EL ÁNGEL
Cameo
Hablar de delincuencia desde el sarcasmo. Esa es la magistral maniobra que realiza el director Luís Ortega en EL ÁNGEL. El aplaudido film argentino no es ni más ni menos que una magna obra contada de esa manera sobre el joven y mayor delincuente de los 70 en Argentina. Carlitos, interpretado por un fenomenal Lorenzo Ferro es un joven con cara de niño bueno dedicado desde pequeño a la delincuencia en casas. En su adolescencia en la escuela conocerá a Ramón (Chino Darín) quien junto al padre de éste le meterá en el mundo de los robos a mayor escala.
La vida del que será el mayor delincuente está contada desde la ironía, desde la incómoda perspectiva de un chico al que le daba igual matar, que se tomaba todo sin preocupación alguna para llevar a cabo sus robos. Ese tono sarcástico puede producir sarpullidos pero es donde la cinta se engrandece forjando, a base de una brutalidad impropia de un chico, forjar una historia basada en hechos reales de gran calidad, con un signo trágico pero desde la perspectiva de la risa, porque la psicopatía que ofrece su protagonista nos enloquece y deja perplejos.
Circunstancias varias en robos para quien la vida de los demás no vale nada, todo bajo una familia que se encuentra perdida ante su modo de vida. Lorenzo Ferro construye un personaje lleno perverso y estéril a su vez y su amigo en este caso Chino Darín hace de compinche idóneo y sorprendido en muchos casos ante la frialdad de su socio.
Cautivadora e incómoda a partes iguales EL ÁNGEL es una grata y maligna sorpresa de un delincuente de época retratado de manera sorprendente.
Miguel Rivera
