«Talk Talk», qué buen título para la obra de los australianos The Faim, que con su segundo disco van a dar mucho que hablar, aunque en realidad ya lo están haciendo.
Es de esos álbumes que recordamos durante mucho tiempo y que seguro, apuntaremos como uno de los grandes trabajos en las listas de los mejores discos del año en diciembre. De momento, los rockeros australianos nos abrazan con un disco sumamente vivo, emocional cuando se necesita, enérgico y ante todo melódico, con unos estribillos con un gancho increíble y grandes composiciones que, jugando con el mainstream, sacan a relucir su calidad. Todo en un disco con varios productores de rock Zakk Cervini (Bring Me The Horizon, Yungblud, Machine Gun Kelly), Erik Ron (Panic! At the Disco, Godsmack, Set It Off) y Matthew. Pauling (Palaye Royale, 5 Seconds of Summer, State Champs).
Tres años después de su debut («State of mind»), la formación nos habla en once temas de la nostalgia, el autodescubrimiento y reafirmación para ofrecer una montaña rusa musical emocionante. Desde la cierta épica que respira «Madly, badly, fixed» que arranca con brío el álbum, al salto rockero nostálgico de «The hills» cuyo estribillo está marcado a fuego, energía bailable que se queda dentro.
La banda destaca por la bonita voz de Josh Raven, que hace un trabajo notable, tanto en sus temas más rockeros como en lo intimista de «You (and my addiction)» o la bonita «The alchemist», uno de los singles más destacables, un caramelo musical para enamorarnos en verano.
Cierta épica y lo bailable que manejan en «Life in a cinema» a veces recordando a 5SOS, a tres hits inmensos, el medio «Faith in me» que podría tener ínfulas de Harry Styles, al ritmo rockero y veloz de «Easy my mind» un tiro de canción con un estribillo explosivo, junto al bailable y emocional «Me because of you» cuyos beats y sintes juegan a ser pura adicción.
Los australianos se consolidan con un segundo disco lleno de hits que no debes perderte, rock, melodías contagiosas , baile, energía y romanticismo a partes iguales para entrar en nuestros sueños.
