RAZKIN
Produlam Records
Pedro Razkin ha tenido a bien salir de su zona de confort, por decirlo de alguna manera, esa que le deja ahora el parón de La Fuga para dar rienda suelta a su creatividad musical en solitario. Para ello se “esconde” bajo su apellido, RAZKIN el cual le sirve también para dar título a su primera obra.
El músico navarro ha consolidado su nombre junto a la banda cántraba, con un comienzo duro pero que poco a poco y, también hay que decirlo, con dos grandes discos posteriores a su debut con los de Reinosa, consolidarse.
Ahora, el cantante y guitarrista ahonda en sus inquietudes, vivencias personales, reivindicaciones y, por supuesto, en su gusto personal musical. Queda claro que ha querido afrontar un álbum sin temor a nada, dando rienda suelta a su voz y forma de componer sin miedo y con sinceridad absoluta.
Hay un poco de todo, con mucho gusto, ese que ya dejó patente en “Polizón” primer y adictivo single, rock tamizado de guitarras iniciales a lo Extremoduro y que, quizás es la que más suena a La Fuga como muestra su estribillo contagioso.
Gusta del rock clásico “Cara o cruz” o “Malabares”, tira de arreglos en la bella lentitud de “Hoy es uno de enero”, se muestra intenso en un medio como “Andrómeda” ese amor que “vive en la luna” y que disfraza de metáforas. Lo hace también y de qué manera en la bonita “Titanic” en tono acústico inicial para electrificar de forma suave donde habla de esa sensación del estar solo en compañía. Y tira de rock urbano en “Hostal” para contar un poco las vivencias de un músico como él, de carretera y habitaciones, sencillo y real.
Sinceridad y vida la de RAZKIN en un buen debut con el que seguir gustando o acercarse a nuevo público sin engañar a nadie.