10/07/2024
Iberdrola Music, Villaverde
Muchas idas y venidas en las últimas semanas, más por parte de los políticos que por la música, cuando Mad Cool Festival ya tenía cerrado desde hacía tiempo el cartel para una séptima edición que ha vuelto a abrir sus puertas, por segundo año consecutivo en el recinto Iberdrola Music del distrito madrileño de Villaverde.
El más importante evento musical de Madrid y, seguramente de España, ha vuelto con un cartel poderoso y diverso, que contaba seis años después con la vuelta de la gran estrella que ya es Dua Lipa, el rock veterano de Pearl Jam con nuevo disco bajo el brazo, los siempre adictivos y bailables The Killers, el rock metal moderno de Bring Me The Horizon, el revival pop-punk de Avril Lavigne o Sum 41 en su despedida de un festival en España o el rock glam de los eurovisivos Maneskin.
Todas esas grandes estrellas junto a otro gran elenco de artistas van a ir pasando durante nada menos que cuatro días, al haber ampliado una jornada con respecto a su anterior edición, por un Mad Cool Festival que en su primer día ya ha mostrado sus cartas en cuanto a la implementación de mejoras y cambios.
Miércoles 10 de julio
Con un calor infernal, volvíamos a recorrer como quien lo echa de menos la avenida principal del polígono Marconi desde la estación de Villaverde Alto, Cercanías (línea C-5) que por primera vez en la historia del festival va a abrir en los días posteriores (hasta las 4am los siguientes días) con trayecto directo a Atocha hasta las 3am.
Con mucho ímpetu y esfuerzo llegábamos tras un largo peregrinaje bajo un sol agresivo al recinto y comenzar la andadura de cuatro días al son de los sonidos suaves y emocionantes de Soccer Mommy. La artista norteamericana, cuyo nombre real es Sophie Allison maneja los tiempos lentos con una dulzura vocal inmensa, siendo una de las jóvenes cantautoras más relevantes de la escena indie rock.
Bajo un sol disfrutábamos de la calidez añadida de la voz de Soccer en su emotiva ‘Bones’, con poco público aún que a pesar de la torrera sabía aplaudir la elegancia desmedida en canciones como ‘Circle the drain’ o ‘Lost’, deliciosas referencias entre los sonidos pop y folk. Entre todo eso, vendría Tom Odell al que veríamos un poco de lejos con sorpresa incluida cuando Aitana subía al escenario a cantar junto a él ‘Black Friday’ para sorpresa de un público que seguía entrando en escena.
El directo de James Arthur en otro de los escenarios dibujaba la sensualidad sobre las tablas con canciones como ‘Bitter Sweet Love’ o ‘New Generation’, pasando por la belleza vocal de un corte como ‘Can I Be Him’, de las que retuercen por dentro y enamoran, tanto si lo estás como si no de alguien.
Mientras clamábamos misericordia al sol llegaba el turno nostálgico, el primero de ellos con el regreso de Garbage a Madrid. Una de las bandas míticas del rock alternativo de los 90 nos desmelenaba al ritmo de la energía de ‘Vow’ mientras que las reminiscencias algo más pop se dibujaban en ‘Cherry Lips’ y Shirley Manson bajaba al foso para saludar al respetable con hits de la talla de ‘I Think I’m Paranoid’ y ‘Special’. Shirley sigue siendo una grandísima frontwoman que maneja como bestia parda el escenario regalando clásicos que nos transportaban a otra época: ‘Stupid girl’ y ‘Only Happy When it Rains’.
Y ahora sí, llegaba el turno de la gran estrella de la primera jornada, Dua Lipa, sin calentadores pero con mucho ritmo de «Future Nostalgia» y, por supuesto, de su ‘Radical Optimism’ ese disco que no ha cuajado para algunos pero que en directo funciona como un tiro haciéndonos partícipes del mismo.
A la artista inglesa la pudimos ver ya en este mismo festival en Valdebebas en 2018 pero no era la gran estrella en la que se ha convertido tras la pandemia, y más concretamente desde que editara en ese fatídico 2020 un disco como ‘Future Nostalgia’ que se convirtió para muchos en el álbum que necesitábamos en tiempos aciagos con el que llenarnos de optimismo.
