El exitoso grupo de Cartagena, Arde Bogotá, y el talentoso y conocido Dani Fernández han dado forma musical a su amistad, para forjar entre vinos una idea que ahora toma cuerpo de canción, «Sin vergüenza». Las voces de Antonio y Dani se fusionan para contar una historia de amor libre, pero también de desamor he querido hablar con ellos, mientras profundizamos sobre otros temas en persona, porque aunque casi todo lo hagamos de forma virtual, nos quisimos ver las caras en Madrid.
Es «Sin Vergüenza» una colaboración que surge un poco de la naturalidad.
Antonio: Sí, a Dani le gustaba mucho Arde Bogotá, lo compartió de forma pública y ahí como que hicimos el contacto. Una noche vino a cenar a mi casa, nos tomamos unas botellas de vino, lo pasamos muy bien, hablamos de todo, arreglamos el mundo y nos hicimos amigos. Después hemos ido coincidiendo y hecho cosas juntos en directo, colaborando en el escenario e inevitablemente surge la conversación de hacer algo juntos. Nos gusta hacer música poco a poco, sentarnos hacer una canción entre todos hasta que llegó el momento de cerrarlo e ir adelante con el single.
Dani: Una cosa que nos hizo conectar fueron las inquietudes. Ellos tienen unas inquietudes que yo también comparto, siempre he querido estar donde están ellos y muchas veces como que no es compatible. Las inquietud de conocernos, de hablar… ellos me preguntaban de la experiencia de sonar en radios y yo les preguntaba sobre que les consideren indies, tener inquietudes fuera de tu propio proyecto es lo que resume este tema.
¿Qué concepto esconde «Sin Vergüenza«?
Antonio: A nivel de letras queríamos algo a medio camino “Entre las dudas y el azar” de Dani y “La noche” de Arde Bogotá. La realidad es que el proceso fue meternos en local y empezar a tocar, surgieron muchas ideas, temas más coloridos, otros más pop o más oscuros, y al final acabamos eligiendo una idea que nos parecía más madura mientras que a nivel lírico encontramos ese concepto de amor.
Dani: Antonio me pasó una letra y yo lo había intuido de otra forma, y empezamos a hablar del sentido, del amor libre del que habla la canción, una noche en la que nos hemos olvidado de lo que somos dejándonos llevar.
Hablando de amor, ¿es Tinder definitivamente el nuevo “local” donde ir a ligar?
Dani: Yo personalmente no he conocido a nadie en Tinder. Vengo de un pueblo de 30000 habitantes y echo menos el bar, el face to face. En los 90 se pusieron de moda las macro discotecas, donde todo era más complicado, y yo añoro el bar, el cruzar miradas con alguien en la barra. Tuve una época en la que estuve tres años soltero en la que decidí instalarme Tinder, tuve una mala experiencia ahí y vi que no era lo mío.
Antonio: Todos mis amigos y amigas solteros ligan especialmente en Tinder, y también en Instagram. Nuestra socialización en general está ahí, socializas más por el móvil que en persona y eso incluye también ligar, es inevitable.
Nos convertimos un poco en cromos de esa manera, partiendo de la base que entramos a alguien que nos atrae de primeras por lo que vemos.
Dani: Es cierto, pero también en el cara a cara entran más cosas, el físico es importante pero cuando ves a alguien en persona es más también lo que puede transmitirte, un gesto, una mirada, yo creo que por eso mismo es diferente. Yo estoy casado y la persona con la que estoy la conocí en un bar, así que creo que todavía existe el cruzarse en el metro, el encontrarte con alguien, pero somos también más perezosos en todo, incluso en la música. Es más fácil dar cuatro likes, y ver si te los devuelven que entrar en persona, especialmente si eres vergonzoso como yo.
¿Os han roto alguna vez el corazón? ¿El tiempo lo cura todo?
Antonio: Sin duda, de lo contrario no haría canciones. Respecto al desamor y el tiempo, yo tengo muchas teorías y por eso soy cantante de una banda. El tiempo sin duda es necesario pero al final lo más importante es intentar hacer de eso un proceso personal, salir del desamor solo y quererte tú, convertirte en una entidad individual tras haber sido un binomio.
Dani: He tenido malas experiencias más de toxicidad que de romperme el corazón. Yo creo que también he sido muy tóxico y he aprendido de eso. Respecto al tiempo que comentabas, creo que recupera pero no del todo. Mi primer disco “Incendios” hablaba un poco de mi etapa anterior, sentimental y laboral, y siempre quedan cenizas, creo que te recuperas porque lo ves desde otra perspectiva pero queda algo.
