestras vidas que seguir sumando. Vamos con algunos de los grandes discos nacionales del año, están algunos de ellos, pero hay otros muchos fuera de la lista igual de importantes. De momento, veinte discos que no perderte de diversos estilos y corrientes.
ANABEL LEE «Anabel lee»
La joven banda catalana irrumpía en enero con un disco homónimo en el que presentaban sus credenciales: aires punk, energía desbocada, melodías con gancho y un directo que te deja exhausto. Un trabajo con el que vibrar y recuperar el pulso con el que comenzamos 2021 con fuerza. Y por si fuera poco, la banda tuvo tiempo para lanzar nuevo EP hace tan solo unos meses «Generación perdida», toda una declaración de intenciones.
VALIRA «Supernova»
El segundo álbum de la banda de Juan Zanza, Valira y su «Supernova» no solo mantiene el buen sentido y rigor de su debut, va más allá en la fórmula de aunar un rock muy personal, con letras de cantautor y sintetizadores, regalando emocionantes canciones y mucho gusto musical, para una banda que sigue creciendo y atesorando aplausos en directo por su estilo, personalidad propia y elegancia.
THE PRUSSIANS «Mantra»
Los de Mallorca tuvieron un momento de dudas hace un par de años, pero afortunados nosotros, han seguido su propio camino y en su tercera obra «Mantra» han mostrado sus mejores cartas. Un disco lleno de hits y un gusto soberbio en sus composiciones repletas de grooves, calidez musical y elementos electrónicos que funcionan como un todo.
FITO Y FITIPALDIS «Cada vez cadáver»
Sabiendo lo que vamos a encontrar al escuchar a Fito, hay que reconocer que tras siete años sin disco de estudio, el de Bilbao ha vuelto a hacerlo, pero además sorprende porque su álbum «Cada vez cadáver» brilla en conjunto, con algunas de sus mejores canciones en años y sabiendo manejar los tiempos con tino en un disco de rock español con mucho gusto y gran producción. Sonido inequívoco pero con momentos muy inspirados, véase «A quemarropa», «Cielo hermético» o «En el barro».
LOVE OF LESBIAN «Viaje épico hacia la nada»
Inmenso álbum de los catalanes. Un nivel compositivo gigante cuya capacidad emocional nos deja atónitos, en una especie de banda sonora emotiva con una calidad indudable. Un trabajo en el que Santi Balmes nos atrapa y elevan nuestros sueños en un álbum que es grande en su primer escucha y se vuelve gigante después. Una de sus mejores obras de lejos.
QUIQUE GONZÁLEZ «Sur en el valle»
Qué delicia contar con un artista de la talla de Quique en nuestro país. «Sur en el valle» es un viaje emocionante de un músico de aires americanos con una honestidad musical y hacer compositivo a la altura de muy pocos. Un álbum forjado a fuego lento, como su escucha, que necesita de sus tiempos para recorrer todos sus rincones y saber apreciarlo sin dejarse nada fuera. Todo un viaje.
RUFUS T. FIREFLY «El largo mañana»
Una de las grandes obras que llega en la recta final del año. Los de Aranjuez han vuelto a hacerlo en «El largo mañana» y lejos de acogerse al éxito de «Magnolia» y «Loto», ha rebuscado y escuchado mucha música para, sin perder su identidad, tirar del soul y la música de los 70 forjando sus particulares historias en un disco de aceptación, que contiene momentos brillantes, letras y pasajes emocionantes y deja ver una personalidad única, para una banda con nombre propio.
ALIZZZ «Tiene que haber algo más»
Uno de esos discos «redondos», donde todo funciona y en el que el músico consigue hacernos partícipes e involucrarnos en sus canciones, esas que hablan más que nunca de amores y desamores con drogas mediante, con colaboraciones fabulosas de Rigoberta Bandini, Amaia, C. Tangana entre otros, perfectamente ejecutadas para dar con un flow indie y brillante que puede gustar a un gran número de público.
ZAHARA «Puta»
Ese disco del que todo el mundo habló en su momento, por su sentido, significado y poesía vocal, con unas letras que a nadie dejan indiferente y un compendio de canciones que vienen a ser ese viaje suicida en lo emocional con el que la artista se abre en canal para el oyente, sin tapujos ni medias tintas, en un ejercicio soberbio de honestidad y talento.
