CHILDREN OF BODOM – «Relentless, Reckless Forever»
Spinefarm, Universal
Puntuación: 7/10
Considerando que CHILDREN OF BODOM supuso una revolución y marcó tendencia dentro de los sonidos más duros, es curioso como a la vez que su cantante y líder Alexi Laiho suponía una apisonadora vocal, su formación ha calado entre heavies y degustadores de otras tendencias con el mismo gusto a pesar de su rabia sonora.
Técnica, calidad, personalidad y una apisonadora en directo son algunos de los calificativos en torno a una de las mejores bandas finlandesas y a posteriori de Europa. Así y con todo, si de algo puede pecar la banda, como muchas otras eso sí, es de ser algo repetitiva, y quizás su nueva obra “Relentless, Reckless Forever” puede adolecer de eso, de ser algo monótona, si bien han sido inteligentes dejando pasar un tiempo prudencial entre discos.
Quizás las ganas de COB entre sus acólitos rebajen ese hándicap, pero es cierto que al final de su escucha pensamos en eso de “otro disco más” para lo malo pero también para lo bueno, porque señores nos encontramos con CHILDREN OF BODOM en su máximo esplendor, directos, implacables, con un gran sonido e infernales en cuanto a metal.
Poco espacio para las sorpresas, inicio duro y oscuro con “Not My Funeral”, guitarras muy hardcore y la voz siempre rabiosa de Laiho. Más metálica se muestra “Shovel Knockout” con ese sonido tan particular, entrando con el sonido finés de teclados en “Roundtrip To Hell And Back” de lo mejor gracias al aporte siempre genial del señor Warman, un corte más pesado en base, que enlaza con otra bestialidad llamada “Pussyfoot Miss Suicide”, híper virtuosa en su estribillo.
Heavy cambiante y lleno de técnica en lo que podría ser enseñar a tocar a toda velocidad con destreza es el tema título junto a la cabalgada que supone escuchar el comienzo de “Ugly” y sorprendiendo con un heavy más limpio en “Was It Worth It” junto al final en forma de bonus track y cover de “Party All The Time”, esos detallitos marca de la casa que sinceramente bordan con riffs y una forma ochentera genial.
CHILDREN OF BODOM quizás ya no sorprende pero tampoco engaña a nadie, técnica, destreza musical y una rabia innata en su particular sonido, clave para muchas otras bandas que vinieron después, dejan ver otra interesante obra en su imparable carrera.
Miguel Rivera