FUERZA MALÉFICA
«Malefic Time: Apocalypse» es sin duda una obra diferente y realmente impactante dentro del rock. Dos ideas, música y comic unidas, y tras ello la unión de grandes en cada ámbito, Luís y Rómulo Royo y Avalanch, quienes unen fuerzas en torno a un personaje y una historia de grandes dimensiones. Hablamos con Alberto Rionda en torno a esta nueva e internacional aventura.
Como es un proceso largo y ya conocemos bastante de él, contadnos un poco a groso modo el proyecto.
Alberto: Pues es una idea que nace de la mano de Luís Royo y Rómulo Royo que llevan trabajando 15 años en el mismo, y estos últimos se han metido a concretarlo, y finalizar el libro ilustrado, la trama argumental y después decidir que hubiera música, novela gráfica, película.
No querían una banda sonora al uso si no una formación haciendo canciones con tintes de banda sonora, otros de ópera rock, metal, muchos palos y áreas que podrían haber sido internacionales pero decidió contar con nosotros.
¿Es un concepto unido?
A: Sí, es una trama con personajes realmente trabajados, está el libro, la banda sonora, la novela, el cómic, la película, todo un mundo alrededor de esta idea.
¿Empieza y acaba aquí?
A: No para nada, esto en teoría tiene una trayectoria que quieren terminar en película. Depende de muchos
factores claro está. La idea son tres libros ilustrados por Norma Editorial y tiene una vida de unos tres a cinco años para terminarlos. Cada cosa es un complemento de todo este proyecto.
La banda siempre ha estado relacionada con Royo.
A: Pues de alguna forma, él trabajó con nosotros en tres portadas, y ahora trabajamos nosotros para él.
¿Es por ello se decide que seáis vosotros los elegidos?
A: No. A ver, hay gente que tiene eso en la cabeza pero Royo ha hecho portadas para muchas bandas, no ha habido relación por ese tipo, nos consta que había grandes bandas internacionales en la parrilla para llevar a cabo este proyecto. Lo que hizo que se decantara por nosotros era porque vieron que nosotros podíamos ser el único grupo en abarcar diversos estilos, desde rock, a metal pasando por incluso death metal.
Una de las cosas más llamativas es que el disco es en inglés, ¿fue algo obligado?
A: Sí, la única condición fue esa, que dada la idea internacional del proyecto tenía que ser en inglés dado que el 90% del trabajo de Luís Royo se da y va destinado a fuera de España. Tiene mucha más repercusión en Japón o Alemania. También nos pidió que fueran trece canciones para recoger la simbología de la historia. Lo pactado fue pues los 13 temas, hablar de dicha historia y todo en inglés.
¿Ha sido complicado llevarlo a cabo?
La mayor complicación han sido sólo los tres meses y medio para llevarlo a cabo. El séptimo miembro de la banda ha sido el estrés y quizás esa es la crudeza que se presenta en los temas, además de lo que la historia pedía.
Luís y Rómulo ¿han estado con vosotros en la grabación?
A: No, han ido algún día a hacer el checking del proceso pero ha habido libertad y confianza total por ambas partes. Una vez que vieron que todo iba en la buena dirección quedaron claras las bases para trabajar. Ellos se han sentado a escucharlo completo una vez que lo teníamos todo listo.
¿Y el resultado?
Muy bueno, porque son muchos años trabajando ellos solos y ver plasmados sus personajes en canciones y música es muy emocionante para ambos dos.
En cuanto a las canciones, han corrido por parte vuestra. Tras tantos años cantando en castellano, ¿ha sido muy diferente el proceso de composición?
Sin duda. Paulo nuestro manager internacional nos dijo “por fin vais a hacer un disco en el idioma del rock”. En inglés las estructuras, los giros melódicos, en general es diferente y más sencillo. Como decía un compositor español “componer en castellano es como esculpir piedra y el inglés moldear barro”. Me he sorprendido con la facilidad a la hora de crear las estructuras y letras, lo que facilita mucho las melodías.
Y a la hora de cantarlas ¿qué tal ha trabajado Ramón?
A: Rapidísimo, casi un día por tema, llegaba y se ponía a ellas. Él tiene un nivel de inglés medio alto, pero como oyente ha mamado y se ha criado con metal internacional, al final estás tan acostumbrado que te vas quedando con la esencia. Hemos tenido a Deny Montgomery, batería americano que vive allí en Oviedo y es muy buen amigo. Siempre nos ha supervisado los temas de pronunciación y si él decía ok íbamos para adelante.
Cuando escucháis el disco, ¿os resulta algo extraño?
A: Bueno, es diferente. Obviamente la trayectoria del grupo es el castellano, independientemente de alguna versión pero si tienes la mente abierta y no tienes prejuicios y te pones a escuchar la música olvidándote del idioma la verdad es que los temas son muy buenos.
Tiene un doble aspecto, el que solo escucha música en inglés podemos ganarle ahora y el que escuche bandas en castellano seguramente también escuche música de fuera, por lo que podemos atraer a un público variado.
Retomando el pulso a la última gira de “El Ladrón de Sueños” ¿qué resumen haríais?