RAYDEN «Homónimo»
Es por muchas cosas uno de los discos del año, pero también en la carrera del artista. Una montaña rusa musical que nos lleva por diversos terrenos, desde lo emocionante de «El mejor de tus errores» con Alice Wonder al ritmo festivalero de «Coachella» con Fredi Leis. El tercer y último acto de la trilogía de Rayden «Homónimo», es una obra con sentido, letra, música y valor en alza de uno de los artistas del momento, ahora en lo alto de nuevo con su canción «Calle de la llorería», la apuesta de Rayden para el Benidorm Fest.
Es «Homónimo» el colofón para veinte años de música en la que volvimos a ponernos de pie.
SÔBER «Elegía»
No es fácil mantenerse en lo alto más de dos décadas en esto del rock, pero desde sus comienzos, Sôber demostró que ellos iban por su camino, mirando a lo que se hacía fuera de nuestras fronteras y buscando un sonido propio con producciones que por entonces eran casi exclusivas para los de fuera. «Elegía» es la búsqueda de nuevos elementos, de ir un paso más allá sin perder un ápice de identidad, donde la garra y los pasajes y estribillos emocionales vuelven a ser un valor para una de las grandes referencias del rock nacional.
ALICE WONDER «Que se joda todo lo demás»
¿Cómo hablar del amor y el desamor con unas formas tan sinceras y llenas de intensidad? Pues como lo hace Alice Wonder en su primer álbum en castellano «Que se joda todo lo demás». Una forma de comunicar y hablar de algo que nos toca vivir a todos en algún momento, canciones con las que identificarnos y que son un ejercicio sublime de talento, con una voz portentosa que cala hasta los huesos con sus historias.
VERTO «Embora»
Si hablamos de discos del verano, el dúo gallego VERTO se lleva la palma. Un disco sumamente disfrutable, lleno de hits bailables, donde la frescura y el juego de estilos que manejan es de lo más atractivo del año. Un álbum que levanta el ánimo, que sirve para cualquier fiesta y que te hace venirte arriba con cada nueva escucha con su destreza para manejar tiempos y ritmos diversos.
MORGAN «The river and the stone»
Cualquier cosa que se diga de la banda liderada por Carolina de Juan, Morgan, será poco, porque con su tercera obra vuelven a demostrar que su calidad es superior. Como si vinieran del otro lado del charco, la banda ha grabado un disco emocionante, con uno de los temas rockeros más sobresalientes de su carrera «Paranoid fall» para demostrar el talento de unos músicos que son una máquina muy bien engrasada con gusto infinito.
THE CRAB APPLES «Crap»
La banda femenina muestra sus mejores cartas en su álbum más completo, una nueva etapa en la que refuerzan los elementos electrónicos creando unas capas musicales que se fusionan a la perfección, en una elegancia que maneja la voz de Carla e ideas instrumentales que funcionan y gustan. Un disco adictivo.
DERBY MOTORETA’S BURRITO KACHIMBA «Hilo negro»
Revolucionarios en un año oscuro. El músculo del rock andaluz con mucha broma, distorsión y guitarras con tintes stoner, hacen que todo ello se mezcle con electrónica y una fórmula en directo dimensional. Un grupo que seguir el paso con el que darlo todo.
KOKOSHCA «Kokoshca»
Decidieron tomarse un tiempo para facturar un disco homónimo de altura del que en mayo adelantamos sería uno de los trabajos del año. Un álbum lleno de matices, experimentación, grandes estribillos y mucha inspiración. Sus temas se van degustando más y más con cada escucha, que se crece en muchos de sus cortes con un contagio musical imparable, donde el mejor antídoto es rendirse ante la evidencia.
BIELA «Un día más»
Frescura y juventud en un debut generacional. Los madrileños ofrecen unas canciones de punk y rock con melodías más pop y aderezos tristes que hablan de los problemas, inquietudes y amores de unos veinteañeros con rabia musical. Canciones con un gancho sorprendente, que se clavan y atrapan para dejar salir ese espíritu joven con mucha intensidad. Un debut tan fresco como recomendado.
ARDE BOGOTÁ «La noche»
Pocas bandas consiguen unificar criterios y sumar el aplauso de crítica y público. La banda de Cartagena demuestra en «La noche» un disco de aventuras nocturnas, amor y un gusto intenso por las melodías y las buenas composiciones, todo a través de una noche que brilla ante la luna llena. Magia musical la de Arde Bogotá que dice mucho de su futuro.
MAIKA MAKOVSKI «MKMK»
La artista, y también presentadora de «La hora musa», ha lanzado este año su disco más brillante, donde abraza estilos como el rock, la psicodelia y los aires punk actualizados, donde experimenta, se atreve y muestra su garra. Un talento inconmensurable que sorprende a propios y extraños por su gran salto.