21/05/2021
Moby Dick, Madrid
Una calurosa tarde de viernes para acudir a un concierto esperado, por eso de que ANABEL LEE, la joven banda de Terrassa se ha convertido en una de las promesas del post punk actual. Un debut homónimo en el que han demostrado sus buenas formas, bagaje sonoro en sus cabezas y composiciones que enganchan aderezadas de melodía frenética.
El cuarteto se presentaba en la Moby Dick madrileña ante un público que desde el primer momento entraría en una fiesta musical tan directa, rápida y efusiva que casi sin darnos cuenta estaríamos aplaudiendo en una despedida sobre el escenario que nos dejaba contentos.
No todos los días sales de una actuación que rozaba solo los 60 minutos, pero vaya hora musical. En pocas ocasiones asistes a una actuación tan enérgica y rauda como la de los catalanes. No se podía rascar mucho más con solo un disco, y dos nuevos singles, pero sin engañar a nadie, con Víctor al frente hablando lo justo y necesario, quisieron ir al grano y que nos estallara la cabeza y sangraran las orejas como como dicen en su tema «Cabeza de cartel», que iría antes precedido de muchos de sus hits.
A todo trapo, sin dar un segundo a las palabras, arrancaban a toda velocidad con «Qué quieres de mi», «Un monstruo viene a verme», su guiño madrileño de tinte ochentero punkero «Plaza mayor» y su seguida, aplaudida y cantada «Sobran defectos». Del tirón, sin mediar palabra hasta ese momento, porque habían venido a tocar presentando su reciente nuevo single «Casi 30» tema que estrenaban esta misma semana y que es resultado de esas expectativas no colmadas de muchos jóvenes por una situación complicada.
Las «Tardes muertas» o «Terrores nocturnos» daban en el clavo, mientras las mascarillas, brazos en alto y piernas con nervio golpeando el suelo, hacían las veces de los saltos de otros tiempos en los que los pogos se hubieran convertido en compañeros del directo de Anabel Lee.
La puta energía desbocada al bajo de Albert es ya de por sí un reclamo, saltos para la foto, rabia y subidas al ampli daban un escaparate perfecto fundido con una elegante propuesta guitarrera, la rápida batería de Jordi y el carisma irónico y directo de Víctor al frente, porque «aquí no hemos venido a hablar», hemos venido a tocar como «Cabezas de cartel» y engancharnos con su cover melódico de «Enchochado de ti» de Don Patricio bajo «Un plan» idóneo, el de asaltar Madrid con su post punk endiablado, sinceridad y sin artificio alguno más que demostrar músculo.
Rabia musical, frescura y un discurso parco en lo hablado y potente en lo musical. Adrenalina de una hora de duración para dejarnos tan exhaustos como contentos, en el concierto de una banda que tiene mucha proyección por delante y que en festival, puede ser una experiencia muy pero que muy loca.