Virgin Records
Bastille siempre se ha mostrado una banda muy capaz, con estilo, elegancia y buenos temas, liderados por su estupendo vocalista, Dan Smith. Tan solo les faltaba despuntar en una complicada y masificada escena musical, y parece que han tomado nota para ofrecer su disco más grandilocuente y variado.
«Give me the future» es toda una colección de grandes canciones, en las que los londinenses muestran una temática que habla de redes, tecnología y la humanidad como foco musical virtual.
Es este un trabajo de producción impecable y ritmos pegadizos, que funciona gracias a una variedad musical bien engrasada, nada suena fuera de lugar a pesar de su diversidad sonora, y aquí agradan y mucho.
Es de esos álbumes que enganchan y sorprenden en una primera escucha, sin perder su personalidad la banda ofrece un álbum contagioso y bien ejecutado, en una montaña rusa que no marea y produce ese vértigo y punch necesario en estos tiempos.
Un álbum vitalista que es todo un sorpasso a su anterior «Doom days», buscando elegancia para hablar de los millenials en un mundo tecnológico de consumo rápido. Virtualidad en su arranque electrónico y sintetizado de «Distorted light beam» que se apoya en ritmos muy ochenteros también, con reminiscencias de Daft Punk funcionando sumamente bien.
Intenso arranque para mostrar esa intensidad de indudable estilo en «No bad days», un tema muy Imagine Dragons para hablar de pérdida, con autotune incluido que da paso a la esencia bailable de «Thelma + Louise» que es un canto a la vida como uno quiera, vitalista y explosiva en su estribillo.
Su manejo del aurea ochentera brilla en otro corte lleno de luz, «Back to the future», donde Dan muestra su calidad vocal, pasando por el tratamiento vocal rapeado de «Plug in…» a los ritmos tropicales que muestran en «Shut off the lights» buscando esa épica pop funk como en «Stay awake?», con los sintes de fondo pegajoso que encuentra una esencia más emo y donde brillan sobremanera.
El mundo de internet, presente y futuro y la sociedad en sí posconfinamiento sirven de inmensa y gran excusa para que Bastille facture un disco brillante, muy vivo en unos tiempos que vivimos más lentos, que nos hará el día mucho mejor en el salto definitivo de Bastille con su gran soundtrack vital.
