VIVA BELGRADO “Bellavista”
Aloud Music
La formación cordobesa no ha tardado en hacerse fuerte en la escena independiente y lo ha logrado con una furia desmedida, con un gran debut y una confirmación musical llamada “Ulises” disco que en 2016 daba consistencia a su mensaje, triste, agónico por momentos y de endiablada fuerza contagiosa y alocada.
La banda regresa con su tercera obra, “Bellavista” donde no se acomodan, siguen dando una lección musical, que acompañan de ese desmedido gusto por la crudeza y la poesía de unas letras que, por momentos juegan con la metáfora pero que, como en su anterior obra, prefieren adornar de letras muy directas y duras.
Llega «Bellavista» en un momento extraño, triste y lleno de incertidumbre, apoyándonos en letras especie de mantra con las que nos identificamos por momentos: “esta mierda no se puede salvar” con la que bañan de forma repetitiva y acertada el tema título del disco, post rock enérgico y agrio.
Crudeza de sueños rotos, de metas inalcanzables, de un guantazo en la cara y de realidades duras. Todo eso se fusiona con la crudeza hardcore, post rock y screamo vocal donde lo abrumador se funde extraña y brillantemente con lo emocional. Es en esa mezcla única la que hace de VIVA BELGRADO un rara avis, una especie de corta venas y energía luminosa aunque dura.
Nos decían que “Bellavista” «nace de algo inalcanzable, horizonte bonito que nunca llegas a tocar con los dedos”. Eso es lo que reflejan con una contundencia sorprendente en sus canciones, asfixiantes, un desahogo y acto de fe seductor, que manejan con una instrumentación cálida, poderosa. Desde “Una soga” juventud de sueños e imaginación sonora de los músicos, del devenir y desilusión. La crudeza pegadiza de “Bellavista” comentada, saltando a ese tono melancólico impecable que producen en “Cerecita blues” en la que escuchamos “Y al futuro que le jodan yo que coño sé, pienso en dejarlo a menudo pero nunca lo haré” en un reflejo de acto de fe musical, con lo bueno y lo malo, todo instrumentado con un sentimiento desgarrador.
Si VIVA BELGRADO se manejan en los tiempos de crudeza endiablada, siempre saben sorprender. Lo hicieron en “Apaga la llum” aquí lo marcan en un tema como “Más triste que Shinji ikari”. Dibujan un tema sentimental, un chill hop que han definido sin guitarras que nada tiene que ver, de cierta sensualidad vocal, bella como pocas y donde vuelven a manejar un mantra en los tiempos que corren “2020 lo dejamos y ya está, nena yo me voy contigo donde estás”. Y con eso saltamos al post rock desgarrado lleno de gritos de “Un collar”, pura rabia para manejarse nuevamente con rock y hardcore emocionante en un recorrido final de canciones explosivas que obligatoriamente debéis descubrir.
La agonía de VIVA BELGRADO en “Bellavista” es de las pocas frustraciones aptas para bucear en ellas. Siguen con su poética desgarradora, una personalidad únicas, historias y vivencias que hablan de sueños inalcanzables a su parecer y de dolor musical tan intenso como apasionante. Han vuelto a hacerlo, justo en el momento más incierto y desgarrado que podríamos imaginar. Todo acompaña.