BONESHAWK – “Sin Tregua”
Triple A Metal, Avispa
Puntuación: 7,5/10
Claro está que la escena asturiana se encuentra en plena ebullición, con grandes bandas ya consolidadas, otras trabajando y muchas más en espera de salir a escena. Por tanto estamos de enhorabuena dado el buen hacer de la gran mayoría de ellas, y esperamos unos años venideros fructíferos, sabiendo que además del metal melódico y el heavy saben moverse en otros géneros con igual rigor y calidad.
La penúltima banda en surgir ha sido BONESHAWK la cual ha querido contar con el señor Alberto Ardines y Manuel Ramil para llevar a cabo la producción y masterización de un disco en el que creían y ya sabemos la razón.
“Sin Tregua” deja ver la frescura de una joven banda dispuesta a hacerse notar y lo hace con un debut más que interesante, muy poderoso y que puede engañar en cierto modo en su propuesta. De por sí una portada muy oscura y logotipo muy cercano al thrash para llevarnos una sorpresa al escuchar el disco al completo, dado que a pesar de una voz gutural poderosa por parte de Rubén, la base de la banda se mueve entre el hardcore y el thrash metal pero a todo le añaden unas melodías contagiosas junto a unos estribillos modernos basados en coros limpios al más puro estilo metalcore actual y abierto.
Esa es la base y el secreto de BONESHAWK quienes afianzan un sonido híper pesado, rápido y contundente que cambia de raíz siempre en sus partes centrales manejándose la mar de bien bajo unas melodías muy americanizadas como podría hacer un grupo como Después de Todo.
Estilo oscuro y gutural el de temas como «Marionetas» u «Oscura Luz» bajo esos toques pegadizos de sus estribillos en una especie de competición que lidera la dura y oscurísima voz de Rubén, más tirando al death metalcore que sin duda imprime ritmo y contrasta perfectamente con la intensidad de las partes limpias.
Thrash más metalcore, más toques death melódico y un estilo moderno y atrayente compiten o se conjugan de manera impecable («Quiero Perderme» es un ejemplo perfecto) en un disco que seguro dará que hablar. Prometedor comienzo.
Miguel Rivera