Podríamos decir que estamos ante el gran año de Alizzz, que 2022 es el de la confirmación en directo de un productor (con) estrella, ahora convertido también en astro musical, gracias a un primer álbum “Tiene que haber algo más”, que llegó en diciembre del pasado año, colándose en última instancia en los primeros puestos de las listas de los mejores discos de 2021 y al que desde aquí votamos como web como Mejor álbum en los Premios MIN celebrados en Pamplona el pasado abril.
Como si de un sprint final se tratara, el catalán dio un arreón y adelantó por la derecha a grandes nombres para afianzarse entre crítica y público, gracias a un disco de esos que podemos definir como generacionales, que conectan con la juventud pero que al final, gracias a lo estiloso de su propuesta y lo que cuenta, consiguen convencer a un amplio espectro de oyentes.
Es ejemplo del sueño musical de muchos. Entre sus créditos de producción, ‘El madrileño’ consiguiendo tres Grammy Latinos en su última edición, en la que se hicieron con tres premios (Mejor canción alternativa, Mejor canción de pop-rock y Mejor ingeniería de grabación por el disco de C. Tangana). Un tándem creativo de éxito que encumbraba a Alizzz como el gran productor que ya le conocíamos gracias a sus trabajos con artistas del R&B y el mundo latino, véanse C. Tangana y Rosalía, Rels B., Doja Cat o Princesa Alba, entre muchos otros.
Lejos de quedarse en eso, Cristian Quirante, que es su verdadero nombre, preparaba un primer disco como Alizzz con el que afianzar una faceta que muchos desconocían antes de que debutara en lo discográfico.
No podría haberle salido mejor la jugada, a los aplausos recibidos en el final de 2021, la “estrella” que lleva dentro luce ya en un 2022 en el que brilla sobremanera. Tras sus conciertos del pasado enero en Madrid con dos pases agotados en el mismo día (y un concierto en Barcelona que tuvo que retrasar a marzo por la situación sanitaria), se suma un verano en el que el es ya uno de los grandes abanderados y reclamo de los festivales.
Su nombre ha ocupado los más variados y atractivos eventos veraniegos, además de los pasados primaverales, habiendo actuado ya en festivales como Tomavistas en Madrid, Primavera Sound, Palencia Sonora, Warm Up Estrella de Levante, En Órbita, Oh! See Málaga, Vida Festival o Mallorca Live y los que vienen en la segunda parte del verano como el Santander Music (5 agosto), el festival Brizna de Huesca (6 agosto) o el Phe Festival de Tenerife (19/20 agosto)
El catalán presenta los temas que conforman “Tiene que haber algo más”, un trabajo que cuenta con canciones en las que habla de amores y desamores, de volver de fiesta una mañana, trabajar de empalmada, el día después o de tratar de olvidar a alguien. Para esta party musical ha contado con Amaia (“El encuentro”), con la que trabajó en su disco, con la Eurovisiva y mujer bandera, Rigoberta Bandini -Ay mama- (“Amanecer”), Little Jesus (“Fatal”), su compañero de fatigas C. Tangana (“Ya no vale”) o Jota de Los Planetas (“Luces de Emergencia”), una banda de referencia para alguien que siente devoción por artistas como Fito o Robe Iniesta.
Su reclamo en el mundo del pop es conocido, con nombres como Lola Índigo, Aitana o la propia Amaia solicitando de sus recursos y conocimientos musicales, algo de lo que ha sacado nota para forjar un álbum en el que mezclan estilos y atmósferas, caldo de cultivo de las emociones que expresa en esas canciones donde el amor efímero, la nostalgia, búsqueda infinita y una luz que se apaga forman parte de su vocabulario, en el que también las drogas son compañeras líricas de alguien frágil y vulnerable, como refleja en lo que canta con endiablada esencia pegadiza con la que empatizar.
Un tipo con una personalidad diferente, que apuesta por lo digital en lo discográfico, acorde con los tiempos de consumo digital, pero capaz también de apostar por lo retro facturando un box set de casete y fanzine, propio de quien sigue su propio camino sin importarle nada, pero al que todo le sale bien.
Foto portada Alizzz: Nacho Nabscab en Ochoymedio Club.