En el año más complicado y raro de nuestras vidas, ha habido músicos que han sabido dar forma a nuevas composiciones, entender y aprovechar el momento y dar un paso adelante para forjar un disco como el que nos ocupa.
«Babel» es la nueva obra de los cordobeses EMBUSTEROS que, justo en el peor año, han logrado su mejor disco, y lo hacen con un lavado de cara a su propuesta, dejando de lado la electrónica habitual para forjar un conjunto de canciones donde las guitarras, melodías y geniales estribillos suenan con un gusto exquisito.
La formación consigue un conjunto muy equilibrado, emocionante, a veces enérgico, otras dulce y emotivo, con una gran producción, un buen trabajo instrumental y líricamente enriquecedores.
Es «Babel» un viaje a medida, historias melódicas que enganchan y dejan poso, uno de esos álbumes que termina y vuelve a comenzar, donde el cuerpo te pide subir el volumen y dejarte llevar por un viaje sonoro de indudable valía.
Es enriquecedor porque cada canción tiene su personalidad pero que en conjunto es completamente homogéneo, uno de esos álbumes donde cada single puede ser un pequeño hit individual pero que al final brilla en su conjunto.
Desde la cierta grandilocuencia y brillo de «El baile» energía contenida de inicio, al piano y ritmo vibrante de «Lo imposible» que nos regala un estribillo emocionante y contagioso. Saben mostrar su vena más romántica con el piano y el acompañamiento de Ainoa Buitrago construyendo una bonita historia melódica con tintes más pop rock.
Solventes e intensos para regalar un magnífico corte como «La calma», de deje romántico y grandilocuente en su estribillo, con José Espín a la voz liderando una función en la que se muestra notable. El in crescendo de «La milla verde» uno de los cortes más enérgicos junto a «La prueba y el Error», que juegan con otro estribillo profundo. Dejes más añejos en su versión más clásica en «Mayor Tom» y algún que otro tema más indie festivalero como el bailable «Prohibido» junto a la frescura «Única», estilo más retro y discotequero que lo puede reventar en directo.
Un disco plagado de medios tiempos que intensifican en la profundidad de muy buenos estribillos y armonías que lucen bajo la producción de José Caballero, en una torre de «Babel» de la que no querrás bajarte.
