El Dromedario Records
Que duda cabe que Nat Simons se ha despojado de todo, ha decidido sacar las uñas y apostado por mostrarse más «Felina» que nunca. Sí, Nat se pasa al castellano y el resultado es un disco lleno de energía, actitud y visualmente glam.
Lo hace en su idioma, para mostrarse pura en un disco que sirve para espantar fantasmas, después de un año duro y afrontar la vida con determinación, como dice «cogí carrera esta vez, y así aprendí a volar…» en una de sus mejores y más intensas canciones, «Extraña religión».
Ampliando horizontes y miras musicales, Nat apuesta por un rock alternativo abierto a épocas y estilos, impactante y rockera como en «Big bang», de inicio con guiño psicodélico aderezado por la colaboración de otra artistaza, Annie B. Sweet, porque «lo lleva dentro», que nos lleva a un estribillo enérgico, vitalista y acelerado, lleno de fuego bailable. Juega con el efectismo de «Televisión» que nos evoca al sonido Garbage como en el caso de «Ley Animal», sonidos más retro y sintes en «Déjalo ser», con la sensual y enérgica voz de Nat liderando la función, apareciendo guitarras con cuerpo y melodías profundas para llevarnos a la actitud de un estribillo brillante en el que pide besos.
Las referencias noventeras relucen en el brillo alternativo y romántico de «Macabro plan», una de las mejores piezas de su carrera, estrofas suaves que van cogiendo cuerpo para alzar su voz en «dos piezas de un macabro plan» que dan paso a los sintes y la fuerza intensa. En ese punto volamos hasta «Londres», un nuevo giro musical en un tema más intimista, siempre con el brillo de una guerrera, y regalando una parte central que bebe más del pop, aderezado por una voz que tiene fuerza y mucha dulzura a su vez, mostrando ese gen camaleónico de una gran artista.
En su nueva obra, Nat Simons nos regala un disco variado, que bebe de la actitud glam en lo visual, manejando la función con el rock alternativo como premisa pero con mucho condimento, personalidad y fuerza femenina, bajo producción de Edu Baos en un salto gigante al castellano, que nos muestra a una «Felina» imponente.