El Dromedario Records
Tras casi 30 años de carrera musical, SÒBER siguen dando ejemplo de profesionalidad y superación con cada trabajo que hacen, mimando lo que ofrecen e intentando sonar mejor cada día.
No son los madrileños una banda acomodada, siempre buscando mejores producciones, esas que han marcado un sello propio y que ha servido de referencia a nuevas generaciones. Cuando se hablaba de aquello de «parecen de fuera», SÔBER ya registraban un sonido internacional en sus producciones desde su conocido Cube Studio.
Su afán de mejora, de no acomodarse en su sonido y buscar nuevos horizontes sin perder su sello propio y tan característico, es lo que nos lleva a «Elegía». La banda demuestra nuevamente su capacidad de mejora, y lo hace con retraso, obligados por la pandemia pero que como el propio Carlos Escobedo me comentaba en una reciente entrevista, la tranquilidad de los tiempos «les ha venido bien».
Todo suena conjuntado, enérgico y con capas más oscuras que en «Vulcano», con la energía y cierta ampulosidad que mostraron en «Superbia» y que se deja ver en temas como la épica «Elegía», oscura y grandilocuente o su fabulosa «El día de la liberación», que tira nuevamente de esos matices y registros orquestales que han pulido hasta el extremo.
Fastuosos en «Heroína», riffs y partes metaleras en sus trazos de guitarra que edulcoran en estrofas sentimentales y emocionantes, a las que Carlos baña de su registro vocal tan redondo y profundo.
Los tintes oscuros que manejan en muchas de sus canciones se deja notar más si cabe en su «Oasis». Intensos en «Máscara de hierro», un corte de estilo nórdico, misticismo gótico de piano y guitarras para disfrutar de un emocional estribillo donde Carlos cala hondo. «Verona» es rock metal bien ejecutado, que da acelerones y frenazos en su instrumentación y por supuesto la balada de turno, donde el piano y la voz de Carlos ejecutan «La noche más larga» y bella, llena de sentimiento vocal y pasión.
Nos despedimos con una llamativa versión low a piano de «Eclipse» para la que cuentan con el contraste vocal de Carlos y La Bien Querida, en otra demostración de lo que comentaba al principio, el no acomodarse y buscar nuevos retos para ellos y el propio seguidor.
SÔBER nos ofrecen un trabajo inmenso en «Elegía», con regusto al pasado bebiendo del presente más cercano, energía oscura de «Superbia» mezclada con estribillos y sentimiento de «Reddo» o incluso «Paradÿsso», creando una obra excelsa, tanto en lo musical como en lo físico, con un trabajo de portada e interior, diseñado por la propia hija de Carlos, que hace más grande, familiar y detallista su obra.