Álvaro Benito suma y sigue. A su vida de analista y comentarista de fútbol le sigue su vida paralela como artista en la exitosa banda generacional Pignoise, pero lejos de quedarse en eso, ha querido dar rienda suelta a su creatividad musical con un nuevo proyecto junto a otros dos músicos que ha cocinado a fuego lento: CHICLE.
Esta aventura musical cuenta ya con un primer EP en la calle de título homónimo. Nos juntamos con él y con su compañero Juan para afrontar esta nueva aventura y adentrarnos también en temas generacionales de música y consumo.
Hace mucho que me presentaste temas de este proyecto, ¿a qué se ha debido esta larga espera?
Álvaro: Bueno, principalmente por cómo transmitirlo y hacerlo público. Yo lo que no quería era condicionar al grupo por yo tener otra banda y ser quien soy. Le dimos muchas vueltas a cómo hacerlo y desde que Sonido Muchacho se subió al carro nos hemos ordenado y hemos hecho las cosas con más coherencia, esperando a tener el producto y sonido que queríamos, y llegamos al punto de estar el momento ideal después de muchos años para lanzarlo.
¿Cómo das con Juan y Héctor?
Héctor está desde el comienzo de arrancar esto junto a otro chico Jaime, que era el batería antiguamente, los conocía del mundo de la música e hicimos buenas migas. Les enseñé el proyecto en forma de prototipo inicial con las primeras canciones y empezamos a tocar con idas y venidas, grabábamos, dejábamos de tocar, luego quedábamos meses después… y ya en 2018 grabamos un disco en un estudio, pero cuando me pasaron las mezclas no era lo que tenía en la cabeza y entonces me propuse hacerlo yo.
En casa mejoré el estudio que tenía, le di vueltas a la producción y el sonido. Después Jaime se marchó porque no le daba la vida por tener mil cosas y a Juan, que le conocía de haberle visto tocar, me gustaba mucho como batería y siempre pensé que encajaba perfectamente, se lo propuse y aquí estamos, unos músicos increíbles.
Juan, ¿cómo te encuentras tú dentro de la banda?
Juan: Muy a gusto, es un estilo que encaja conmigo y creo que puedo aportar musicalmente, así que muy feliz.
Tu vida con Pignoise y el fútbol no es poca cosa, ¿qué hueco tiene Chicle?
Álvaro: La música es infinita y podía haberme quedado quieto, pero tenía más inquietudes y por qué no darle rienda suelta. Ahora mismo es el proyecto de mi vida, así que tan grande espacio ocupa en ella. Es cierto que tengo que atender mi agenda y mis obligaciones profesionales que no son pocas, pero como proyecto emprendedor es claramente al que le he dedicado miles de horas.
Que tengas una banda de éxito y que tu nombre sea conocido, no significa nada y es casi empezar de cero.
Álvaro: Sin duda, esa es la idea, por eso quise ocultar la identidad tras el proyecto, porque no quiero arrastrar a nadie hasta Chicle. Este es algo muy diferente, que seas alguien no significa nada no que también gustes porque en la música no te puedo convencer de que te guste algo, te entra o no. Esto nace de otro lugar a Pignoise, a nivel vocal también es muy distinto, el objetivo era que no tuviera ninguna reminiscencia y que incluso no se me reconociera vocalmente, no tendría sentido alguno hacer algo igual.
Ha costado darle su identidad y que tuviera su homogeneidad, es difícil conseguir eso, dar tu personalidad a la música sin inventar nada, pero sí digamos darle algo que te haga único, esa era un poco la premisa y lo que más he escuchado como en el caso de Juan y Héctor en la última etapa ha sido Nirvana, Queens of The Stone Age o Foo Fighters.
Sacar entradas para 2025 con Pignoise, ¿por qué se funciona así con tanta distancia ahora?
Álvaro: Pues con un promotor de por medio y siendo el primer WiZink te aconsejan hacerlo con un año, pero se cerró la fecha porque luego saltas a mucho más adelante y te quedas sin fechas los viernes y sábados, es un recinto con mucha agenda. La logística es lo que conlleva que se vaya con tanto tiempo mediante, pero de eso se ocupan otros.
¿El algoritmo nos ha vuelto menos inquietos musicalmente a la hora de descubrir cosas por nuestra cuenta sin que nos la ofrezca la plataforma?
Juan: Creo que cualquiera que tenga un mínimo interés en la música va a investigar igualmente. Todos nos dejamos llevar por los algoritmos queramos o no, pero todavía tienes la opción de investigar.
