BELO Y LOS SUSODICHOS – «Diario de un espantapájaros»
Autoeditado
Puntuación. 7,5/10
Puede que su carrera no haya explotado como debiera en cuanto a seguimiento, pero está claro que BELO Y LOS SUSODICHOS ha logrado poco a poco mayor reconocimiento a base de mucho trabajo, uno de esos currantes del rock que cuando alcance verdadera fama mirará hacia atrás y diremos «ole sus cojones».
El asturiano se lo ha trabajado desde hace años con ese gran debut de título homónimo, que daba a conocer a un gran artista de los que cuentan cosas, poético y rockero. Lamentablemente, problemas con su anterior management dieron al traste con un segundo disco «Aire, viento y dinamita» paralizado, casi desconocido y escuchado a tientas por internet».
Pero Belo es mucho BELO y después de ese revés se levanta y nos ofrece su última obra «Diario de un espantapájaros» en momentos complicados por lo que nos rodea pero donde la música impera y las grandes canciones también.
Esa voz gastada e intensa vuelve a brillar en un rock sentido «Como un cowboy», de melodías y estribillos poderosos. Suavidad pulcra de guitarra y trabajo vocal «A mis anchas» para un susurro musical «Amor de contrabando» más cantautor, de brillo letrístico profundidad de acordes, puro sentimiento. Más costumbrista en guitarra «La ciudad del cielo gris» con ese brío Belo inconfundible, del que atrapa y un ritmo calido «Idiota».
Alegría en «Historia de un fumeta» sacando brillo a la voz y letra amable con ese rock sencillo y belleza en «Bajo el mar» son notas vislumbrantes en un compendio de doce temas personales, de calle, de Belo, de esa voz característica y aflamencada por momentos, canalla y bella, melodías contagiosas, buenos estribillos y magia de quien gusta por lo que hace y convence.
Miguel Rivera