Anouck The Band es el joven grupo liderado por la cantante Anouck Peris, que comenzó su andadura en 2020 y que en esta andadura musical ha sabido capitalizar diversos sonidos con un estilo moderno y elegante que bebe del rock, soul, pop y R&B con una preciosa voz que inunda unas letras de vida. Hablamos con ella para indagar sobre la banda pero también de su visión musical.
Lo primero es abordar vuestro estilo, amalgama de influencias que van desde el pop, rock, blues, soul… en unos tiempos en los que las barreras musicales parece se han ido diluyendo, ¿enriquece a una como artista?
Definitivamente, vivir en un momento en el que las barreras entre géneros se han difuminado nos ofrece una libertad creativa inmensa. Como artista, poder mezclar influencias tan variadas nos permite explorar nuevas texturas y expresar emociones de formas que quizás antes no habríamos imaginado. Además, la caída de las barreras idiomáticas también enriquece mucho; poder mezclar idiomas en las letras y tener referencias de distintos países amplía nuestras posibilidades creativas de manera exponencial.
Han pasado solo cuatro años desde el comienzo de esta aventura, con varios EPs, ¿qué balance haces?
Estos cuatro años han sido una montaña rusa de aprendizajes y crecimiento. Desde mis primeros pasos hasta los últimos EPs, hemos experimentado cosas increíbles y hemos metido la pata incontables veces también. Sin embargo, el balance es absolutamente positivo. Esto es solo el comienzo de una aventura maravillosa y apasionante de la que no sabría vivir sin formar parte.
Lo de tratar de vivir de la música, ¿crees que debe ser un objetivo o que realmente es algo que, de llegar, ha de ser de forma natural?
Vivir de la música es, sin duda, un sueño para muchos, pero creo que debe ser una consecuencia natural de hacer lo que amas, no un objetivo en sí mismo. Por otro lado, es verdad que vivir de la música significa dejar de currar en sitios que te quitan tiempo y energía de lo que más te gusta. Cuando te mueve la pasión y la autenticidad, las oportunidades llegan de manera orgánica (y con mucho esfuerzo). Hoy en día, es fácil perderse en la búsqueda de llenar estadios o conseguir millones de reproducciones, pero lo esencial es mantenerse fiel al amor que sientes cuando haces música y a ti misma.
La juventud, ¿es a veces una barrera a la hora de que te tomen en serio?
Puede ser una barrera en algunos contextos, especialmente en una industria que a veces subestima la capacidad y el talento por la falta de experiencia y también creo que tienes más dificultades siendo una mujer joven. Sin embargo, creo que cada vez se está reduciendo más esa barrera y se buscan artistas jóvenes que traigan un enfoque nuevo y fresco.
La mujer, ¿crees que ha conseguido tomar más relevancia y ocupar el lugar que merece en la industria musical o que queda por hacer?
Se han hecho progresos significativos en la visibilidad y relevancia de las mujeres en la música, y más comparado a cuando yo era pequeña y casi todos mis referentes eran hombres, pero todavía queda mucho por hacer. Nos seguimos enfrentando a desafíos y barreras que artistas masculinos no experimentan de la misma manera. Es fundamental seguir impulsando el cambio para que la igualdad en la industria sea una realidad, no solo un ideal.
A colación de esto, seguimos viendo muchos festivales en los que cabezas de cartel y gran parte de sus nombres lo componen artistas masculinos, ¿a qué crees que se debe?
Creo que se debe a las desigualdades estructurales que aún persisten en la industria musical. A menudo, se prioriza a los artistas masculinos debido a prejuicios históricos y a la falta de representación femenina en los puestos de toma de decisiones dentro de las grandes productoras. En general, se sigue encasillando una banda femenina, como solamente una “banda de tías” en lugar de juzgarla por sus méritos musicales, cosa que no pasa con bandas de tíos.
Imagino que hay artistas femeninas que te han marcado e influenciado, sabiendo que Alice Phoebe Lou es una de ellas.
La mayoría de mis influencias hoy en día son mujeres. De hecho, en otra entrevista reciente me preguntaron qué le diría a la Anouck que acababa de empezar, y mi respuesta fue: «Escucha a mujeres». Ojalá hubiera tenido las referentes que tengo ahora cuando empecé, porque habría encontrado mi sonido, mi voz, mis melodías y letras mucho antes. Artistas como Faye Webster, Carole King, The Marías, Russian Red, L’Impératrice, Caroline Polachek y Men I Trust me han marcado profundamente.
