Alejandra G. Remón
Lunwerg
Pocas artistas consiguen hacerte reflexionar y emocionarte con un libro como lo hace Alejandra G. Remón. Ya con su anterior publicación, «A pesar de todo, te pienso», demostró su capacidad para hablar de amor y contarlo de una manera diferente que llegara a lo más hondo de tu ser.
Ahora, Alejandra vuelve a dar en el clavo, o mejor dicho, en el corazón, con ANATOMÍA DE LAS EMOCIONES (Lunwerg), una nueva obra en la que su juego escrito y el apartado visual se dan la mano para adentrarnos en un viaje abrumadoramente maravilloso.
Leerla es una experiencia superlativa, que ahonda en nuestro yo interior de manera que pocos escritores pueden conseguir. En esta nueva obra, viajamos por el mundo de las emociones, lleno de humildad, sinceridad y escribiendo a corazón abierto.
Diferenciando el sentido de las emociones como reacciones psicológicas y los sentimientos, como interpretaciones subjetivas de los primeros, Alejandra consigue que nos adentremos en la profundidad de textos donde verso y prosa confluyen y hacen que pensemos, sintamos y reflexionemos en torno a un gran número de emociones.
Personalmente lo devoré en una noche, en la luz tenue de la habitación, recostado en la cama y siguiendo un ritual que ya hiciera en ‘A pesar de todo, te pienso’, para así conseguir ese mismo viaje interior con el que confluir en sus textos, esos que no tienen un orden establecido, tan pronto nos adentramos en un texto como en poesía.
Asistimos en su escrito a una interpretación libre emocional a la par que viajamos en lo visual con el arte ilustrado de Inés Jimm, con ilustraciones impecables, «Ojalá» con las piernas de mujer sobre una orilla de mar o «plantas», con una trepadora y una postal con unas manos entrelazadas, todo un bello mensaje visual, consiguiendo un tándem maravilloso para que todo, texto e imagen, sean uno.
Un libro tan distrutable como emocionante, que degustar en silencio para exprimir emociones y sentimientos hacia lo que leemos y vemos, un trayecto donde el amor, la tristeza, la adoración o el deseo manejan nuestro viaje interior con el que desconectar del exterior y conectar con nosotros mismos.