ALL TIME LOW
16/06/2015
Palacio de Vistalegre, Madrid
Fotos: Javier Bragado
Con el tiempo la joven banda ALL TIME LOW se ha ido convirtiendo en un fenómeno de masas, tanto en su país como en el nuestro. Potentes en directo y fenómeno fan que quizás les lastra para llegar a otro público más rockero, quizás espantado por las jóvenes féminas a miles que les siguen, pero que no quitan para que sea una banda más que respetable.
Lo es porque dentro del mundillo punk rock melódico es de lo más atractivo musicalmente, han ido madurando en sus composiciones y sabiendo conjugar fuerza con mucho tino melódico y chorros musicales en forma de estribillo comercial que pega y se queda. Todo englobado en grandes producciones y sonido fresco y veraniego, como ha sido el caso de su más que notable última obra “Future hearts” un gran álbum con el que reivindican ser algo más que un fenómeno punk pop de masas y alocadas chicas detrás.
En cualquier caso nosotros nos centramos en el aspecto musical y en particular en su directo, siempre sólidos y entregados, cercanos con su gente y alocados, vertiente joven que les mantiene ciclónicos en sus actuaciones.
Gira por España con Madrid y Barcelona agotado. En la capital la Cats pronto se vendió y pasamos al formato pequeño del Palacio de Vistalegre.
Un horno rectangular que sin ser de los días más calurosos en Madrid no dejaba paso a la ventilación ni al aire acondicionado con miles de jóvenes, en su mayoría féminas abarrotando el recinto una hora antes en las que teloneros de turno, a los que llegamos comenzados iban calentando el ambiente, por si fuera poco.
Gotas de condensación cayendo en algunas cabezas y como esperábamos, resignados padres que acompañaban a sus hijos, esperando cerca de las puertas debido al calor o cámara en mano para el momento. Todo se debe gracias a la fórmula de U18 en la que pueden entrar menos de 14 acompañados, ahí es nada, un pequeño regalo para los más jovencitos, que esperemos sirva para meterles poco a poco en vertientes rockeras.
Casi con un cuarto de hora pasadas las nueve y con un calor impresionante, lo recalco por lo insufrible que se hacía, ALL TIME LOW salía a escena de manera aclamada, pocos gritos y silbidos alocados me han dejado tan estupefacto, y sordo también. “Satellites” su primer tema de “Future hearts” ponía ritmo lento para tensar la cuerda ante cierta oscuridad visual. Entraban con el rock en “The irony of chocking on a lifesaver” donde su gente entraba al trapo e intentaba pegarse como podía un poco más adelante.
Gritos con cada postura, con cada salto y acercamientos a las primeras filas. Carteles pegados en sus guitarras a la española (ver foto). Mucho rollito festivo en “Stella” con sujetadores volando y las voces casi tapándoles con los saltos de sus emocionadas seguidoras, y hablo en femenino porque es lo que más había y se dejaba notar. El punk pop de “Damned if do ya” recordando tiempos más mozos y un fenomenal “Runaways” enganchaba a más y más voces mientras el ir y venir de público extasiado y saliendo a los pasillos a tomar aire empezaba a ser algo general.
La banda sonaba compacta y se nota el feeling que tienen entre ellos y con ell@s y ese momento cúspide era aprovechado para que Alex Gaskarth se quedara solo con su guitarra acústica y se entregara a su público con “Therapy” ante muchos carteles que rezaban “All time low is my therapy” comunión sonora.
“Missing you” fue locura como “The reckless and brave” y “A love like war” el guiño con sus fans para dejar subir a ocho seguidores al escenario y cantar con ellos. Locura por encima de lo normal y momento para recordar, bonito recuerdo para aquellos que compartieron minutos de gloria ante miles de fans que darían su vida por ello.
Como digo, ALL TIME LOW es una gran banda de directo, muy por encima del cliché de fenómeno fan, algo que dejaba constancia en cortes versiones como “American idiot” de Green day de los que han mamado y mucho, para romper voces en Vistalegre.
También nos citaron a cantar con “All the smal thing” tirando de Blink 182, otra referencia y “Dear maria, count me in” para poner la guinda final con el ritmo imparable y entrega de quien gusta y cree en lo que hace ayudado de la juventud y físico de la banda.
Por encima de todo lo dicho, de esas masas enloquecidas, asistimos a un buen concierto, lastrado por el excesivo e innecesario calor, que en cualquier caso y para quien resistió al mismo, supo conectar y dejar buen sabor de boca a hijos, y quizás alguna padre. ¿Quién sabe?
Miguel Rivera