La Riviera, Madrid 01/12/2023
A un mes vista de despedir el 2023, qué mejor que ir terminando con un concierto como el que nos ocupaba la fría noche del viernes 1 de diciembre en Madrid.
Cala Vento es una de esas bandas independientes que con su «do it yourself» se ha labrado todo un nombre en la escena alternativa nacional. Lo han hecho con un sonido propio, energía y letras que parecen calar en las generaciones más jóvenes pero también en otro espectro de la sociedad más allá de lo que marca un DNI.
Es tanto así, que el dúo formado por Joan y Aleix ha forjado un camino de buenos discos, cada vez mejores en todo, producción también, creando sello propio en pandemia «están locos estos romanos» que diría Astérix por una pretensión que les ha valido hacer las cosas cuándo y como quieren, tanto también que han vendido entradas de la gira de «Casa Linda» su última obra por su cuenta en web, en un paso más en su forma de hacer, ver y entender la industria musical.
El Barrio Somavilla de @repionband y los veranos que quedan atrás pic.twitter.com/rCyAf3ZnS9
— RockTotal (@RockTotalweb) December 1, 2023
Todo eso y unas canciones ahora más sociales a su vez, conforman un conjunto que ante todo funciona en directo, porque como si de unos Royal Blood se tratara, ambos fluyen y convencen sobre el escenario haciendo llegar esa energía a un público en gran parte joven que quiere escuchar, saltar y pegarse frente a ellos.
Su visita a La Riviera marca también ese crecimiento y salto musical convirtiéndola por momentos en esa «Casa Linda» a la que aspirar. Antes de abrirnos la puerta, serían otras inquilinas la que abrieran un recorrido musical tan personal como el de las hermanas Iniesta con Repion. El dúo, aquí junto a la bajista Iris Banegas volvía a demostrar su buen gusto musical, un paseo alternativo en el que suenan electrizantes con «Pronto», intimistas y distorsionadas en «Tu/Mi colonia», desenfrenadas «En todo momento» o nostálgicas por aquellos momentos vividos en la piscina del barrio que marca «Barrio Somavilla».
Teresa y Marina Iñesta han sabido con su disco homónimo forjar un sonido personal y desgarrado por momentos para ser dos almas musicales que en directo funcionan muy bien y cada vez mejor.
En una noche con cierto sabor adolescente turno para Biela, banda madrileña que con «Un día más» conseguía hacer ruido con unas letras que profundizan en las inquietudes de los veinteañeros, con fiestas, amores y universidad muy presentes. Un contundente directo, mucho más de lo que dibujan sus descripciones para forjar grandes temas como «TFG», un adictivo «Siento sí» o «Tobogán», canciones bien manejadas y cantadas por un personal que seguía entrando en sala y que enloquecía con su versión de «El encuentro» de Alizzz y Amaia.
Y ahora sí, turno de «barrer» la casa para Cala Vento. El dúo catalán, lejos de adornarse con una gran producción salía a darlo todo ante su mayor encuentro en Madrid con más de 2000 personas dispuestas a abrazar su rock alternativo que gana enteros y contundencia en directo.
Atacaban Aleix y Joan con un electrizante «Más que satisfechos», primera prueba para tantear el terreno de una casa que poco a poco iba a enloquecer. ¿Qué hay del placer?» se preguntaba la banda, mientras pasábamos de forma enloquecida por «23 semanas» uno de los temas que funcionan como pocos, y empezar a ver pogos que iban a ser constante en su concierto. «Passar pantalla» ese tema que grabaron con Gorka Urbizu y que nos retrotrae a los conciertos de Berri Txarrak, un sonido poderoso, que golpea en la cara de forma melódica como ocurre con la imponente «Tu lugar», fiel reflejo del potencial rockero de Cala Vento.
Golpes, vasos al aire, frescura juvenil, porque teníamos mucho público veinteañero, pero mezclado con gente de 30 y 40, que no hace más que confirmar que este dúo ha sabido calar ya entre diversas generaciones.
Parcos en palabras, su concierto pasaba como un tiro por nuestra vista y oído, para ahondar en otros clásicos de frescura enorme como «Gente como tú» y la emocionalidad de «Un buen año», sin duda el de ellos, porque 2023 es el del salto definitivo de la formación, algo que quiso agradecer Aleix por las más de 2000 personas concentradas en esta su segunda «Casa Linda» que es Madrid.
Un tándem que toca cerca el uno del otro y que suena como cinco músicos sobre el escenario, conjuntados en voces y manteniendo el «Equilibrio» constante, raudos y potencialmente incendiarios, tocado a gran velocidad como si fueran en un «Ferrari, invitando a ir a sus conciertos «Sin apenas conocernos», camino a una «Isla desierta» en la que podríamos quedarnos, un tema que volvía a incendiar La Riviera, llevando los pogos de las primeras filas hacia el fondo de «pista», increíble la rabia emocional desatada con todo tipo de sonrisas, solo contenida para felicitar el cumpleaños feliz a Joan, con tarta incluida por sorpresa de su familia.
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Y en ese final de golpes y sudores, «Teletecho» volvía a marcar guitarrazos para despedir como mejor saben, de forma diferente a voces en el que supone su primer tema sin batería ni guitarra «Conmigo», y acabando con Joan y Aleix por encima del público en volandas.
Cala Vento ponía con cemento armado unos cimientos en La Riviera que servían para edificar su nueva casa en la que vernos en Madrid, convirtiendo un repertorio en un salto al vacío, hitos musicales en un set completísimo lleno de músculo que ahora mismo, y tras una noche victoriosa, toca revisar.
Texto: Miguel Rivera
Fotos: Javi García