BLANCO PIÑATA – «El disco del año»
Tras un EP titulado «Cuatro estaciones» que editaron en 2017 como carta de presentación, BLANCO PIÑATA han querido tomarse su tiempo para poder ofrecer un primer disco de garantías, en una época en la que se hace difícil destacar. La banda madrileño-jienense nos ofrece ahora «El disco del año» un título sugerente y valiente para una banda con ideas y buen hacer musical.
Dentro de la corriente indie, ellos han querido y conseguido dar forma un disco muy fresco dadas las circunstancias, que bebe del pop rock y de ciertos aires veraniegos, un álbum disfrutable donde destaca una idea, mostrar los doce meses del año en sus canciones.
Con esa premisa, de las que a un servidor gustan por eso de estrujarse la cabeza y ofrecer algo más, el concepto nos ofrece un vaivén musical de sensaciones, de ritmos más cálidos o sugerentes a otros bailables o positivos. Los ritmos y melodías, como es lógico, cambian por cada mes y estación. «Febrero», quizás por eso del mes más corto se presta como un inquietante interludio que da como resultado un «Marzo, un pacto» de indudable buen tono, uno de los temas más emocionales y de gusto sonoro.
Las lluvias del mes de «Abril, safari nocturno» curiosamente nos muestran un corte de mayor garra musical, con un estribillo contagioso, a la par con «Mayo, incalculable» pero donde de veras se muestran gradualmente intensos es en «Ekaina», una de las canciones más adictivas, de cierta esencia surfera y mucho bajo. Y en esos ritmos frescos tenemos «Julio, ruta sur» que, como no podía ser de otra manera, nos lleva a pensar en un viaje en carretera en verano, con una suave melodía intentando refrescarnos al calor del verano, pasando por la intensidad de «Agosto, nunca he sido yo» con colaboración de Zahara. Y por supuesto, el mes que nos toca «Septiembre», que rasca un corte vintage con cierta esencia emocional y letra de quien dice adiós a la época estival y lo que ello supone. Todo ello sin dejar de lado el toque retro ochentero que manejan, con finura, en «Noviembre azul», más que acertados en sus cambios musicales.
Un álbum grabado con Dany Richter y supervisión del gran Manuel Cabezali asegurando un buen sonido al conjunto total. BLANCO PIÑATA nos ofrece, en «El disco del año», un resumen emocionante de lo que vendría a ser un año de nuestras vidas contado bajo su particular forma.