AMARANTHE
10/11/2016
Sala Arena, Madrid
Fotos: Javier Bragado
Dos de las bandas suecas con mayor ascensión hacían parada en España y nosotros decidíamos asistir a ver ese tándem formado por Sonic Syndicate y Amaranthe. Los dos grupos tienen carreras paralelas en sonidos duros pero muy melódicos.
A los primeros, SONIC SYNDICATE los cogimos comenzados pero ya la sala contaba con una gran entrada, que no de sonido, que como siempre y al menos en sus teloneros sonaba embarullado y sucio. La formación sueca ha renovado el grupo y también su estilo en un último disco “Confessions” donde tiran de elementos más modernos y coqueteos melódicos muy contagiosos.
Su frontman marca el ritmo por su envergadura, fuerza en todos los sentidos y voz, con un cuarteto que suena conjuntado y que en temas como “Turn it up”, “Beauty and the freak” o “Start a war” este estupendo, suenan frescos y muy poderosos. Corales y muy entregados, con su líder intentando mover a unas primeras filas algo relajadas, pidiendo gritos y aplausos que en su recta final conectaron.
«Confessions» es un gran disco, y su ritmo melódico solo se vio afectado por un mal sonido que en cualquier caso, demostró que su nueva puesta en escena tiene mucho que decir de cara al futuro de la banda.
Los deseados de la noche AMARANTHE regresaban tras su última visita el pasado año. Imparable ascenso de un grupo de contundencia sonora que dibuja a tres voces con Elize como mayor referencia. Son una banda muy moderna bajo un metal muy melódico, mucho sampler y electrónica que en directo llevan grabada, dando el protagonismo al juego vocal de sus dos voces, limpia y gutural y el buen hacer de su cantante femenina, una de las mejores voces de la escena sin duda.
“Maximalism” es su última obra y en ella, al igual que Sonic Syndicate, sin renovar tanto su estilo sí que han buscado una mayor diversidad, desde tintes pop como “That song” pasando por canciones mucho más Death melódico y pasajes electrónicos que en directo suman y mucho.
La presencia de sus dos voces, la de Henrik dando presencia oscura contrasta con la parte limpia de un muy rapero en vestimenta Jake y la dulzura y movimiento sensual parte de Elize, quien realmente se come el escenario en canciones de todo tipo.
Energía incomensurable con “Maximize” o “Boomerang” que levantaron los ánimos de un público ahora sí, muy entregado. Resultaban muy jugosos e impactantes los chorros de humo tras su bajista y guitarra subidos en dos tarimas, mientras sonaban las bases electrónicas que suman ritmo como en “Invincible” o “Trinity”. Saben manejar muy bien los tiempos “Fury” y “Automatic” sonaron bestiales, y el cambio de cantantes o mezcolanza entre ellos derivaban en una diversidad y juego visual muy amplio y entretenido.
Son una apisonadora melódica, que maneja muy bien diversos estilos, que mueven a su gente entre lo electrónico y metal de “Digital world” donde la modernidad marca su sello, a nuevos ritmos más popis incluso como “That song” y explotando nunca mejor dicho en “Dynamite”.
Se comen la escena y Elize puntúa muy alto con una voz impresionante, quizás menos reconocida que otras pero de igual talento que otros grandes nombres. Y todo en un escenario tan pequeño que les hacía difícil moverse a sus seis miembros. Poco importa, se supieron manejar, colocar y triunfar en un nuevo paso al frente de una banda que seguro, llega a lo más alto.
Miguel Rivera