Demi Lovato, la que fuera chica Camp Rock en Disney Channel y quien ha declarado estuvo a punto de morir hace cuatro años por sobredosis, ha despertado su figura más enérgica y rockera transformándose por completo en «Holy Fvck» regalándonos una obra que mira al rock de los 2000 con actitud y efervescencia.
Ya dejaba entrever a comienzos de años en Instagram su radical cambio musical con un post «un funeral por mi música pop» y dicho y hecho. Con una desafiante mirada, vestidos todos de negro y haciendo un corte al respetable, dejaba claro que la Demi que conocíamos pasaba página para dotar de guitarras, una voz enérgica y crudeza lírica lo que tenía que contarnos.
La colección sonora de este álbum, nada menos que 16 piezas, ofrece una mirada descarnada y rockera de la artista cuando cumple los 30 años. Hay en este trabajo riffs, potencia de guitarras y algunos temas más épicos de pop flanqueados por su poderosa voz.
Adiós a su vena Disney y composiciones Jonas Brothers para fusionar letras sinceras y guitarrazos, en pro de una actitud en la que se ha desnudado en sus letras como experiencias, algunas complicadas, de la propia artista.
«Freak» es un tema punk-pop que acelera el paso con colaboración de Yungblud y donde critica la obsesión del público por los famosos. Ese inicio rompedor empalma con el rock alternativo musculado y de estribillo pegadizo «Skin of my teeth» de los mejores del álbum, que mira a los 2000 con la crudeza de la historia de la sobredosis, así como en «Substance» que bien podría firmar la actual Avril Lavigne junto a «City of angels». Un tema pegajoso y melódico con explosividad y velocidad en su estribillo.
La artista cuenta con Royal & the Serpent en una más moderna «Eat me» que bebe de una mayor oscuridad y sintes con una poderosísima y descarnada parte central que bien firmarían los actuales Bring me the horizon. El tema que da título al álbum «Holy fvck» me recuerda más a Halestorm, esencia rockera americana para el cambio que produce «29» un corte más moderno de punk pop intenso y la energía distorsionada de «Help me» junto a Dead Sara, para mayor empaque femenino.
Demi se mueve también de forma excelente en cortes más épicos en forma de balada «Happy ending» demostrando su talento vocal en una composición con reminiscencias Lady Gaga junto a «Feed», con la vuelta a la crudeza y las guitarras agresivas de «Heaven», punk pop de «Dead friends» con los amigos que ha ido perdiendo en en esa montaña rusa de cambios y poderío a la fuerza con belleza pop vocal en «Come together».
Demi Lovato levanta alto la cabeza, se enfunda el negro, saca a relucir las guitarras y entierra sin duda la música pop para el renacimiento de una artista cuyo nuevo camino rockero le ha sentado sumamente bien, ejecutando un disco lleno de garantías e intensidad. Sorpresa de (para) muchos.