A: Funcionó muy bien, tuvo una gran acogida, un trabajo muy bueno que se plasmó en los conciertos. En directo los temas ganaron mucha fuerza.
Avalanch en España y Sudamérica no tiene pegas, somos afortunados de poder seguir aquí en los tiempos que corren, con ambas crisis. Aun así queja ninguna, con discos a mi criterio de mayor madurez compositiva y con giras importantes y los fans entienden nuestros pasos.
Supongo que la idea de salir fuera está patente.
A: Por supuesto, y más con el concepto de este trabajo.
El planteamiento de Royo era ese, Japón y USA, acompañado del libro que se edita en estos países. Cinco de los temas van ya de por sí en el libro, por lo que el fan de Royo podrá conocer a la banda y eso es una puerta abierta a Europa y si además se saca un pack coleccionista con ilustraciones inéditas mejor aún porque el fan de Avalanch y el fan de Royo querrá tenerlo.
¿Qué tal la reacción de la gente en la primera firma en Tipo de Madrid?
A: Muy buenas sensaciones, felicitándonos por el trabajo, que sonaba muy bien. Nos hemos encontrado con gente seguidora de Luís Royo y que había comprado ambas cosas, disco y libro, para complementar todo.
En cualquier caso el fan de Royo apostará por la banda porque si él ha confiado en nosotros algo habrá de importancia.
¿Es más complicado vivir de la música ahora que en los 90?
a: Sí porque aunque no era mucho se vendían discos, y tenías más protección por parte de la compañía y tenías una mayor estabilidad. Al caerse el disco pierdes capacidad y una base de apoyo. Qué tenemos a cambio, Internet que es una puerta al mundo y hay que saber utilizarla. Claro está que es más difícil vivir ahora por la masificación de bandas y una crisis acuciante, pero hay que saber filtrar y quedarte con lo bueno.
Que haya un gobierno u otro ¿complica más o menos las cosas a la hora de tocar?
A: Oviedo sí que está el PP y sí se han cargado muchos bares. Sí que es verdad que los símbolos políticos influyen y que la derecha parece querer hacer zancadillas al mundo del rock aunque no solo es cuestión de la derecha si no del mundo político en general que no ven un factor cultural en el rock algo que sí pueden reflejar en el flamenco o el folk, por ejemplo, pero el rock continúa por mucho que les pese.
Habiendo pasado todo el tema de la Sgae, ¿se ha cavado su propia tumba?
A: La Sgae por lo que me toca como compositor hace un papel loable en su primera intención, proteger la figura del creador en general. Lo que pasa es que ha tenido mala prensa, haciendo cosas muy mal y esa mala prensa eclipsa el buen fondo y eso mucha gente no lo entiende ni le importa. Si alguien encima va a poner trabas para evitar que descargue y no pague por ello, por poco que sea pues si puede protestar lo hará, y si lo consigue gratis más aún, pero da igual que sea música u otra cosa. Independientemente han hecho cosas muy mal, pero necesitamos preservar la figura del compositor, si no sólo tendremos cosas ya hechas en emisoras como Kiss FM pero cosas nuevas habrá que olvidarse.
Por eso es muy difícil competir con lo de fuera, cuando bandas de Los Ángeles se dedican a eso y viven de eso, no podemos competir cuando por ejemplo una banda de Valencia dedica una hora a esto y 12 horas a trabajar en otra cosa, así es muy complicado.
La Ley Sinde, con sus más y sus menos, ¿se acabará puliendo y complicando algo las cosas en Internet en cuanto a descargas ilegales?
A: Complicado, la verdad. Si las compañías hubieran pensado en esto hace años en vez de protestar por ello hubieran encontrado fórmulas porque la música se va a seguir consumiendo y habría que canalizar las cosas. Eso suponía innovar y había un círculo viciado en el que se forraban y poco les importaba hasta ahora cuando ya no ganan dinero. Pero ahora tienen viciado al usuario que lleva muchos años bajándose las cosas gratis y así se complica aún más todo. Nos hemos acostumbrado a que la gente se descargue veinte discos en un día con un click, sin darle importancia. Si se lo hubieran comprado le darían más importancia y lo que en un principio incluso no te llama la atención pudiera acabar gustándote en una tercera escucha, ahora todo eso se pierde. Cuando algo no te cuesta dinero no lo valoras como si hubieras pagado por ello.
Adaptarse a ese cambio era lo que se pedía en su momento pero no supieron hacerlo.
¿Vais a hacer alguna presentación en directo?
A: Sí ya hay dos fechas, el día 3 en marzo en La Riviera y otra en Barcelona. Queremos hacer un evento exclusivo para los fans con una presentación con atrezzo, extras, proyecciones audiovisuales. Tenemos a Miguel Mesas que es quien nos hace el videoclip y queremos que Luís y Rómulo hagan una obra en directo mientras tocamos y luego subastar a una ONG. Hacer cosas diferentes como todo este proyecto. No se conocen precedentes de que un ilustrador y una banda se hayan unido de esta forma. En principio será una única fecha y os animamos a todos a ir.
¿Teníais ya temas para un futuro disco?
A: Estábamos madurando canciones, pero nos llamaron en ese momento para ponernos con “Malefic Times”, así que todo está un poco en el aire.
Miguel Rivera