¿A QUIÉN TE LLEVARÍAS A UNA ISLA DESIERTA?

¿A QUIÉN TE LLEVARÍAS A UNA ISLA DESIERTA?

Netflix

a quien te llevarias a una isla desierta

Más allá del debate que generan algunos cineastas en torno a plataformas como Netflix cierto es que el servicio de streaming cuenta con más películas malas que buenas pero, con el tiempo, y basándose en sus “originales” poco a poco va sumando un catálogo en el que vamos encontrando cintas destacables como la que nos ocupa.

¿A QUIÉN TE LLEVARÍAS A UNA ISLA DESIERTA? es el segundo film del prometedor directo Jota Linares quien, poniendo en origen una obra teatral, nos descubre el fracaso de una generación, en este caso millennial de veinteañeros como fiel reflejo de una España que prometía mucho a quien estudiaba y se esforzaba pero que en muchas ocasiones, ha dado un fruto peor del esperado.

Y empieza a ser una especie de recurso, tristemente, para forjar cintas sólidas que pueden mirar además a varias generaciones de una crisis que ha durado una década y que aún hoy da coletazos por mucho nos intenten vender otra cosa. Ya lo hizo Elena Trapé el pasado año con su generación treintañera y desengañada en la magnífica Las Distancias. Ahora, fijando su punto de mira en la generación anterior lo hace con tino Jota Linares.

Para ello, cuenta con cuatroacertados protagonistas,  dos en pleno apogeo como María Pedraza y Jaime Lorente gracias a Élite y La Casa de Papel, y los estupendo Pol Monen y Andrea Ros. El cuarteto de amigos del 9ºB cuentan sus planes de futuro con esperanza e ilusión en su último día juntos conviviendo en la misma casa.

La última noche con la que disfrutar unidos nos lleva a una fiesta y borrachera que continuará en el piso, y cuyas consecuencias, sin hacer spoiler, desatarán una tempestad. Bajo el juego que da título al film ¿A quién te llevarías a una isla desierta? comienzan a sacar a flote, ayudados por el alcohol, los miedos, fracasos y mentiras para poner encima de la mesa quiénes son verdaderamente.

“Las promesas son una mierda porque te recuerdan lo que no eres”

Lo desenfadado del comienzo, las vidas supuestamente ideales y núcleo de amistad cambian a mitad de un film que, desde el propio juego de la cinta, nos lleva sin disimulo a una especie de obra teatral pero muy bien compuesta en el piso, con unas notables interpretaciones para plasmar ese drama de una generación que igual no va a tener lo que en un principio les habían prometido.

Hay frases con mucho peso, lecciones de vida que destapan la realidad de los cuatro amigos que parece no ven mucho más allá hasta que en esa última noche todo “explota” para destapar que lo que tienen ante sí no es lo esperado, por unas cosas u otras. Esa burbuja generacional no tan brillante por mucho que en las redes sociales nos cuenten otra cosa, es lo que plasma una cinta generacional dramática que mira fijamente al desamor, al éxito y al fracaso desmontando algunos tropiezos de la generación más preparada.

Miguel Rivera