¿Es más fácil hablar de amor o desamor?
Antonio: Creo que la gente, y en mi caso en especial, las canciones con las que más conectas es con las que están escritas con más verdad y en la que sientes que el artista te está contando algo con mucha honestidad, y esas salen solas porque lo tienes ahí dentro y quieres sacarlo. Esos temas salen de emociones muy fuertes, que suelen ser de haberte roto el corazón y estar echo mierda, más que de lo bien que puedas estar en un amor conyugal y lo que nos gusta ver Netflix juntos. Es más fácil empatizar por sentimientos tan fuertes porque son más fáciles de describir. Arturo, nuestro backliner, decía que el que te rompan el corazón sale rentable artísticamente porque te ayuda a generar contenido.
¿Como artista hay que tener cuidado por quien se acerca por interés?
Antonio: Sin duda, pero como artista y en general. Cuando he tenido oportunidad de conocer gente muy interesante, que le va bien en su trabajo, esas personas no saben si muchos de los que le rodean están por interés o por amistad real, es algo que conforme vas consiguiendo cosas en la vida no lo puedes saber del todo. El punto negativo es el que te rodea y es capaz de apuñalarte, porque hay otra que al menos desaparecen y los que al final sí que están te vayan mejor o peor las cosas.
David: El interés es algo normal, está ahí, aunque hay que saber diferenciar el interés bueno y malo, especialmente la intención. Yo intento diferenciar esa persona a la que no le importas y que solo le interesa ganar algo con eso.
Se generan envidias cuando te va bien, ¿notáis ya algo así?
Antonio: Yo tengo un defecto de pensar bien de todo el mundo, así que mi respuesta es que no, no creo que me deseen el mal, pero si le preguntas a Pepe por su forma de ser te dirá que sí.
David: Yo creo que hay que diferenciar, porque les tengo mucha envidia a Arde Bogotá (risas), pero es una envidia buena. Yo les veo triunfando y digo “me encantaría estar ahí arriba con ellos”, pero me alegro por ellos, lo malo es la envidia negativa, de ahí que haya tanto frustrado en Twitter. Una cosa es decir “me alegro que os vaya de puta madre, a mi no me mola”, pero si te has molestado en hablar mal a alguien para que alguien no tire para arriba, háztelo ver.
Nos quejamos de precios de conciertos y festivales, para un grupo, ¿es más costoso todo ahora?
Antonio: Sin duda alguna, nosotros intentamos parar solo en gasolineras de menos de dos euros el litro y ya es imposible. Se han disparado los costes para todos, y eso hace que tengas que apretarte el cinturón en todo, en los gastos, en las cosas que te puedes permitir. Después de varios años parados es lógico que muchos promotores hayan saltado a organizar cosas, y seguramente el año que viene habrá menos cosas y algunas no existirán.
Dani: Creo que suben los costes pero también los festivales tienen más riesgo, hay muchos más artistas y todo el mundo quiere tocar, suben los precios, los riesgos, los gastos y no hay dinero para todo, las cosas están distintas, ya no te digo más difíciles porque también hay más oportunidades para el músico.
¿Os retroalimentáis al colaborar juntos?
Dani: No lo sé, siempre he pensado que a mi público le tenía que dar lo que yo consumo y lo que me gusta, así que nunca he tenido miedo a hacer algo como esto. Antiguamente los grupos indies tenían más miedo a hacer algo más mainstream en cuanto a colaboraciones, pero creo que cada vez la gente escucha más estilos de música. Hay amigos míos que pueden amar Muse y escuchar C. Tangana, al final se trata de inquietudes, y sé perfectamente que mucha gente que me sigue también les gusta Arde Bogotá, al final son dos proyectos que encuentran cosas que contar y para mi la música es eso. A mi me gustaban como banda, pero yo he dejado de escuchar a gente si su directo no me ha llenado y Arde Bogotá te da esa energía en vivo, y eso es lo que hemos querido transmitir en “Sin Vergüenza”.
¿Satisfechos de la colaboración?
Antonio: Mucho, lo mejor ha sido poder colaborar con Paco Salazar y Dani. La música nos ha hecho conocer a mucha gente, alguna que preferiría no haber conocido y otra que dices “guau, que maravilla de gente” y con ellos dos he aprendido eso.
Dnai: Como buen concierto, cuando quieres repetir es porque ha ido bien, y eso me pasa con esta colaboración.