A la hora de componer las letras, ¿qué es lo que te mueve para hablar de ello en las mismas?
Las letras son mi corazón abierto sonando en una melodía; nacen de emociones profundas y experiencias personales. Para mí, escribir una canción es congelar, atrapar un recuerdo, un sentimiento, una sensación para siempre. Aunque nada es para siempre, a través de la música creas un universo donde esa emoción puede vivir eternamente.
El sonido de “Sin ti” me lleva a recordar una banda como Morgan, ya que estamos, ¿imagino la conoces?
Sí, nos encanta Morgan, las escucho desde hace muchos años y es una gran referencia para nosotros, sería un sueño trabajar con ellas en un futuro. No sabes lo que lloré en su concierto en el WiZink.
En un mundo tan digital, ¿es un arma de doble filo el tener acceso a todo y a tanto a la hora de hacer llegar tu música al oyente?
Totalmente. Por un lado, la digitalización ha democratizado la música, permitiendo que artistas independientes lleguen a audiencias globales sin necesidad de grandes sellos discográficos. Por otro lado, la sobrecarga de información y la competencia por la atención del público hacen que destacar sea todo un desafío. Es un equilibrio constante entre aprovechar las herramientas digitales y no perderse en el ruido.
¿Cuáles son tus preocupaciones como persona?
Como la mayoría de personas, tengo preocupaciones que se podrían considerar universales, como la familia, la amistad, la salud, el amor, el dinero y las luchas sociales, a las que cada uno le da la importancia que cree. Para mí, el amor (englobando sobre todo la amistad y la familia) está primero en mi lista. Otra preocupación que me ha seguido desde pequeña es el miedo al paso del tiempo, un tema que se refleja a lo largo de nuestra discografía. Tengo muy mala memoria y quiero acordarme de todo, quiero hacer todo y disfrutar intensamente, pero últimamente me da la sensación de que el tiempo me supera.
Vivimos inmersos en el consumo rápido y en la vida donde hoy ya es ayer, expuestos a impactos constantemente y donde pasamos rápido por todo. ¿Estamos más preocupados en el mañana o el después que en el ahora?
Completamente. Vivimos en una sociedad que nos empuja a estar pensando a mil por hora, a ser siempre productivos y a tener siempre un plan. Me da terror. Sin embargo, después de tantos casos de burnout, ansiedad y depresión, veo que hay muchos movimientos que intentan frenar este frenetismo y devolvernos al presente, como el mindfulness y la meditación. Siento que como sociedad nos estamos volviendo cada vez más conscientes de que la “grind culture” solo nos aleja de la esencia humana y de los placeres de la vida.
Los festivales, al contrario de lo que se pueda pensar, ¿congregan cada día a más gente a que le da igual la música?
A mi parecer, sí. Actualmente, en España, muchos festivales se han convertido en un evento social más que en una celebración de la música. Generalmente, la gente va a un festival para ver a los mismos cabezas de cartel, festival tras festival, año tras año, sin darle la mínima importancia a los grupos pequeños o medianos. No quieren descubrir música nueva ni “perder el tiempo” escuchando canciones que no puedan cantar en un pogo.
Cada viernes salen muchos discos, a veces no da ni tiempo de escucharlo todo, ¿se expone uno a pasar más desapercibido o a quedar relegado en el fondo de un cajón virtual?
Existe una saturación de nuevos lanzamientos que hace más difícil destacar, y sí, existe el riesgo de que tu música se pierda en la vastedad del contenido disponible. En este momento, hay que ser muy creativo e ingeniárselas de alguna manera (que aún no conozco del todo) para llegar al mayor número posible de personas.
¿En qué has ocupado el verano?
He tenido un verano maravilloso. Es el primer verano en muchos años en el que no he tenido que trabajar y he tenido la suerte de poder dedicarme a tiempo completo a componer. He pasado mucho tiempo junto al mar y he disfrutado de tiempo infinito para inspirarme y escribir.
¿Qué podemos esperar de la banda para los próximos meses y de un primer larga duración?
Estos próximos meses son clave para nosotros; estamos dando vida a lo que será nuestro primer LP, lo cual es un momento muy emocionante. Aún estamos en el proceso de composición, pero esperamos tener el disco listo muy pronto. Al mismo tiempo, tenemos varios conciertos previstos hasta fin de año, como teloneros de Maren en Valencia el 27 de septiembre en Loco Club, y en Madrid junto a Pálida Tez en la Sala Intruso, de la mano de Radar Joven.