Es pronto para pensar ya en discos del año, pero no es una locura decir que Kokoshca con su nueva obra homónima estará seguro entre lo mejorcito del género patrio. La banda formada por Iñaki López, Amaia Tirapu, Álex López e Íñigo Andión es descaradamente buena y su nuevo legado, con pandemia mediante, es uno de esos regalos musicales que atrapan desde el comienzo.
Sonido vintage cuando quieren rockeros, otras más poperos o incluso garajeros, serios o divertidos cuando gustan, con grandes letras, melodías impecables y una personalidad absoluta. Con su primer single «Himno de España» hace unos meses sorprendieron con ironía musical para lanzarse en lo que viene a ser un corte tradicional con ritmos bailables, palmas y afrobeat incluso.
Un tema particular que puede no ser el más representativo, amén de que hay todavía mejores y nutridas canciones melódicas con las que vibrar y gozarlo. Son capaces de todo, en una amalgama musical que bebe del pasado para engancharnos como pocos. Destaco de por sí la emocionante “Asia (Canción para Iñaki Ochoa”) todo un homenaje delicioso al montañero Iñaki Ochoa de Olza, con sintetizadores y un estribillo precioso a dos voces.
El rock garagero de los ochenta que despunta en “Te sigo esperando” con la siempre genial y vintage voz de Amaia, que se fusiona con la de Iñaki de manera estupenda, dos tonos, contrastes y formas de interpretar como el regalo que es “Regreso a la ciudad”, sentimentalmente adictiva en su estribillo. Hay grooves convencidos “El rayo”, energía “Voy a salir de esta” con guitarras y vibra, “No quiero cambiarte” y “Te sigo esperando” para cerrar de forma sensual con “Aire”, ese que en manos de Kokosca sienta mejor que la brisa playera.
¿Se puede decir ya que es uno de los discos del año? Sí, se puede.