Con un escenario en el que manejarse a su antojo, Dua Lipa nos ponía su particular sesión de entrenamiento (‘Training Session)’ a las primeras de cambio.
La inglesa es un ciclón de baile que muestra su baza a la hora de bailar (muy superior a la más comedida Taylor Swift) y capacidad vocal, donde ni una sola nota va a destiempo, y ello a pesar de ser una chica Flash Dance sobre las tablas.
‘One Kiss’ de Calvin Harris nos llevaba al dance mientras que preguntaba si «estábamos listos para la fiesta», con una gran sonrisa esa que acompañaría el resto de su actuación, la misma que la de un público entregado a su fiesta ochentera, que brillaba en canciones como ‘Break My Heart’. No le hacían falta más que diez minutos para meterse en el bolsillo a los miles de asistentes, con gente de todas las edades, algunas muy jóvenes acompañadas de sus padres para poder ver a una de las grandes divas actuales. Dua es un ciclón visual y sonoro donde todo suena donde debe, baile bien ejecutado y mejor voz, por no decir esa mirada que atrapa a los que miramos a la pantalla, metiéndonos en una especie de poltergeist donde no puedes dejar de mirar.
Rayos láser, confeti y muchos bailarines acompañando a la Dua Lipa que miraba y mucho al pasado de ‘Future nostalgia’, ese disco que cuando acabe esta década estará entre los mejores álbumes de la historia del baile.
‘Levitating’ nos hacía movernos nuevamente y lo dice alguien que, hasta hoy mismo, solía tener los pies pegados al suelo con pegamento, pero ante un directo como el que vivíamos se antojaba imposible no contagiarse.
Coreografías manejadas como si de un videoclip se tratara, todo muy instagrameable pero a su vez lleno de calidad, ‘Be the one’, otro portento musical al igual que ‘Hallucinate’, imposible no bailar mientras disfrutas de la ejecusión perfecta de lo que estbamaos viendo. Y en ese estado de júbilo ‘Cold heart’ como cover de Elton John y el ‘Happy For You’ que considero uno de los mejores singles de su último disco, no tan bailable pero si emocionante, mostrando un tono vocal romántico notable.
Sin cambiar de brillante vestuario nos calzábamos de forma imaginaria los calentadores para disfrutar de la obra maestra que es ‘Physical’, otro entrenamiento musical con el que sudar ya bajo la luz de la luna para después virar al funky en ‘Don’t Start now’. Volvía a mirar de refilón a la pantalla como hipnotizado ante su figura y con mi amigo Javier Herrero dejándomelo claro al compararla con Taylor: «es que tú eres de morenas».
Con Dua Lipa cualquier preferencia da igual, podrías verla bailar en sesión continua sin cansarte nunca de ello. Todo un espectáculo musical que terminaba con «Houdini», para cerrar entre el buen rollo y felicidad festivalera.
Dua Lipa. Yo digo sí, quiero, hasta que la muerte nos separe #MadCool2024 pic.twitter.com/KqZGq70ILB
— Miguel Rivera (@miriyert_) July 10, 2024
Dua Lipa volvía a enamorar, esta vez con muchos más asistentes que su última vez en Mad Cool, mientras nos movíamos de escenarios con la increíble ‘I Wanna Dance With Somebody’ de Whitney Houston de fondo hacia nuestra acto final, el remember nostálgico de The Smashing Pumkins, con un concierto que, como en el caso de Garbage, mostraba la garra alternativa de los 90. Como si de un cura se tratara, Billy Corgan se llevaba los focos con su buen manejo de los tiempos, tanto en lo desagarrado de ‘Doomsday clock’ como en los cortes que hicieron leyenda al grupo ‘Tonight, Tonight’, ‘Today’ y, por supuesto, ‘Ava Adore’ y la distorsionada ‘Bullet With Buttefly Wings’, que bien podría firmar Nirvana.
Los conciertos de los Smashing son oscuridad, desgarro y bonita nostalgia, véase ‘1979’, una de las canciones más emotivas que se facturaron el pasado siglo, amén de una melodía que nunca se nos irá de las cabezas, y las nuestras con eso decían gracias y hasta mañana, para así afrontar la que se espera sea otra muy calurosa jornada en Mad Cool.
Texto: Miguel Rivera