CONTRA VIENTO Y MAREA

Pocos festivales pueden seguir en la palestra con tantos altibajos como el DCODE. Pinchazos en 2014 y especialmente, el pasado año, cuyo cartel fue un casi improvisado fuera ya de la ruta festivalera y sin grandes cabezas internacionales que poder captar.

Comenzaba como un evento de dos días años atrás, pasando al poco tiempo a un único día en un mes raro, septiembre. Madrid ya acoge un MAD COOL de grandes proporciones y, cuando todos podríamos pensar que la nueva edición de DCODE sería una utopía, el evento renacía de sus cenizas y unos días antes de su celebración colgaba el cartel de sold out.

No es para menos, esta vez sí, se ha preocupado de conformar un line up de rigor, prestando toda la atención a la música internacional, con espacio para los nacionales pero en horas mañaneras o muy tardías.

Séptima edición y nuevo salto, quizás excesivo, 25000 personas puede que sean demasiadas a la hora de comer o ir al baño, y es que las colas fueron tónica dominante en esos aspectos. En cualquier caso, el DCODE vuelve a brillar gracias a un buen cartel que ha conseguido reunir a miles de jóvenes y no tanto alrededor de su ubicación de siempre, la Universidad Complutense.

Con FRANZ FERDINAND como gran reclamo, pero nombres tan jugosos como THE KOOKS, INTERPOL que llevaban siete años sin aparecer o los cada día más exitosos MILKY CHANCE, el festival se ha apuntado un tanto este año.

A esto hay que sumar un tiempo agradable, bajada de temperaturas, con 25 grados que animaron a mucha gente a aparecer desde horas tempranas, en una tarde espectacular. Para algunos el día comenzaba bien pronto, y es que nombres como IVÁN FERREIRO o MISS CAFFEINA se anunciaban en la mañana, obligados por un cartel que daba prioridad a los guiris.

Tarde magnífica para escuchar tranquilamente en el cesped a la ganadora de Bdcoder MAREM LADSON con buen gusto vocal y sentimiento folk. Sonidos particulares de los visualmente llamativos LA FEMME mientras que CHARLIE XCX arrasaba en el escenario 3. Llama la atención que quedara relegada a un escenario menor, porque el derroche de energía y bailes que se marcó seguro sorprendieron a más de uno.

El cantante y compositor inglés Liam Gallagher era uno de los grandes esperados. Gafas de pasta, capucha y pantalones cortos con esa chulería característica. Apoyado por el respetable que se las sabe todas.

Temas como «Slide away» y Tiró de repertorio nuevo pero no faltó «Morning glory» o «Wonderwall» bajo los gritos predecibles de turno. Las letras de «Rock and roll» se veían sobre el escenario para un concierto sobrio y directo, donde por supuesto, dejaría cantar a su público en ese «Wonderwall» que mencionaba antes ante la atenta mirada del ex Oasis.

BAND OF HORSES se maneja como pez en el agua sobre los escenarios, todo bajo la energía que desprende Ben Bridwell, cuyo deje sureño y alternativo gusta lo suyo. Sonaron temas del calibre de la optimista «Casual party», mágica «Laredo» o esencial  «The funeral», todo para dejar un gran sabor de boca.

Para nosotros uno de los reclamos potenciales era INTERPOL quienes preparan lanzamiento y que no se dejaban ver en Madrid desde hacía siete años.

Qué podemos decir, un juego de luces rojizo, azul y gris, muy oscuro todo para abrumar con «NYC», «Leif erikson» o «PDA» sonando contundentes y con un Paul Banks y compañía tan elegantemente ataviados como pulidos en su sonido.

Y así llegábamos al momento de la noche, el del baile de FRANZ FERDINAND. Ya estuvieron en 2013 y lo petaron. Si ahora le sumamos que se encuentran en un ciclo más stand by y que por tanto iban a caer sus temazos, la cosa se ponía gorda.

Gritos, brazos en alto y muchos móviles para captar clásicos como «Stand on the horizon» y marcarnos primeros bailes, o «Walk away» con un Kapranos rubio platino al frente. Muchos saltos y guitarrazos a base de «Love illumination», «Ulysses» y el inevitable y grande «Take me out» y «Do you want to». Público que gozaba de gusto ante la vuelta de un gran reclamo en su festival.

Un concierto de los que pasan rápido, de los de sudar y pegarse unos a otros porque estábamos a reventar, algo que subió los grados con «This fire» y esa sensación de gran banda para un evento que se recupera tras el chasco del año anterior.

Quedaban THE KOOKS, con menor peso que los Ferdinand mientras nos alejábamos del recinto, ello a pesar de dos buenos grupos de DJ’s como Yall y Elyella DJ’s para redondear una agradable noche.

El DCODE ha vuelto con energía, mucho nombre internacional, con un cartel atractivo y diverso. Una tarde primaveral que agradecíamos y un sold out merecido para, un festival que parece se va a caer cada año pero que ahí sigue, mostrando más músculo si cabe y mirando ya a 2018.

Miguel Rivera