BERRI TXARRAK

BERRI TXARRAK

07/02/2015

Joy Eslava, Madrid

Fotos: Miguel Rivera

A estas alturas sobra decir de la capacidad y acierto de una banda tan diferente como excepcional en el terreno rock musical. BERRI TXARRAK podríamos decir que ha tocado cielo pero con ellos sería demasiado precipitado y arriesgado.

El genial trío sabe superarse y acertar con cada disco. Desde sus inicios forjaron una personalidad a fuego que ha ido marcando a más y más seguidores. Son ya legión, dejando patente que las posibles barreras de lenguas no existe, incluso con el euskera, que ellos han hecho santo y seña para identificar un rock directo, contundente y abrumador.

Cada álbum es una historia y su última trayectoria ha sido la senda del éxito, de giras internacionales y de lograr algo no solo ya complicado para bandas grandes, si no para un grupo que cantando en euskera y reivindicativo cuando quiere, consigue colgar sold outs allí por donde va.

“Denbora da polígrafo bakarra” es el fiel reflejo de todo esto. Un gran trabajo de numerosas canciones y tres partes para las que han viajado a diferentes estudios y con distintos productores. Su disco más elaborado y complicado en su veinte aniversario.

Veinte años de pasión musical que vuelve a afianzarles como una referencia mediática y sonora en el rock actual. Una gira que colgaba el no hay entradas en distintos días en San Sebastián y que en Madrid, cita que nos ocupa, hacía lo mismo esta vez en Joy Eslava, nuevamente y subiendo peldaños cada vez que vienen cambiando a salas con mayor aforo.

Se lo merecen y nosotros también. Sabedores de ello un show de dos horas, como pocos pueden decir, es lo que han dejado en la retina y oídos de la gente de Madrid. Una noche heladora que ellos, con pulcritud y sentencia sonora calentaban desde un comienzo con la crudeza oscura de “Lambroan” para calentar los motores de su máquina. Un calor dentro contrastado con el frío de fuera, y un espectacular marco de la sala a reventar, esta vez sí, y dejando en evidencia a otros grupos o estrellas internacionales que no hacía mucho tocaban en el mismo escenario sin la mitad de apoyo.

Berri es Berri y lo demuestran en la fuerza compacta de la densa ”Ordaina” con su público expectante, aun esperando a explotar momento que tocaba esperar ante la intensidad de “Zimelkor” espectacular, con Gorka magnífico a la voz, un David al bajo que es un torbellino siempre que le vemos y Galder en lo alto atrás dominando a la bestia, su batería.

Sonido perfecto, luces rojizas y azules para dar sentimiento de espectáculo a la conexión que se producía con “Bigarren Eskuko” uno de los temazos de su nuevo disco que todo el mundo comenzó a cantar, ahí es nada y que les dejaría “congelados” durante un par de minutos para volver a la carga en una imagen espectacular. Una propuesta de guitarras que se van encendiendo con ellos para buscar dos tiros musicales de brutal química “Armak” y especialmente “Etsia” con la que la gente estallaba, viendo saltos y golpes en las filas iniciales de una pista abarrotada y el calor interior apretando aún más.

Rock enérgico y alternativo el de “Orain norbait zara” y es que por si no os dabais cuenta y como anunciaba Gorka, se iban a tocar enterito su último disco, pasando pues por diversos géneros y formas de ofrecer rock.

Magia bestial la del punk rock de “Hitzen oinarri Ahula” otro de los grandes que como se esperaba suena como un tiro especialmente con ese estribillo que busca los brazos en alto y golpes. Explosión que enlazaba inteligentemente con “Xake-mate” otro brutal impacto sonoro, no daba tiempo a descansar.

Berri tiene tiempo para, por medio de Gorka, presentar las letras y algunas canciones, pero lo que buscan es la destrucción y química con los suyos que aplastan a base de hardcore “Hemen sukaldarien Herrian”. Toquecillo bailable y particular el buen rollo que despierta “26 segundotan” con ese trocito en castellano que como indicaba Gorka “bien os sabíais”.

Íbamos llegando a la recta final de su disco “Denbora…” para incendiar aún más el ambiente con la brutal “Alegia” con la que en la parte delantera se formaba un corro de golpes en el buen sentido del rock. Violencia musical donde pedían a todos agacharnos para seguir buscando la rabia interior en explosividad musical.

Su espectacular single y vídeo “Zerbait asmatuko dugu” y “Bigarren eskuko amets” recordaban su lección musical discográfica de lo que supone un viaje musical como “Denbora…” ante los aplausos encendidos de una Joy espectacular. No menos con el cambio musical de baile y modernillo de una impresionante “Lemak, aingurak” que también se sabían lo suyos y que da muestras de por mucho aire diferente conectan sus temas de igual manera todo mostrado con la maestría escénica de tres torbellinos. Cerraba “Poligrafo bakarra” su demostración muscular de un gran disco.

Momento de descanso ínfimo para los guiños clásicos que nos vuelven locos. La explosividad de “Oreka” cantada por el respetable donde volvíamos a ver la locura desde arriba, un guiño a lo que serían 70 años de lo que dijo Gorka “un grande” Bob Marley y su “Redemption song” que ponía el toque diferente e internacional con la Joy al unísono acompañando a Gorka. Muy grande, para el recuerdo.

Pero no podían irse sin dejar, cuando ya llegábamos a las dos horas, el rock directo y guitarrero de “Bueltatzen”, implacable siempre bajo el adiós de la mala leche que ofrece siempre “Stereo” en un final apoteósico. Despedida y cierre, con los tres músicos posando y con cara de asombro ante las “vista” que presenciaban.

Chapó por el espectáculo demostrado, nuevamente, por una banda con una personalidad tan arrolladora como su directo. Una noche helada que ellos mandaron al infierno con sus guitarras.

Miriyé