Álvaro: No hay duda de que ha perdido algo de romanticismo en la forma de consumo, pero entre unos y otros nos aconsejamos. Yo cada mes me hago una playlist en Instagram, me hago una búsqueda de todo lo nuevo en rock y alternativo y descubro muchas cosas. Es cierto que tengo la sensación de que todo me suena muy parecido, porque el hecho de tener acceso a cómo se hace todo por internet y la tecnología. Ahora todo es similar, es más, para encontrar una banda que me vuele la peluca en estos momentos es complicado, llevo mucho tiempo sin que me pase y es algo que le sucede también a mis amigos que nacimos escuchando música de los 90.
Que Muse sea una de las últimas bandas en llenar estadios, ¿a qué nos lleva?
Juan: Lo vamos a comprobar en un tiempo porque los cabezas de cartel se repiten y encima son muchas ya los mismos de hace 40 años, no hay cabezas de cartel nuevos y la pregunta es saber qué va a pasar ahí.
Álvaro: Refuta lo que te decía, que no hay nadie nuevo. Pienso que es por la tecnología, porque te acorta los procesos. Antes ¿por qué se legaba a la excelencia en los discos? Pues porque Nirvana con «Nevermind» ensayaron un año para grabar doce temas. Ahora la tecnología te permite grabarte en tu casa, cortar y pegar y no cuentas con ese proceso de antaño. Es cierto que la música se ha democratizado, pero antes para llegar a una discográfica o poder lanzar un disco tenías que currar muchísimo para destacar, trabajando los temas una barbaridad existía un nivel de excelencia que ahora es imposible. Por eso creo que en el arte las mejores películas y los mejores discos ya se han hecho.
En el rock no puedes ser una banda de aquí a mañana, en cambio en otros estilos eres artista hoy mismo. Eso es lo que conlleva la tecnología.
Lo efímero de la escucha, ¿hace que el disco pierda valor?
Juan: Yo creo que no, existe aún ese romanticismo de artistas que hacen discos como el de Turnstile y te lo vas a comer entero, porque tiene todo el concepto y creo que eso le puede pasar también a un chaval.
Álvaro: Lo que no debe hacer el artista es infravalorar un disco, otra cosa es que la forma de consumir haya cambiado pero el propio artista tiene que seguir valorando la obra completa, eso lo veo mucho con Foo Fighterts, puede tener mejores o peores discos, pero se nota que hay un trabajazo detrás, siguen concibiendo el disco como antaño y eso es lo que debe hacer el artista.
¿Cómo ves La Liga este año, el Girona sigue teniendo posibilidades?
Álvaro: Claro que las tiene. El fútbol es el deporte más impredecible y no se puede dar nada por sentado, su incertidumbre es lo que hace tan grande este deporte, el tanteo es tan bajo que permite que pueda suceder cualquier cosa. Creo que el Girona va a estar hasta el final peleando, especialmente por la sensación que dan viendo sus partidos, la mayoría de los encuentros es superior y esa tendencia hace que pueda ganar, dependerá del nivel de puntos también que sea capaz de hacer el Madrid porque ambos equipos llevan unos niveles de puntuación salvajes, está siendo una liga muy por lo alto, y el Girona está teniendo un mérito increíble por cómo juega, por su propuesta, y mi opinión es que se lo han creído, creo que sienten en el campo que son mejores. Va a ser bonito verlo.
Y para cerrar, las nuevas generaciones ¿han perdido interés por el fútbol?
Álvaro: Hay un poco de mentira en todo esto de que no se interesan por el fútbol, me voy a explicar y que se me entienda que lo digo con todo el cariño intentando ser claro.
Por poner ejemplo, un Celta-Granada lo veía la misma gente que ahora lo que pasa que se televisan todos los partidos, entonces no va a reunir a millones de espectadores, es imposible, y además en televisión por pago. Interés por el fútbol por parte de los jóvenes claro que hay, si España gana la Eurocopa este verano, improbable, pero si la gana, España entera sale a la calle, ¿cómo que el fútbol ha dejado de suscitar interés? Lo que pasa que, como todo, a mí me encanta el tenis, pero no me veo la primera ronda del Masters 1000 de Roma, a mí me gusta ver a un Nadal-Djokovic o Sinner-Medvedev, como todo es relativo.
Nunca en la vida va a generar un gran interés por partidos más pequeños, y no es algo malo ni infravalorando en absoluto a estos equipos, pero es que es algo que ha sucedido siempre, no importan los tiempos. Pasa igual en las salas, ¿cuánta gente va a salas y cuánto a festivales?, pero eso no significa que la música genera menos interés.